El constitucionalista Félix Loñ señaló que sienta un mal precedente institucional. Por su parte Fernando Sánchez defendió la decisión presidencial

Por Francisco Bulacio

La designación por parte del presidente Mauricio Macri de nombrar a Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz para completar las bacantes de la Corte Suprema mediante un decreto provocó críticas en relación a la validez de la acción presidencial. Según el constitucionalista Félix Loñ quien dialogó con el programa El Arranque consideró que ”no debió haberse hecho esto sino haber buscado consensos para lograr tener jueces definitivos, porque un juez nombrado en comisión está en estado de precariedad porque no tiene una designación permanente” El especialista consideró que aunque el decreto cumple con los términos legales, deja un mal precedente institucional y se trata de un caso ”insólito a esta altura de la evolución de nuestro país. Es absurdo tener jueces precarios, es una cosa que no se conjuga con el fortalecimiento de las instituciones republicanas.” En ese sentido expresó que “el PRO por si mismo esta muy debilitado, tiene 5 senadores, no puede imponer un criterio, tiene que negociar. No queremos jueces militantes queremos jueces independientes, sean del origen político que sea.”

Por su parte el diputado oficialista Fernando Sánchez defendió el accionar del presidente y consideró que la actitud de Macri “no tiene que ser leído como de anormal o excepcional,  es una cosa paradójica porque algo legal termina siendo como excepcional, hay que cuidar las maneras en las que la sociedad lee las decisiones políticas en una nueva etapa.” En ese mismo sentido el diputado de la Coalición Cívica afirmó que “yo hubiese tomado el riesgo de esperar los 3 o 4 meses que probablemente le tome al senado de aprobar los pliegos”, aunque subrayó que “el decreto es legal, la intensión del presidente fue muy buena porque no jueces afines a él, como intensión está absolutamente aprobada.“

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