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Alan Schlenker: “Estoy preso por enfrentarme a la mafia que manejó River”
Deporte abril 3, 2019El ex líder de la barrabrava de River habló en "Código de Barras" desde la cárcel de Rawson sobre su vida y la causa por la que está preso.
Alan Schlenker habló desde la prisión de Rawson, a 1400 km de Buenos Aires, donde está cumpliendo una condena de prisión perpetua por haber sido el instigador de la muerte de Gonzalo Acro, hincha de River. Schlenker fue trasladado el 25 de febrero de 2018, días antes de una entrevista que tenía programada con los directivos de Innocence Proyect Argentina. El principal reclamo del ex líder de los Borrachos del Tablón es por su inocencia. Además, denunció la complicidad de varios funcionarios para meterlo tras las rejas. “Yo no estoy detenido por haber sido parte de la barra de River. Estoy preso porque me enfrenté a la peor mafia del club River Plate: José María Aguilar (ex presidente del club), Mario Israel (dirigente), Adrian Rousseau (barrabrava) y compañía.”
El detenido se explayó sobre las razones por las cuales se encuentra preso y disparó contra la anterior dirigencia. “La Sala 4 de la Cámara de Crimen en Capital me dictó el sobreseimiento en las causas de administración fraudulenta, asociación ilícita, etc, porque no tenían nada que ver conmigo. Me podría haber ido al campo tranquilo a seguir trabajando y haciendo mi vida. Pero no. Decidí denunciar a Aguilar, Israel y compañía en el Juzgado de Instrucción Nº 4, con pruebas para aportar sobre esta mafia que saqueó River. Casualmente unos meses después de esa presentación me metieron preso. Más claro y lineal imposible”. Por otro lado, Alan Schlenker dijo que en ese momento “creía que podía enfrentarlos. Sentía el respaldo y el acompañamiento de mucha gente. Aquellos años cuando me enfrenté a Aguilar mucha gente se plegó. En esos años poníamos la bandera de “Aguilar Chorro”, hacíamos manifestaciones en el hall de River todos los domingos al terminar los partidos.”
Tras la muerte de Gonzalo Acro, Schlenker sostuvo que cesaron las manifestaciones y el ex presidente Aguilar aprovechó para impulsar mediáticamente la causa en su contra. “El crimen de Acro fue utilizado por Aguilar, manipulado mediáticamente. A mí me mataron en todos los medios que respondían a Aguilar. Me destrozaron en los multimedios más importante del país. Eso posibilitó una condena injusta. Aguilar terminó su mandato tranquilo, paupérrimo, deplorable, que después con la continuidad de Passarella terminó en el descenso. Estoy preso pero estoy con la frente en alto porque traté de impedir toda la catástrofe que ocurrió en River”.
El ex barra manifestó que es inocente y se remitió a las inconsistencias de la causa. “Aparte de que me condenaron sin pruebas y sin testimonios o elementos de cargo, me violaron el derecho de defensa en juicio. A mí me acusaban concretamente de haber instigado telefónicamente a ciertos barras la noche que mataron a Acro. Yo nunca hablé con el Colo Luna. Como eso no se pudo probar, el Tribunal que tenía que absolverme, cambió los hechos. Dijeron que la instigación vía telefónica no era tan importante y que en realidad yo me había juntado personalmente con Luna en una pizzería a cinco cuadras de mi casa. Cambiaron el hecho en un momento en el que no podía defenderme. Eso es una grosera violación al principio de congruencia y al principio del derecho de defensa en juicio”.
Además, Schlenker dijo que los homicidas de Gonzalo Acro pertenecían a una facción independiente de hinchas que hacían salideras bancarias. “De los entrecruzamientos telefónicos que están en la causa surge que ellos habían estado esa mañana en el centro y muy probablemente haciendo salideras bancarias porque eran motochorros. Si esos tipos mataban a un jubilado esa mañana, ¿me iban a acusar a mí? Lo mismo ocurrió a la noche con Acro. Está probado en el expediente que el padre de Acro meses antes había acuchillado a Verón, que pertenecía a esta banda, los de Palermo. Estos mismos le pidieron 50.000 dólares a Rousseau en concepto de indemnización. Como no lo consiguieron, le dijeron que se iban a encargar de Gonzalo Acro. Días después de ese encuentro lo terminan matando a Acro en la calle. Yo no puedo hacerme cargo de lo que ocurrió ese martes por la noche”.
El ex líder de la barra declaró que ni siquiera se sabe a ciencia cierta si fueron con la intención de matar a Acro aquel 9 de agosto de 2007. “Hay gente que está convencida de que ni siquiera lo fueron a matar, por la trayectoria de los disparos y por el tipo de ataque. Acro tenía señales de defensa, de haber peleado, eso quedo establecido en la autopsia. El acompañante de Acro, Gastón Mattera, dijo que cuando se dio vuelta lo vio a Acro peleando. Es decir que hubo una riña. El Fiscal del juicio dijo que no lo fueron a matar y que por lo tanto no hubo instigación. Yo resulte condenado a instancias de los abogados de la familia Acro. José María Aguilar les puso el abogado a la familia. Esto está todo armado y es clarísimo. Ni siquiera para el Fiscal hubo instigación y yo fui condenado a instancias de la querella, de la familia de Acro”.
Sobre la actualidad del club de Nuñez, Schlenker dijo que los líderes de la barrabrava hoy son “el Caverna Godoy, Martin de Ramos y Matías Goñi. Rousseau está a escondidas pero está. Hay escuchas y seguimientos donde está claro que Rousseau pasaba a cobrar plata de la recaudación de la reventa de entradas, sin ir a la cancha. Estos muchachos que están ahora me encarcelaron a mí y a otros inocentes para poder tomar el poder de la barra y montar una mega empresa ilícita de reventa de entradas que incluye a dirigentes, policías y barras. Están todos procesados hoy en una investigación del fiscal Campagnoli. En el último Superclásico lo allanaron al Caverna Godoy y le sacaron 7 millones de pesos y las entradas que no pudieron vender. Es un horror saber que esas entradas eran oficiales y es evidente que un dirigente corrupto se las dio. Hay que cortar de raíz a los dirigentes corruptos que les bajan las entradas a estos mafiosos que lo único que quieren es lucrar con River.”
Alan Schlenker fue categórico al decir que “hay un dirigente oficialista que les baja las entradas a las barras. Confío en que se va a poder investigar a partir de las entradas incautadas en el allanamiento a Godoy. Espero que se investigue y que caiga algún dirigente y pague por ello. Los hinchas tienen que ser hinchas genuinos, no estos mercenarios que para lo único que van al Monumental es para robar. Es una locura. Cuando uno ve estas cosas, toma dimensión de por qué me encerraron a mí. Si yo declaraba como testigo en contra, ellos iban presos no menos de 10-15 años y se perdían esta mega empresa ilícita. Por eso hicieron lo que hicieron. Me encarcelaron, no les importó nada, ni mi vida, mi trabajo o mi familia”.
Por otra parte, el ex líder reivindicó su paso por el club y dijo que “perdí fortunas por River. En el año 2007 tenía mis ingresos en blanco en el banco y quedaron embargados por la causa de Acro. El único departamento de toda mi vida, fruto del trabajo, también está embargado. En ese tiempo había entrado en Aerolíneas Argentinas, soy piloto comercial. Si no hubiera pasado lo que pasó yo hoy estaría ganando millones. Perdí por haberme enfrentado con la mafia. Por haber intentado declarar en contra de ellos. Yo era un clavo suelto, había quedado sobreseído y en vez de quedarme en el molde, fui a declarar. Ese fue mi peor error.” Además, sostuvo que “mi pasión era tratar de ser dirigente del club, ir a la platea, ponerme un saco y tratar de ser dirigente. Yo voy a defender a muerte mi gestión. De los 5 años que estuve de 2002 a 2007 hice las cosas bien para River.”
Sobre su actualidad en la prisión de Rawson, Alan Schlenker denunció el trato y las condiciones infrahumanas en la que convive junto a otros 500 internos. “Hoy la Unidad 6 de Rawson es un campo de concentración. Estoy en el Pabellón 10, que se llama La Villa porque hay internos de mala conducta. Estas lejos de tu familia, estas imposibilitado de todo. Yo soy ávido de las noticias y de estar al día pero acá no tengo acceso a la información. Cuando viene mi familia y me traen los diarios, acá me los tiran al piso diciéndome que no se pueden leer noticias. En todo el pabellón hay 4 televisores que pasan cumbia, reggaetón, algún partido de futbol o alguna película. Acá no se ven los noticieros, estamos tan lejos que ni siquiera podemos poner la radio AM para escuchar las noticias de Buenos Aires y ponernos al día”. Además dijo que “hace mucho frio, hay dos calefactores en un pabellón que tiene 50 metros de largo, no hay modulo sanitario como exige el código. No te sacan al patio. Tan solo una vez al mes para poder ver la luz del día. Estamos encerrados en un pasillo. Es una locura que se permita que esto ocurra, que haya muertes por violencia interna o gente que se prende fuego porque no aguanta el régimen que se vive acá.”
Además, relató que el submundo en el que viven los internos, sin posibilidades reales de reinsertarse socialmente. “El trato acá adentro es degradante e inhumano. Estamos en el año 2019 y nadie hace nada. No hay fondos, no hay rehabilitación de los detenidos. Están todos aislados, encerrados y empastillados. Ni siquiera sirve para rehabilitarse de la droga. Cuando pasa el enfermero repartiendo pastillas todos gritan `ahí llego el transa´, y van corriendo a buscar pastillas. Armas y drogas hay en todos lados.” Alan Schlenker sostuvo que “la sociedad tendría que entender que esto es un horror, que acá no se brinda ninguna rehabilitación. Lo que pide la sociedad es demorar a los presos más tiempo. Lo que no se da cuenta la gente es que eso en realidad trae peores males para nuestros hijos y nietos, porque la gente de acá sale más resentida y más delincuente de cómo entró. Por eso tenemos tanta reincidencia. Haría falta que se invierta mucho más en algún tratamiento para re socializar a los internos porque eso no ocurre.”
En febrero del año pasado fue trasladado a este penal desde la cárcel de Azul. “En Azul estaba estudiando Derecho, era presidente del centro universitario. Aprobé 6 materias en la Facultad de Derecho de Azul. Con la orden de la jueza me alejaron 1400 km de mi hijo, de mi familia, de mi posibilidad de estudiar porque acá en Rawson no hay posibilidad de hacerlo. Hace más de un año que estoy acá y a mi hijo lo vi en dos ocasiones porque la mamá trabaja mucho y los costos para venir acá son muy elevados. Solo lo vi dos veces en un año. Cuando estaba en Azul lo veía una vez por mes o una vez cada mes y medio.”
Al finalizar, Alan Schlenker dijo que “hoy lo que me salva es estar en algún lugar tranquilo leyendo. Es lo único que tengo. Mientras sigo apelando y luchando por mi inocencia”.
Podés escuchar “Código de Barras” los martes de 23:00 a 00:00 horas por Radio Zónica.