“Desde muy chiquita ya sabía lo que quería ser. Primero quería estudiar medicina, luego me gustaba la idea de ser profesora de historia. Pero entre los 10 y los 11 años empecé a palpitar la profesión cuando jugaba en mi casa a que presentaba eventos. Y engolaba  con la voz jugando. Fue un camino que fui construyendo desde chica. Mientras estudiaba Ciencias de la Comunicación me armé un grupo lindo de gente que me decía que no pierda más tiempo y que me dedique a eso. Entonces cuando estaba promediando el cierre de la otra carrera, corrí un poquito y le hice un espacio a la locución”, evoca la locutora del Grupo Zonica, Anabel Montironi, en torno a los cimientos de su carrera.

Montironi sostiene que “un locutor no es solamente una buena voz, una voz radiofónica o aquel que tiene la forma de hablar con elocuencia y oratoria. Tenes que saber transmitir. Y como trabajé muchos años como profesora de danza, adquirí el don de transferir conocimiento. Y luego se fue dando todo. Siempre tuve en mente que quería estudiar esta carrera y estaba haciendo otra porque las dos primeras veces: (engola)´Instituto Superior Crónica´”.

“Las dos primeras veces era muy pequeñita. Me faltaba crecer, comer más experiencia y reboté. Terminé entrando en el tercer intento. Rendí en el Instituto Superior Crónica y me fue super bien y durante el transcurso de la carrera trabajaba, con lo cual entre la danza, los eventos que surgían y también desarrollaba tareas laborales en Vialidad Nacional, donde hoy soy locutora institucional de la repartición”, describe.

“No te digo que la carrera me resultó más fácil por ese motivo pero estaba más aceitada porque venía con un training bastante exigente. Además venía de la UBA, con una carrera muy pesada. La realidad es que me fue muy bien durante la carrera de locución y dije ´estoy cumpliendo mi sueño´”, concluyó.

Escuchá el programa “Mirada de Espectador” todos los sábados a las 18:00 horas por www.larz.com.ar