
Alfredo Piro: “No se me abrieron puertas por portación de apellido”
Música marzo 11, 2020El cantante visitó "A Solas Vos y Yo" para hablar sobre sus inicios en la música y su presente.
Alfredo Piro es un cantante argentino nacido en la ciudad de Mar del Plata, provincia de Buenos Aires el 3 de marzo de 1973. Es un cantante de vocación con formación actoral. El cantante habló sobre su infancia y su primer acercamiento a la música. “Empecé a escribir a los 13, 14 años, una adolescencia prematura. Empecé como auto didáctica tocando una guitarra que le habían comprado a mi hermana para un acto escolar. Ella se rehusó a cortarse sus uñas y no quiso seguir. La guitarra quedó guardada en el ropero y yo en ese entonces en los albores de mi adolescencia empecé a leer una revista que se llamaba Cantarock. Entonces descubrí y empecé a armar las primeras canciones porque las canciones que yo escuchaba en la radio estaban ahí. Desde muy chico me gustaba irme a dormir escuchando Radio del Plata y Rock and Pop. Empecé a aprender los primeros acordes en las posiciones más sencillas y así empecé a tocar. Al tiempo después armé una primigenia banda con amigos, por fuera del colegio, porque no era muy común en el 86 con chicos de doce o trece años que escucharan rock o quisieran hacer algo. Hoy el rock pasó a ser música de padres y de abuelos. Es difícil encontrar jóvenes interesados en el rock, que quizás dejo de generar cierta empatía y dejo de hablarles generacionalmente a los chicos. Algo que quizás pasó también con el tango en su momento en los años sesenta”.
En ese sentido, el artista relató que “por exhaustismo llegó la guitarra. A mí nunca me gustó el futbol entonces por algún lado tenía que hacer catarsis en la adolescencia. Al conocer los primeros acordes capitalicé eso para armar mis primeras canciones. Igualmente siempre tuve primordialmente como elección la voz, como primer instrumento. Siempre la guitarra fue como mi escudo, mi ornamentación para poder acompañarme y defenderme, pero siempre desde la voz”.
Respecto a sus padres, reconocidos cantautores, el artista dijo que “no fue un condicionante el tema de mis padres ni para bien ni para mal. No hubo un peso desde el prejuicio, al menos propio. Pensar que tener portación de apellido podría provocar abrir fácilmente una puerta, al menos no fue mi caso. Si pienso que la conciencia de la dimensión de mis padres me llegó años más tarde cuando incursioné en las ligas del tango: ahí si dimensioné la estatura artística de ambos. Con los años siendo un artista independiente, autónomo, tomar conciencia de esa responsabilidad. Mi vieja es una persona que al día de hoy a sus 84 años, siempre llega no menos de dos horas antes de los conciertos como para observar, mirar, pensar en todo hasta en los mínimos detalles. Así se hace el profesionalismo. Forma parte del aprendizaje. En el caso de mi padre debo subrayar mi profundo respeto y admiración por la elección de un repertorio propio, adueñarse de un repertorio. En ese sentido si ser lo más radical posible, no tergiversar bajo ningún punto de vista su decisión sobre lo que va a ejecutar como artista, como intérprete, tanto así sea de temas suyos o temas que elige de sus contemporáneos o coetáneos, como Piazzolla o Julián Plaza”.
El cantante recordó cuando les comunicó a sus padres que quería iniciar su camino en la música. “Los tome por sorpresa un poco, porque de chico dibujaba muy bien y deje de hacerlo por perder el hábito. Dibujaba bien y naturalmente, era el prototipo de chico de la clase que en la prueba de dibujo le terminaba haciendo los dibujos a cinco más. Me gustaba mucho, amaba, me gustaba armar cuadernos de hojas lisas que me compraba, armar y dibujar mis propios comics. Avizoraba tanto y tan claramente eso que a los 9 años mi viejo me regaló un caballete con unos oleos y pinceles espectaculares y ahí deje de pintar. Porque ahí cuando se impone el mandato deja de ser divertido, deja de estar en si la elección. Entonces poco tiempo después, a los 11 años ocurrió lo de la guitarra de mi hermana. Además, recuerdo que tenía 10 años cuando llego insólitamente a mis manos un disco que me regaló una amiga de mi madre, que era el primer disco de rock que escuche en mi vida, “No llores por mí” de Seru Giran. Esa fue mi primera impronta con el rock nacional”.
Al finalizar, el artista recordó la primera vez que tocó en vivo. “Fue un domingo a la tarde, mi viejo hacia poco que había regresado al país después de varios años de vivir en el exterior, mediados del año 1988, y con este rejunte de amigos le pedí a mi viejo si me habilitaba un domingo a la tarde para tocar en La Tangueria. Me había ido a vivir con mi viejo después de no tenerlo durante cinco años y medio. Fue justamente en el transito que te lleva del niño al adolescente. Mi viejo vuelve y automáticamente se encuentra con una propuesta de trabajo que es encabezar el elenco de una tangueria porteña en San Telmo. La casa de mi viejo, a donde me fui a vivir con él, era arriba de la tangueria. Así que eso aceleró y puso a fondo todos mis estados sensoriales a full porque en el horario que tenía que comer e irme a dormir empezaba el show, así que bajaba y miraba los shows. Comía atrás de la heladera, me hacia amigo del personal también, de los músicos, de los mozos que trabajaban. Ahí tuve mi primera vez en el escenario, en la calle Cochabamba y Defensa. La estructura de la casa sigue igual pero ahora hay un supermercado chino, la casa sigue intacta. Años después me enteré que ahí había surgido uno de los primeros pubs al principio de la década de los ochenta donde también habían tocado artistas trascendentales como por ejemplo Sumo”.
Podés escuchar “A Solas Vos y Yo” los miércoles de 17:00 a 18:00 horas por Radio Zónica.