Aldo Franco: “Siempre hay que trabajar con el otro, buscar ayuda, complementarse y formar un equipo”
Sociedad junio 20, 2022El ex combatiente de Malvinas conversó con "Gimnasia y Esgrima Radio" sobre sus primeros pasos en el club y la importancia que dejó el deporte en él trasladada al contexto de la guerra.
Aldo Franco es un veterano de Malvinas, quien es parte reconocida del Club GEBA, donde se recuerda su importante trayectoria como deportista y ex combatiente.
En cuanto a cómo fue su llegada a GEBA, Franco afirmó: Llegué a GEBA cuando tenía siete años, empezando la primaria, esto pasó hace 45 años. Un amigo de la familia tenía un negocio cerca de mi casa, jugaba al tenis en el club y me decía que tenía que ir a jugar. Me entusiasmó, fuimos y me prestó una raqueta, que incluso en esa época tenían las primeras raquetas de aluminio que en Argentina se llamaban Condor. Me terminó de gustar y mamá me hizo socio del club y empecé. Al poco tiempo que jugué al tenis y di un par de vueltas por ahí, un compañero del colegio que jugaba al rugby me invitó a ir a los entrenamientos, pasó el tiempo y empecé a jugar. Hice muchos amigos, el papá de uno de mis compañeros, Rodolfo Soneira, que además de ser entrenador era un padre para nosotros, tenía un amigo que vivía cerca de casa, íbamos juntos a entrenamiento y fuimos formando el grupo. Creo que el club nos formó con los valores del equipo, lo que siempre le agradezco a GEBA, aprendí a caminar en el club por así decirlo. El club es una fuente de valores permanente que te forman como deportista, como ciudadano, y eso es lo que más rescato que se pacta en todos los deportes, principalmente en el rugby. El rugby en particular porque tiene un espíritu muy característico, agradezco haber jugado en el club, y mismo el espíritu de rugby del club es muy particular, en cuanto a la camaradería, la amistad. Nosotros salimos campeones en el 76, hoy hace 44 años que gracias a la tecnología todas las mañanas nos saludamos el grupo de rugby que jugamos en esa camada, inclusive nuestro entrenador.
Respecto al reconocimiento a los veteranos de guerra de Malvinas por parte del club y cómo fue vivir en persona esos momentos, el ex combatiente dijo: En el año 78 entré al colegio militar, egresé con el grado de subteniente. Ingresé porque mi abuelo había estado en la segunda guerra mundial, pero siempre me gustó la carrera, se me dio la oportunidad y me gustó, tenía vocación. El colegio militar se realiza en cuatro años, comparado con la universidad, egresé en noviembre del 81 y fui a Mercedes, provincia de Buenos Aires. El dos de abril se recuperan las Islas Malvinas, a mi regimiento se le da la orden de viajar hacia allá y el 10 de abril llego a Malvinas. El cargo de subteniente tiene 42 soldados a cargo, yo en ese momento tenía 22 años y mis soldados 18. Llegamos a Malvinas y me dan una posición defensiva arriba de un cerro de 400 metros, a 14 kilómetros del puesto argentino, que era la retaguardia del dispositivo. Esto quiere decir que, se ataca por el mar, la delantera, y yo era la defensa el número 4. Entre la delantera y la defensa habían 14 kilómetros, e iban a atacar por la delantera. El ataque de los ingleses no fue por ese lado, sino por el contrario, entonces pasé de ser de la última línea a estar en la primera. Había tres posiciones en montañas, una muy cerca de la otra, que son el Monte London, el Cerro Dos Hermanos donde estuve yo, y el Monte Cameron, donde estuve el último día.
Malvinas y el reconocer la guerra como un partido bien jugado pero perdido. Voy a rescatar algo nombrado, sobre los soldaditos de 18 años. No tuve soldaditos, tuve leones, tuve señores soldados con 18 años, soldados de la provincia de Buenos Aires. La mayoría de los soldados eran soldados que defendían su patria, aprendí muchísimo de ellos. Cuando les preguntabas qué era la patria, te respondían que la patria era el vecino, el amigo, la maestra, el compañero del colegio, eso era la patria. En Malvinas nosotros jugamos muy bien, a nivel táctico, inclusive estuve con la persona que estaba frente mío toda la guerra, y ellos reconocen que 24 o 48 hs más no hubiese podido ser posible para ellos. Los soldados fueron leones, fueron señores soldados. Imaginate del nivel de madurez que teníamos nosotros cuando volvimos, que teníamos entre 18 y 22 años, y eso también me ayudó muchísimo y eso lo agradezco al club y al deporte, al tener ya impregnado el juego de equipo, al reunión de equipo y el trabajo en equipo, me resultó mucho más fácil todo.
El concepto de soldado y la importancia del trabajar y vivir en equipo. El soldado se prepara para la paz, jamás quiere la guerra, la guerra es un acto totalmente loco, no la quiere nadie. El rugby me enseñó un poco eso, me enseñó que primero en un equipo uno siempre se complementa con el otro, entonces eso da una fuerza de grupo muy fuerte, una comunidad muy fuerte, porque necesitas permanentemente del toro. No podes salir solo a la cancha, por más que seas el crack del equipo, el capitán o quien dirige, no lo podes hacer solo, tenes que ayudarte con otro, y eso te da una fortaleza y formación de equipo. El trabajar al lado de otro permanentemente o buscar soluciones en conjunto, eso llevado tambien a la vida empresarial y demás, siempre hay que trabajar con el otro, buscar ayuda, complementarse y así formar un equipo.
Aldo Franco hico un repaso por lo que fue la vuelta de Malvinas y el volver a encontrarse con su vida. El volver es difícil porque estás en la guerra y tener que adaptarte de vuelta a la vida normal. Gracias a Dios tuve no solo contención familiar, sino tambien en mis amigos, que eran los amigos del club, los visitaba y demás. Realmente no me resultó casi nada complicado, no podía jugar al rugby porque no me podía lastimar, pero hacía deporte como correr, hacía maratones. No me podía lastimar porque estaba en el ejército y no podía ir con una pierna fracturada. Empecé a jugar un año en el club de rugby de Mercedes, pero solo eso.
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