
Antonio Grimau: “Entré en el mundo del teatro por golpe de intuición”
Teatro agosto 19, 2025El actor con una larga trayectoria en teatro, cine y televisión habló sobre sus comienzos y contó detalles de sus trabajos más exitosos.
Bueno, Antonio Grimau, vamos a empezar primero porque ocho años te regalaron una pelota de cuero, ahí empezaste a jugar de alguna manera…
Sí, puede ser porque escribí una composición acerca del campo, creo que era el tema, este y bueno, y sí, y gané una pelota que ojalá la conservara hoy, porque decía Fundación Evita, y era una pelota muy chiquita, para un chico, precisamente, era el tamaño más chico de las pelotas de cuero de esa época, con un tiento que, si la cabeceaba, te rompía la cabeza. Después se fue modernizando, y sí, la conservé mucho tiempo, y después estas mudanzas que te llevan la vida, este, se llevó seguramente esa pelota maravillosa que conservaba con tanto cariño. Mirá el recuerdo que me traés, ¡tenía cinco años!
Cuántos recuerdos, porque uno construye y les quedan en el cuerpo, en la piel. Otro que seguro que no te olvidás, el monólogo que hiciste en el Teatrito de Almagro, que viste, qué piola que estuvo ese directo, un aviso que decía se buscan actores, no se dan clases, se buscan actores.
Se buscan actores, sí, sí. Para una obra en particular, el Teatro de Almagro, Charles Chaplin, cuyo lema era “el teatro será pueblo o no será nada”, de Romain Roland que me quedó grabado. Maravillosa frase, a la cual adhiero y seguiré adhiriendo, por supuesto, y que de alguna manera cumplimos con este espectáculo, con las entradas gratis, porque es un proyecto de Cultura de Buenos Aires, junto con el Teatro 25 de mayo, producción de ambos, y la entrada es gratuita, por lo tanto.
No sé por qué todavía hoy obedecía a ese anuncio y me presenté con un amigo que llegó hasta la puerta y cuando vio en penumbra gente que se movía con libretos, me dijo: ´Hasta acá llegué, Antonio, te pido disculpas´. Con Pepe Elizalde teníamos 16 años, y le dijeron: ´Mirá, yo llegué hasta acá y quiero entrar, esto quiero ver de qué se trata´.
Pero yo te digo, a golpe de intuición, porque nunca en mi familia hubo tantos eventos artísticos, ni relación con el ambiente, en absoluto. Y bueno, entré y me quedé cuatro años hasta que llegué a ser protagónicos y dije: ´Esto me parece que es demasiado fácil´.
Esto que decías de lo popular y que seguís teniendo en cuenta, tenés como lema en la vida, ¿es cierto que te quedabas ensayando en el teatro hasta las cuatro de la mañana y de ahí te ibas a laburar a la fábrica de zapatos?
Así es, sí. Y una vez estaban filmando a la salida del teatro, porque cercano al lugar hay un lugar que se filmó bastante, porque es un lugar muy particular. Son, creo que cinco diagonales o seis diagonales que convergen una placita con piso de piedra, con calles de piedra y es un lugar muy particular de Almagro.
Y estaban filmando “Último Piso” con Nacho Quirós, pero los bomberos habían regado la calle y demás, y directamente me quedé sin dormir. Salí del teatro tipo doce y media más o menos, tenía que entrar a las cinco y media a trabajar y seguí de largo y fui directamente al trabajo.
Esa era la pasión y el deslumbramiento que yo tenía, insisto, no sé por qué, porque no hay ningún antecedente que la sangre lo llevara, o a lo mejor, yo recuerdo un tío que, en 25 de mayo, todas mis familias de allá, excepto yo, saltaba a la pista del circo a desafiar al oso para boxear. Es el único antecedente artístico, muy entre comillas.
Te voy a seguir preguntando, también pinta, ¿sos pintor?
Tengo una cuenta en Instagram que habla de mis cuadros, por sugerencia de Antonia, mi hija. yo iba a Recoleta porque mi pareja de ese momento tenía una pareja amiga que pintaban, los dos eran pintores, y daban clases en Recoleta, y te invitaban a pegar en los vidrios que todavía hoy están en Recoleta, papeles y te daban unos crayones para que, sobre todo criaturas o gente adulta también, y a mí me interesaba, pero en realidad iba a acompañar a mi pareja. Al tercer sábado que me insistieron en que pintara, dije bueno, entré a aburrirme y pintar algo, y pegué papeles y empecé a pintar y me encantó.
Y salían colores combinados, inesperados, y me pareció, como soy naturalmente curioso, como con el teatro aquella vez, empecé a practicar, me compré pinceles y me compré materiales, después ya mucho más adelante hice un curso de casi un año y medio en bellas artes y después tomé clases particulares con un gran profesor y bueno…
Vos dijiste pareja, y por supuesto que sabemos que la hermosa pareja que tuviste con Leonor Manso. Contá esa anécdota de cuando Moser buscaba un actor que no fuera conocido y la fuiste a buscar también a ella, que estaba lavando, ¿cómo fue?
Claro, sí, yo estaba haciendo “Chips with Everything” de (Arnold) Wesker, mi primer trabajo rentado en teatro, después de aquel paso por el teatro independiente, y estaba ganando muy bien, tenía un buen sueldo, un lindo personaje, una obra muy interesante, y estaba también Poncho de Gracia, que estaba en “Matrimonios y Algo Más”, con Hugo Moser, y me empezó a decir: ´Mirá que Moser está buscando una pareja de actores desconocidos, ¿por qué no te presentan?´, y yo la verdad que no tenía ganas, había recorrido dos años canales sin ningún resultado, y le decía: ´Mirá Poncho, dejame disfrutar de esto ahora que por fin enganché algo´, es un fastidio pedir trabajo, a las perdidas fui y me dijo Moser ´te esperaba temprano, primero en la lista de actores que yo tenía, tenía como 10 actores asignados, y te presentás recién ahora´, le digo: ´Sí, bueno, me demoré´, a lo que me dice: ´Bueno, presentate mañana a una prueba de cámara´.
Fui a la prueba de cámara, que fue un parto, tuvo la grabación de “Matrimonios y Algo Más”. que eran 12 primeros actores, más o menos, entre ellos Susana Giménez, estaba también en el elenco, pero grandes actores. Y bueno, hice la prueba de cámara, perfil derecho, perfil izquierdo, sonreí, paradito en el medio del estudio delante de todas esas figuras, y me dijo: ´Bueno, está bien, me gustó la prueba´, cuando salgo de ahí, me dice Poncho: ´Vos no tenés una compañera que es actriz también, si es conocida o no, por qué no la vas a buscar´, ¿vivís lejos? ´, – ´no, acá a dos cuadras´, y Leonor estaba lavando ropa, en un edificio de la calle de Tacuarí, muy cercano al canal.
El remate maravilloso es que volvimos al canal, entramos al estudio, Moser me dijo ´ ¿qué pasó? Me dijo Poncho, que usted estaba buscando también, ah sí, ¿quién es? Esa chica que está allá atrás, se dio vuelta, la miró y dijo, ´queda contratada´.
Bueno, conta (Juan Carlos) Gené porque también sé que te fuiste una hora de teatro y tenías la contradicción si le decías o no, porque no quería verlo. Contá todo lo que quieras de él.
Después modificó esa conducta como maestro, pero no te dejaba trabajar en nada hasta que no estuviera formado después de los cuatro años de cursar con él. Y yo merodeaba siempre por el viejo Canal 7, la calle Viamonte, y un compañero, un chileno, del cual ahora no me acuerdo el nombre, pero le estoy muy agradecido, me dijo: ´ ¿Vas a andar siempre por acá? ¿sos actor? ´ – ´No, en realidad soy estudiante de teatro, pero estoy viendo el ambiente´.
Y dice:´ ¿Con quién estás estudiando? ´ – ´Con Gené´. ´Ah, qué interesante. Bueno, yo te puedo dar un papel. Es un casamiento, una obra de un autor argentino que tenés que decir viva a los novios´. Ese era mi bocadillo. Claro, y me creó un problema, porque había que decirle a Gené, no podía traicionarlo. Las mentiras tienen patas cortas. Y me atreví, le dije: ´Mire Juan, yo estuve merodeando, qué sé yo, hizo el relato y me aceptaron para un papelito´.
¿Y cómo fue él como maestro? ¿Qué te quedó que no lo olvidás más?
Un ser humano deslumbrante. Como maestro, nos formó en lo técnico, en lo profesional, en lo ético. Cuando regresamos, nos dijo: ´Bueno, ahora ustedes están formados para ejercer debidamente la profesión. La prioridad es vivir de la profesión. No venta de libros, no vivir de cualquier otra cosa que no sea para lo cual se han formado debidamente. Son actores, vivan de la actuación´. Y a mí eso me quedó. Fue una flecha de fuego en la cabeza. Un tipo que fue un sindicalista brillante y un autor brillante, un dramaturgo brillante.
Era un tipo que te hablaba de los griegos y quedabas con la boca abierta y te hablaba de cómo preparar el mate con cascarita de naranja y también quedabas con la boca abierta. Un genio, un genio superdotado que, de verdad, yo le debo todo.
Y, bueno, y más allá de los exitazos enormes y maravillosos en la tele, pudiste hacer semejante papel y riesgo con “Los Invertidos”, ¿no? Una obra que brilló. Contá cómo fue eso.
Yo en ese momento era el galán de las tardes de Canal 9 en las novelas con Cristina Alberó. Alguna alta comedia de vez en cuando. Siempre en Canal 9. Y era muy difícil desprenderme de esa imagen de la cual yo quería desprenderme no por desagradecimiento porque a mí el rol de galán no hizo más que abrirme puertas.
Yo realmente muchas veces decía qué vergüenza haberme preparado como me preparé para hacer telenovelas. Y era un prejuicio realmente estúpido porque es un paso más por la profesión que no es nada fácil por otra parte porque se ha subestimado mucho el teleteatro como género y realmente no es algo fácil de hacer. Un poco lo refleja “Déjame Amarte”.
Que es un poco el teleteatro, pero desmedido un poco la sobreactuación que no es nada fácil para no desbordarse salvo que tengas una directora como Irina (Alonso) que te siente… Para que no se pasen. Y aparece esta propuesta, Emilio Alfaro era director nada menos que del San Martín que yo pasaba por las veredas y decía: ´ ¿Cuándo trabajar en este teatro? ´. Y bueno y la propuesta era hacer “Los Invertidos” con dirección de Alberto Ure y yo llegué a una entrevista con él y me dijo: ´ ¿Con quién estudiabas? ´ y bueno siempre llené una carta de presentación muy importante ya le interesó eso me dijo bueno, yo te voy a tener a
prueba unos 10, 15 días a ver si rendís después me confesó que el primer día que ya sabía que yo iba a ser el personaje, pero como estrategia me puso en remojo esos 10, 15 días. Y fue la verdad que soñado porque la obra fue un suceso de casi dos años y medio en cartel y recibimos todos los premios habidos y por haber.
Escuchá el programa “Viva el Teatro” todos los lunes a las 14:00 horas por www.radiozonica.com.ar