Claudia Albertario: “Me fui con dos valijas grandes, dos valijas chicas y mi hija de 4 años y medio”
Espectáculos diciembre 16, 2024La modelo pasó por "¿Por qué nadie me lo dijo antes?" (Lunes 20 hs por Radio Zonica) y habló de su presente fuera del país.
Para la conductora Claudia Albertario, la vida dio un giro absoluto cuando decidió mudarse a Miami con su familia: “Hice un curso de algunos meses que pude compactar en menos tiempo, hay mucho que estudiar, hablo de un libraco bastante grande y en una semana lo asimilé. Y estoy en una compañía que se llama Fortune, y que es la número uno del sur de la Florida, que es un broker semejante a una inmobiliaria. Lo que me pasa es que hasta no logro lo que anhelo, no paro.. Soy hasta exagerada, me paso de rosca pero creo que así funcionan las cosas. Tengo una hija de 15 años (Simona) y Dante que tiene 7, que nació allá. No era mi lugar en el mundo, ahora sí lo es. Donde elijo estar estoy bien, lo terminé haciendo mi lugar. Miami tiene la idiosincrasia nuestra, además hay muchos argentinos. Me parece un flash cuando de repente veo carteles que están escritos en inglés y sentir que estoy en los EE UU, porque me pasa que a veces no lo siento. Porque con mis hijos hablo todo el tiempo en español para que no pierdan el idioma, teniendo en cuenta que tienen 8 horas de inglés en el colegio. Y ya le vamos dos idiomas ya de entrada. Aparte Simona está estudiando italiano y Dante tiene chino mandarín en la escuela. Al principio de mi llegada a norteamérica estaba con rivotril, porque tenía un contrato en Telefé, en Señores Papis, que era un programa que recién comenzaba donde interpretaba a un personaje que jugaba con Joaquín Furriel”.
En estas emisiones, la conductora explora la ciudad con una mirada atenta y curiosa. “Siempre descubro algo nuevo en Miami, es impresionante”, relata con entusiasmo. Durante una de las grabaciones, Claudia vivió una experiencia que aún la llena de asombro: pilotear un hidroavión en medio de un viento feroz, preludio de un huracán. “Sentí adrenalina y miedo”, confiesa. Desde lo alto, el paisaje parecía un espejismo, con casas flotantes que se mantenían erguidas en el azul infinito, vestigios de la época de la prohibición de alcohol en los años 60, cuando millonarios construían sus mansiones sobre el agua, fuera de jurisdicciones estrictas. “Parecía Maldivas, desde el aire veía el agua turquesa transparente y las casas en el medio del agua. Es una locura hermosa. Te vuela el bocho”, narra con un brillo en los ojos, un descubrimiento inesperado tras más de una década en la ciudad.
—Sí, yo creo que es mi lugar, porque tengo a mis hijos acá, que van al colegio. El chiquito (Dante) nació acá. Conoce más Estados Unidos que Argentina, y Simona vino a los cuatro años, hoy tiene 15, pero por suerte viajamos bastante a Buenos Aires. Dante, por ejemplo, acaba de llegar de Argentina, con el padre. Fueron a visitar a mi mamá de sorpresa. Fue muy lindo, porque siempre estamos muy pendientes de la familia que nos quedó allá. Siempre estoy en contacto con todos. Así que aunque mi familia está en su mayoría en Miami, lo que queda en Argentina es muy importante para mí. Incluso, participo en las elecciones a Presidente y trato de mantener ese vínculo vivo. Si me surge un proyecto en Argentina que no me aleje demasiado tiempo de mis hijos, lo acepto con gusto.
—¿Cómo lográs balancear tu carrera profesional con la vida familiar?
—No es fácil, pero lo consigo involucrándome en proyectos que me apasionan y que se alinean con mi vida familiar. Por ejemplo, además de mi trabajo como conductora y actriz, soy cofundadora de Dreamers, una empresa de networking que ayuda a otros a relocalizarse en Miami, algo que conozco de primera mano por mi experiencia. También tengo mis responsabilidades en bienes raíces y, por supuesto, ser mamá es una prioridad. Todo esto me mantiene muy activa, pero es importante para mí estar presente tanto en lo profesional como en lo personal.
—¿Qué te llevó a crear la empresa de networking?
—La idea surgió de la experiencia que tuve al mudarme con mi familia a Miami. Cuando llegás a un nuevo lugar, hay un montón de cosas que hacer y entender, desde los colegios para los chicos hasta los trámites de visa y la apertura de empresas. Así nació la compañía, junto con la hermana de Jero, Emanuela Valdivia y otras mujeres que lideramos este proyecto. Ayudamos a las personas a asentarse en Miami de manera más sencilla y organizada, ofreciendo una red de apoyo que facilita el proceso.
—¿Trabajás con tu ex cuñada?
—En realidad, ella es la founder (fundadora). Somos tres mujeres que la manejamos, y está buenísimo porque tiene mucho que ver con lo que yo estudié y estoy desempeñándome hace ya casi dos años.
—¿Cómo te llevás con tu expareja?
—Muy bien, tenemos muy buena relación. Compartimos muchas cosas juntos. Con la familia de Jero también. Compartimos momentos, viajes. La verdad es que estamos en un momento muy bueno familiarmente hablando y ojalá que siempre sea así. Apuntamos a que sea así para los chicos, nuestros hijos. Para siempre.
—¿Cómo te sentís con la nominación al Martín Fierro?
—Muy feliz, no lo puedo creer. Porque nunca fui entrevistadora, siempre fui entrevistada. Está bueno. Me divertí mucho con la nominación.
—Siempre te gustaron los deportes de riesgo..
—Sí, me encantan. Una vez hice un programa con Mateyko en La Movida del Verano, con deportes de riesgo y siempre llevábamos a un famoso a hacer cosas. Una vez me acuerdo que nos fuimos con Luciano Castro e hicimos un montón de cosas por la Argentina. A mí me alucinó eso. Con Marley también hice algunas locuras. Por eso al programa (Argentinos en Miami) quisimos darle esa cosa fresca, de riesgo, de deporte de Miami. Desde un costado de mostrar la ciudad desde otro lugar.
—¿Te gustaría volver a trabajar en el país?
—Me encantaría. En realidad, siempre me tienen en cuenta para Argentina. Lo último que hice fue The Challenge, en Telefe y me acuerdo que me fue muy bien. Llegué a la final y pensé que me iba a ir a la primera semana, pero me terminé quedando hasta el final. Recuerdo que se me terminaron las cremas y todo porque no pensaba quedarme (risas). ¡Y me fui 45 días de mi casa!. Fue un montón. Extrañaba mucho, encima de ahí me propusieron ir a Sudáfrica a hacer el Challenge de allá. Me fue muy mal, pero porque ya estaba cansada. Quería volver a mi casa. En total, todo me llevó 45 días. En realidad, me había ido por tres semanas, y por eso acepté. Y bueno, después se fue dando. La operaron a mi mamá. Me quedé ahí y todo fue surgiendo de manera inesperada.