Alfredo Arias: “Me gusta mucho el público argentino porque es más directo”
Cine julio 8, 2020El actor y director dialogó en "La Hora de la Nada" sobre su carrera y su presente.
Alfredo Arias es un actor, director y escritor argentino radicado en Francia. Nació en Buenos Aires y su formación artística se produce en los años 60, alrededor de las actividades del mítico Instituto Di Tella, donde participó en numerosas exposiciones, happenings e instalaciones y da sus primeros pasos en el mundo del teatro creando su primer espectáculo: “Drácula”.
Luego de un breve paso por Nueva York se establece en 1970 en París, poniendo en escena “Eva Perón”, de Copi. Esta colaboración continuará a través de “La mujer sentada”, “Le frigo” y “Las escaleras del Sacre Coeur”.
Su obra teatral abarca diferentes aspectos: las piezas de repertorio, el teatro de máscaras, el acercamiento autobiográfico, el music-hall y la ópera.
En 1985 realiza su primer film, “Fuegos”. Su “Folies Fantomes”, publicado en las ediciones Du Seuil, una serie de apuntes y narraciones que originan muchas de sus creaciones teatrales. Para la televisión produce, realiza o colabora en numerosas grabaciones de sus espectáculos, como “La Bette dans la Jungle”, “Mortadela” y “Bellavista”, entre otras.
Ha recibido cuatro premios Molière, uno de ellos por el conjunto de su carrera. Alfredo Arias es Comendador de las Artes y las Letras, distinción otorgada por el Ministerio de la Cultura France
El director recordó sus primeros pasos en el mundo artístico en los años sesenta. “Mi primera obra de teatro fue un espectáculo que mostré en el Instituto Di Tella que se llamaba Drácula. Esa fue mi primera puesta en escena y después seguí con varias creaciones en el espacio que ofrecía esa institución. Más tarde emprendí viaje, antes de que empezara la gran persecución. De todas maneras en el Di Tella fue de alguna manera víctima premonitoria de lo que iba a pasar, el sistema represivo que iba a venir después así que a partir de ese momento yo salí de la Argentina buscando un lugar donde podría preservar mi independencia. Tenía algo que decir y quería poder decirlo y justo se presentó Francia como esa posibilidad. La verdad que pude hacerlo gracias a la postura de Francia, tener mi identidad, decir cosas y decirlas de variadas maneras, con muchísima libertad. Después pasado el tiempo, 17 años ausente de la Argentina a partir del año 86 volví y vuelvo frecuentemente. Poco a poco tuve la suerte de también poder presentar los espectáculos ahí, volver a retomar contacto con el público argentino”.
En ese contexto, el actor contó que “volví al país porque teníamos un proyecto de presentar en el Ballet de Tokio, un trabajo bibliográfico que hicimos a partir de una presentación que se realizó en PROA que se llamaba “Hello, Andy?”. Entonces seguimos elaborando material e hicimos un trabajo de animación sobre esta experiencia. Eso se tendría que haber estado presentado en mayo de este año y lógicamente con el Covid se postergó. Ahora está previsto que se va a presentar en la última semana de noviembre. Así que vine por esa razón al país y me tengo que quedar acá. Además, estamos trabajando y tratando de terminar toda la parte de sonido del film que rodamos el año pasado que se llama “Fanny Camina”, que está destinado a encarar encuentros y esperemos también que en otras manifestaciones en Buenos Aires, donde podamos acercar este trabajo lógicamente”.
Sobre la película, el director habló sobre el papel histórico de Fanny Navarro, amiga de Eva Perón en los años del peronismo. “Fanny Navarro fue una actriz. Fue amiga íntima de Eva Perón pero también fue la amante de Juan Duarte. Ella llega a la política por amistad con Eva Perón. En sí hay como una identificación. Creo que Eva sola en medio del mecanismo político encontró en esta mujer una especie de compañía, un alter ego que la relacionaba con un mundo que ella había conocido, que era el cine. Entonces, le confío una función, un trabajo, una función pública que era dirigir el Ateneo Cultural que había creado Eva Perón. A partir de ahí Fanny Navarro se fanatiza, pierde un poco control de los parámetros de lo que es tener en cuenta la realidad de sus pares y la cuestión que es interesante es que de todas maneras, cuando Eva Perón muere, Fanny es perseguida dentro del peronismo. Cuando el peronismo cae, es perseguida por la Revolución Libertadora. Es como un doble chivo emisario de violencia. Por eso me pareció que merecía que nos detuviéramos en la vida de esa mujer que de alguna manera fue una víctima. Yo la declaro inocente de un mecanismo violento que es el fanatismo. Ella entrando sin tener una conciencia clara de lo que eso podía significar y recibiendo también frente a ella el fanatismo por el cual fue juzgada y tratada por la Revolución Libertadora”.
Por otro lado, Alfredo Arias habló sobre las diferencias culturales de Argentina y Francia. “Creo que en Francia es un país con una gran estructura cultural así que lógicamente hay enorme cantidad de posibilidades del público de prepararse, de saber, de ver, porque todo lo que es teatro es muy difícil transferirlo porque hay que verlo. El público francés es un público culto, preparado, un poco más reservado. A mí me gusta mucho el público argentino porque de alguna manera es más directo como es después en la vida, porque la gente en Francia es más reservada, más pensada, más articulada en su lenguaje. En Argentina somos más espontáneos. De todas maneras cuando uno hace un espectáculo está ansioso de descubrir todos esos matices de los públicos”.
Al finalizar, el director habló sobre Buenos Aires y París, sus dos hogares. “Por suerte de los dos lugares donde vivo hay situaciones. En Buenos Aires, cerca de la plaza Vicente López están esos árboles, espacios sobre todo a la noche, donde uno vuelve y ve la luz de la luna, el cielo a través de los árboles. Eso es una especie de islote mágico de ese lugar. Después acá en Francia yo vivo pasos del Sena que es otra situación. Cuando tengo que pensar en Buenos Aires me viene inmediatamente la plaza de Vicente López y cuando pienso en París me viene inmediatamente ese puente que tengo a 150 metros de mi casa. Es un lugar que uno se tiene que reconciliar con la realidad si es que uno está peleado con ella”.
Podés escuchar “La Hora de la Nada” los miércoles de 18:00 a 19:00 horas por Radio Zónica.