Bárbara Bonelli:”La sociedad sigue con su patrón cultural, falta entender la inequidad de género”
Política marzo 16, 2022La Defensora del Pueblo Adjunta en la Defensoría de CABA conversó con "El Arranque" sobre el manejo de la Defensoría post pandemia y los proyectos a futuro.
Bárbara Bonelli es Licenciada en Ciencias Políticas y Magíster en Administración y Políticas Públicas. Fue secretaria parlamentaria del bloque Suma Más en la Legislatura en los años 2013 y 2017, fue secretaria parlamentaria del bloque de Evolución Radical en la Cámara de Diputados entre los años 2017 y 2019, y desde marzo de ese año es defensora adjunta en la Defensoría del Pueblo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
En cuanto a qué sumaría a sus ideales políticos, la Defensora afirmó: Agregaría que seguimos trabajando en todos los objetivos planteados, la verdad es que estoy muy contenta de rol en la defensoría porque tuve una experiencia más bien parlamentaria, y la defensoría te añade la posibilidad de estar con una cercanía a los problemas. Siempre digo que la defensoría es como un termómetro de los problemas, porque llegan los problemas y eso te permite estar cerca de la visión de las personas, que son destinatarias de las políticas de Estado. Eso es muy importante porque es la manera de saber efectivamente si, cuando alguien pensó un buen diseño de política, se llega a resolver el problema o que sea adecuado para esa persona. Esa cercanía y roce con ciudadanos y ciudadanas me gusta mucho.
Su visión respecto al manejo de la pandemia en la ciudad y barrios carenciados. Yo diría que hubo etapas. Hubo una primera etapa de coordinación muy fructífera, donde me ha tocado ir a los consejos y mesas participativas, porque en los barrios se debate de una manera muy participativa, donde había representantes, funcionarios y funcionarias, coordinando activamente para detener el aumento de casos. Después hubo un momento en donde esa coordinación se resquebrajó, hubo muchos funcionarios y funcionarias que le pusieron el cuerpo a la pandemia, como también miembros de la comunidad; y hubo también una suerte de retirada por momentos, de las oficinas que siempre estuvieron en los barrios. Hubo que atender mucho a esa retirada porque, con la costumbre de que los organismos se encuentran en los barrios, era la distancia y dificultad de hacer los trámites por internet. Había que readaptar a esa nueva dinámica, creo que se hizo acordemente pero tuvo sus momentos de dificultad y desafíos.
Respecto al funcionamiento de la Defensoría en los dos años de pandemia, Bonelli aseguró: Con mis compañeros y compañeras defensoras siempre estuvimos en la calle, recorriendo hospitales, escuela, estando en los barrios. La Defensoría modificó un poco su esquema de atención, mantuvo los canales virtuales y telefónicos, pero una innovación que para mí fue algo positivo y espero que sostengamos, fueron todo lo que son operativos en la calle. Montamos muchos operativos de atención con gazebos y computadoras, donde los vecinos y vecinas van de una manera más descentralizada en los barrios. Estuvo bueno porque por un lado era una instalación del organismo, y por otro era la cercanía frente a personas que les resultaban complejos los medios digitales.
Incorporación de herramientas para brindar más apoyo a los barrios carenciados. Hay que repensar esa estrategia de presencialidad. Creo que todavía nos falta la apertura de sedes o espacios donde solíamos estar, y si bien estamos en la dinámica de post pandemia, todavía falta para retomar la presencialidad plena, creo que nos queda un caminito que estamos recorriendo. Algo virtuoso creo que fue el haber estado en los barrios en el marco de la pandemia, la posibilidad de escuchar a muchas demandas que surgieron en ese momento en particular. Me pasó estando en la Villa 31 donde estuve mucho tiempo asistiendo. Al principio todo estaba focalizado en la cuestión de los casos y cómo detectarlos, y una vecina en el marco de esas reuniones dijo “No subestimemos la cuestión de género, las mujeres están encerradas en sus casas con sus agresores”. Y a partir de eso, desde la Defensoría incentivamos un espacio de trabajo con el Gobierno de Nacional, con el Gobierno de la Ciudad y organizaciones de la comunidad que trabajan la temática, que tuvo como resultado después de muchas reuniones, la apertura de un espacio de atención para mujeres en situación de violencia, para personas miembro del colectivo LGVT, que hace una semana cumplimos un año de funcionamiento. La verdad es que fue muy virtuoso lo que pasó, porque es una oficina donde atiende no solamente la Defensoría, atiende la Dirección de la Mujer, atiende el Ministerio de Seguridad de la Ciudad, atiende la Defensoría General de la Nación, la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Ciudad. Logramos en una misma oficina coordinar el trabajo de una forma muy amoldada, porque todavía no teníamos la presencialidad plena entonces muchas personas se atendían de manera virtual. En ese camino surgieron muchas cosas que para mí son muy virtuosas y me enorgullece haber empujado y trabajado en ellas, pero en definitiva fue algo que la dificultad y circunstancias obligó a algo como es la coordinación.
La Licenciada en Ciencias Políticas también compartió su reflexión sobre el cambio en la sociedad respecto a la lucha de las mujeres. Creo que se consiguió mucho, a fuerza de lucha, militancia y trabajo. Lamentablemente la sociedad sigue con su patrón cultural muy arraigado, y además también con algunas cosas que a veces pasan, siento que todavía falta entender la inequidad de género. Escucho a varones por lo general que dicen “Bueno pero eso no pasa porque sos mujer, eso no es un tema de género”. Y cuando lo analizas y comparas con situaciones similares que pasan con varones, claramente es un tema de género, lo que pasa es que a veces es contrafáctico. Con respecto a las tareas o políticas pendientes, hay un tema que me tiene muy obsesionada ahora y es cómo es el trayecto de una mujer una vez que hace una denuncia, incluso una vez que ya tiene una medida de protección. Venimos detectando mucho que las medidas de protección son constantemente violadas o quebradas, sin una consecuencia penal o legal y es algo que no podemos tolerar, porque si una mujer atravesó una violencia de género, llevó adelante las denuncias y se encuentra en esa situación en donde el Estado siempre es responsable, pero en esa situación tiene que protegerla más, no puede ser que se permita que las personas violen las medidas. Y por otro lado, lo que refiere las tareas de cuidado, que creo que también y últimamente con estos mensajes que se dieron a conocer de padres de criaturas que les comentaban a las madres de su no responsabilidad de paternidad, las mujeres no tenemos esa opción. Podemos dar en adopción, pero esa liviandad de decir “No estoy, no me da el tiempo o el cariño me lavo las manos”, es una delegación total en la que incluso cuando interviene la justicia con alimentos o regímenes de visitas, no las cumplen. Todavía faltan herramientas para empujar esa responsabilidad mutua, esa responsabilidad maparental que es compartida y que hay que tomar noción de eso.
Para finalizar, Bárbara Bonelli comentó sobre los cambios que se vienen realizando en el trabajo contra la trata sexual en la ciudad, desde la Defensoría. El año pasado creamos un observatorio de la trata desde la Adjuntía, en conjunto con varias áreas de la Defensoría, donde trabajamos fuertemente en la importancia de que las sobrevivientes de la trata tengan un lugar donde recurrir para su asistencia. Presentamos dos proyectos de ley sobre el tema, uno que es para la creación de un programa de asistencia económica directa para las víctimas de trata. Sé que a veces dicen “Bueno, otro programa más de asistencia económica”. Las víctimas de la trata son personas que estuvieron privadas de su libertad, en algunas oportunidades privadas del acceso a todos los derechos, sometidas a violaciones físicas, psicológicas y de todos los tipos, desplazadas de su lugar. El delito justamente en lo que incurre es en el traslado, muchas veces en la desvinculación absoluta de sus núcleos familiares y sus redes de contención. Amerita tener un subsidios económico para este grupo de personas, que tampoco es que desfinanciar al Estado, ahora como ese proyecto no viene teniendo mucho avance, presentamos otro proyecto que en realidad lo que busca es saltear los impedimento burocráticos que se le dan a las víctimas y sobrevivientes para acceder a programas existentes. Las víctimas hoy, por lo general, acceden a los subsidios habitacionales, porque obviamente cuando son rescatadas no tienen donde vivir entonces se les brinda eso y muchas veces tiene reglas que exigen documentaciones, y una víctima de trata no tiene manera de acreditar eso. Siempre se termina resolviendo pero es una ida y venida de papeles, si es víctima de trata, esos requisitos no deberían aplicar. Queremos resolver un poco esos impedimentos que muchas veces llevan tiempo, desprotección y vulneración de derechos, por eso presentamos este proyecto también en la Legislatura.
Podes escuchar “El Arranque” de lunes a viernes de 10:30 a 12:00 hs por Radio Zonica