Alejandor Vaccaro: “La caída de la industria del libro en Argentina ha sido estrepitosa”
Literatura noviembre 6, 2021El escritor argentino conversó con "No Estoy Solo" sobre el curso que brindará de la obra poética de Borges y la actualidad de la industria literaria en el país.
Alejandro Vaccaro es escritor, Presidente de SADE (Sociedad Argentina de Escritores), Presidente de la Asociación Borgesiana de Buenos Aires, Secretario de Redacción de la revista Proa y miembro de la Sociedad de Bibliófilos Argentinos. Es el autor de variadas obras en referencia a Jorge Luis Borges y ha recibido numerosos reconocimientos.
Un curso centrado en una de las obras menos transitadas de Borges. Se sabe que Borges transitó, a lo largo de su vida literaria, dentro de tres géneros donde estaba cómodo: ensayista, narrador, que es el género que de alguna manera le dio su fama internacional, y la poesía, a la que llegó de muy joven. Sus primeros trabajos fueron poéticos y lo acompañaron hasta sus últimos días. Dentro de este espectro de géneros, quizás el menos estudiado, el que menos interesa, por lo menos a los críticos, es la obra poética. Considero que Borges este género es digno de ser leído, analizado, difundido, creo que es un poeta extraordinario, y es un buen momento para este periodo post pandemia, por así decirlo, para que nos encontremos y reflexionemos acerca de su obra poética.
En cuanto a las correcciones que Jorge Luis realizó en sus obras ya publicadas, Vaccaro dijo: Si uno escribe un libro y lo lee después de 10 años, probablemente se le haría un montón de correcciones, porque somos un poco así. Borges decía “Hay que publicar para no pasarse la vida corrigiendo”, porque uno siempre que vuelve sobre un texto encuentra alguna palabra que cree que tiene cierta fealdad, o algo que se puede decir de otra manera. Este es un ejercicio que tiene que ver con la vida misma. El Borges de 70 y tantos años, que corrigió esos poemas, no era el mismo Borges que en 1923 publicó “Fervor de Buenos Aires”. Un Borges grande corrige a un Borges joven.
Dentro del curso que dictará el Presidente de SADE, una de las temáticas será la relación de Borges y sus antepasados con el país. En primer lugar debemos decir que Borges está emparentado con grandes hombres que nos precedieron en el camino de la formación de nuestra patria. Podemos remontarnos al 9 de julio de 1816, en ese momento el Presidente del Congreso que declaró nuestra independencia fue Francisco Narciso de Laprida, pariente de Borges; su sobrina Menegilda La Prida se casó C A. Acevedo, bisabuelo de Borges, el abuelo de la mamá. Él está emparentado con hombres que han tenido que ver con nuestra historia. Para Borges la historia de nuestro país es un poco su historia familiar. Está en el patio de su casa esa historia, en su hogar había fotos de parientes que combatieron las guerras civiles, está emparentado de una manera como pocos. Él siendo un hombre que maneja con mucha ductilidad la palabra, encontró en la poesía una buena manera de expresar ese reconocimiento por sus antepasados.
Romanticismo y Borges, una ventana que siempre estuvo presente. Es una de las partes más lindas. Cuando uno empieza a desentrañar un poema, el cual tiene sus claves, algunas muy ocultas, comienza a darse cuenta de quién pensaba Borges cuando escribió ese poema. Estas cosas siempre tienen muchas visiones, uno puede interpretar una cosa y otro puede interpretar otra, pero en es juego está la belleza, que haya múltiples opiniones sobre una obra, a quién se lo dedicó, por qué lo escribió, en qué momento. A mi me gusta trabajar con estas cosas. Cuando he hablado sobre estos temas en otros cursos, veo que a la gente que concurre le gusta este tema, le entusiasma saber en quién se inspiró Borges cuando dijo tal o cual cosa, cuando dijo “Me duele una mujer en todo el cuerpo”, por ejemplo. Hay muchas frases memorables, “Estar contigo o no estar contigo, esa es la medida de mi tiempo”, son frases con un contenido amoroso, delicado, realmente muy interesante y como siempre con un poder de síntesis abrumador. En pocas líneas define una relación amorosa. Saber en quién pensaba Borges cuando escribió eso me parece que es atractivo.
Respecto a la relación entre el escritor internacional y el tango, Alejandro Vaccaro afirmó: Creo que a Borges realmente le gustaba mucho, admiraba a Gardel, le parecía un intérprete excepcional, pero le hacía un poquito de ruido ciertos tangos, las letras principalmente, algunas le parecían un poco lloronas, un poco de chabacanería. Pero luego incursionó en la milonga que es prima hermana del tango, y publicó un libro, “Para las seis cuerdas” que es digno para las lecturas y relecturas, donde cuenta cosas de Buenos Aires. Lo expresa muy bien en esas milongas.
La pandemia y su reflejo en la industria literaria. En esto también es necesario que también nos refiramos un poco a la otra pandemia, la macrista. La caída de la industria del libro ha sido estrepitosa. Benedetti tiene un poema que dice “La fiesta no perdona al aguafiestas”. A veces uno tiene que también decir con dureza las cosas que están pasando, y eso a veces genera un poco de amargura. En el año 2015 en Argentina se hicieron 129 millones de libros. En el 2019 se hicieron 26 millones. Hemos perdido 100 millones de libros, que al cabo de cinco años son 400, 450 millones proporcionalmente. Es un daño gigante. Si uno dijera que esto pasó en la industria del calzado por ejemplo, un montón de familias se habían quedado sin trabajo y no podrían comer; pero en la industria del libro no sólo pasa eso, sino también hay un daño desde el punto de vista cultural que se le hace a una sociedad, al que en pocos años se le niega la posibilidad de leer 500 millones de libros. Ese daño cultural que se le ha hecho al país es irreparable. El otro daño se repara, porque ahora la industria está mejor, se están vendiendo más libros, vuelven las ferias. Pero del daño cultural no se vuelve, y esas son las dos pandemias, sobre todo la pandemia anterior.
Para finalizar, el gran conocedor sobre Jorge Luis Borges agregó: El libro está inmerso en el mundo capitalista por el tema de la oferta y la demanda. Se hacen libros cuando se venden, cuando no, no se hacen, es la realidad como en cualquier otra industria. Vivimos en un país donde cayó la industria nacional en muchos rubros, en la mayoría durante estos años, y fundamentalmente la industria del libro. Esto trajo como colación que cerraran editoriales y librerías que se achicaron. Si hoy vas a librerías a las que ibas hace cuatro o cinco años, te vas a dar cuenta que todas están reducidas a casi un mínimo de ofertas de libros que posiblemente se venden, y ahí se termina todo. A mi me parece que esto es una consecuencia de las malas políticas económicas, y la ausencia de políticas públicas en beneficio del libro, que ahora por suerte se ha recuperado. Tanto el Ministerio de Educación como otros ministerios, invierten importantes sumas de dinero en comprar libros hechos en la Argentina, de editoriales nacionales que provocan una reactivación de la industria gráfica.
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