
Cecilia Figaredo: “Cuando estoy arriba de un escenario soy la Cecilia autentica”
Arte abril 29, 2020La bailarina habló en "Cuchame" sobre su carrera y la pasión por la danza.
Cecilia Figaredo es una bailarina de ballet argentina. Se formó en el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón y con Lidia Segni. En 1990, ingresó al Ballet Argentino de Julio Bocca. Trabajó con coreógrafos como Ana María Stekelman, Oscar Araiz, Mauricio Wainrot, Julio López y Margarita Fernández. Acompañó a Julio Bocca en su función de despedida. Realizó junto a Eleonora Cassano y Hernán Piquin las obras “Perfumes” y “Tango de burdel, salón y calle”. La bailarina habló sobre el aislamiento obligatorio por la pandemia del coronavirus. “Es raro estar recluido. Más con la necesidad constante que tenemos corporalmente los bailarines de movernos. Es como oxígeno moverse, desplazarse. Sueño mucho eso. En casa hoy en día hago mis cosas, mi entrenamiento. Además soy docente así que doy clases a través de las plataformas virtuales pero no es lo mismo. Es todo en un pequeño espacio, extraño mucho el poder desplazarme en un salón de danza”.
En ese sentido, la bailarina dijo que “para mi bailar es mi esencia. Por ahí caigo en clichés pero es eso, es mi esencia. Si me preguntas el lugar donde me siento más libre, donde soy más Cecilia autentica, es arriba de un escenario. En la vida uno va atravesando pequeños personajes de uno mismo, si estás como mamá en una reunión escolar, sos mamá; cuando estás con tus amigas de toda tu vida, sos de otra manera. Uno tiene diferentes personalidades dentro de una misma. Yo cuando estoy arriba del escenario siento que esa es la más pura, la más transparente, me siento yo misma y me siento muy libre. Eso es para mí bailar. Siento placer. Se abre el telón y no le tengo miedo a nada. Es mi lugar en el mundo y es ahí donde no tengo miedo. Siempre fue así, siempre quise bailar, desde chica. Siempre que salí a un escenario no fui presa de los nervios. Por supuesto que hay nervios lógicos de cualquier estreno pero nunca me negaron la posibilidad de disfrutar. Desde la primera vez que pisé mi primer escenario que me sentí así”.
Sobre su trabajo como docente, Cecilia Figaredo contó que “les hablo bastante a mis alumnos. En la danza clásica académica, en el ballet, es complejo porque es tan técnico y una técnica tan difícil que muchas veces los chicos están tan tensos, están concentrados y es difícil. Pero yo les hablo y les digo que ellos tienen que buscar desde las clases su propia personalidad a pesar del ballet. Les digo que se puede encontrar, que es una búsqueda que continua siempre. Es buscar la manera de expresar a través de la técnica. Es una búsqueda constante. Les cuento de mi experiencia o les hablo de bailarines que para mi tienen una expresión particular, propia. Después también soy consciente que por más que uno hable mucho, hay cosas que se llevan o no se llevan. Por ahí te encontrás con bailarines más fríos, que pueden ser divinos pero son muy fríos y es difícil que emocionen”.
Respecto a la popularización de la danza, la bailarina manifestó que “a mí me encanta la popularización de la danza. Esta buenísimo. Lo viví mucho hace años atrás con Julio. Él fue uno de los primeros en sacar la danza a la calle, a los bosques de Palermo, a la cancha de Boca o de River, para que todos tuvieran acceso. Debe ser así. Después te puede gustar o no pero darle esa posibilidad a la gente está buenísimo. Con el “Bailando” eso ha sido un furor grande. Se multiplicó con el asunto de los estilos diferentes que se bailan en el programa. Los estudios se han llenado de alumnos queriendo hacer diferentes estilos. Eso está buenísimo porque es trabajo para bailarines y maestros. Es algo lindo. La danza es terapéutica. No es necesario querer ser bailarín o ser profesional de la danza. Si a la señora le hace bien ir a hacer una clase de ballet que vaya. Hace bien moverse en todos los sentidos, la sangre circula. Está bueno. Cuando estoy parada mucho tiempo sin bailar me doy cuenta, como si la sangre me pidiera que me mueva”.
Al finalizar, la docente recomendó la danza como una actividad terapéutica importante para el cuerpo y el alma. “Es importante que se acerquen a la danza que más les guste, a la música que más les atraiga. La danza va ligada a eso: si te gusta la música flamenco podes bailar flamenco. Hace muy bien como ejercicio físico y como ejercicio del alma. Vayan a ver danza, la danza es arte, es música, es todo junto. Para mi es terapéutico, es renovador, no entras a ver un espectáculo de danza y te vas igual. Algo te va a pasar, algo te va a movilizar, lo mismo cuando haces una clase de danza, entras de una manera y salís mejor. Lo recomiendo un montón. Para el que por ahí le gusta y no se anime, que se animen. Van a ver que el resultado para el alma es muy gratificante”.
Podés escuchar “Cuchame” los miércoles de 15:00 a 16:00 horas por Radio Zónica.