Mucho antes de convertirse en candidata a Secretaria General del Sindicato Nacional de Danza, Catalina Jure fecundó la pasión por la danza. El primer escalón hacia un presente que sigue dando lugar a nuevos horizontes: “Me parece una disciplina hermosa, de la que disfruto y llevo adelante como profesión. Y no es solamente como parte de la cultura y el disfrute, es algo que nos conecta tanto con el cuerpo, con la vida, con el otro. La danza tiene un punto de conexión con cosas lindas. Pero además de eso le damos una vuelta de tuerca y lo convertimos en un canal para generar y crear ideas y conceptos. Tengo un compañero que me decía que al elegir caminar por el arte implica atravesar dos barreras: Una es la de la familia. Y luego uno mismo hacerlo carne, convencerse que es así. En mi caso mi familia siempre me apoyó. Más allá de encontrar el goce en esto, lo llegué a entender como una herramienta de transformación, como algo que toca fibras sensibles en el otro”.

“La realidad es que milito (Partido Obrero) desde muy jovencita. incluso en el colegio con el centro de estudiantes. La verdad es que cuando me formé, cuando empecé a estudiar en la UNA y me sumé al centro de estudiantes, esa fue mi primera aproximación a la arena gremial. Fue un paso pequeño pero muy importante. Eso me enseñó sobre los espacios gremiales democráticos, de las asambleas, de la participación. De lo hermoso que es construir con los pares y darte cuenta que tenes tantas cosas en común atravesadas por lo educativo respecto a nuestras necesidades”, expresa, en torno a su inmersión natural en la política argentina.

Precisamente, Jure no le escapa, sino que más bien establece una aguda lectura sobre el gobierno que lidera Javier Milei: “Llego a la conclusión que no pensamos igual pero por eso no te voy a odiar. Eso en el terreno de las ideas, después creo que es algo bueno en algún punto. Me gusta cuando traspolamos los debates al terreno ideológico. Considero que es un absurdo lo del presidente porque es una manera de boicotear el debate político, una especie de censura del debate. Sin embargo, para la izquierda es una oportunidad para hablar del comunismo, del liberalismo, del fascismo, es decir, de llevar eso al terreno de las ideas. De repente es una oportunidad”.

“Por ejemplo para hablar con los socialistas acerca de qué es el socialismo. ¿Larreta es socialista? Pienso en un lugar donde se pueda disputar la juventud que hoy se cree liberal, y en muchos casos está falta de fundamentos y no está basada en la realidad. Pero a la que habrá que proponer otras opciones. Milei le planteó a los pibes una salida mágica para todos los problemas, lo que tenemos que hacer es ir a charlar con esos chicos”, culmina.

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