Daniel Arroyo: “La pandemia nos hizo retroceder cinco pasos”

Política diciembre 17, 2020

El ministro de Desarrollo Social dialogó en "De Igual a Igual" sobre la actualidad política y social.

Daniel Fernando Arroyo es un político, politólogo y docente argentino que se desempeña como ministro de Desarrollo Social de Argentina desde el 10 de diciembre de 2019. Fue diputado nacional por la provincia de Buenos Aires desde 2017 hasta 2019.

Como especialista en Desarrollo Local, Economía Social, Desarrollo Humano y Planificación Social se ha desempeñado en diversos cargos relacionados al Desarrollo Social y económico. Fue presidente de la ONG Poder Ciudadano hasta 2013.

Se desempeñó como Secretario de Políticas Sociales y Desarrollo Humano de la Nación Argentina y Viceministro de Desarrollo Social durante toda la presidencia de Néstor Kirchner. Luego durante la gobernación de Daniel Scioli en la provincia de Buenos Aires fue designado como Ministro de Desarrollo Social hasta el año 2013.

Fue candidato a vicegobernador de la provincia de Buenos Aires acompañando a Felipe Solá en las elecciones de 2015 por el frente Unidos por una Nueva Alternativa y referente del área de Desarrollo Social del Frente Renovador. Fue director del Banco Provincia de Buenos Aires desde 2016 hasta 2017.

El ministro de Desarrollo Social habló sobre su gestión al frente del ministerio. “Yo vine con una idea clara que era primero poner en marcha la Tarjeta Alimentar, poner un piso a la caída social y empezar a resolver el problema del hambre. Después encargar un conjunto de políticas que tenían que ver con el trabajo, eso es lo que hablé con Alberto y lo que estuvo siempre en mi cabeza. Mi idea en ese momento cando empezamos a poner en marcha la Tarjeta Alimentar y cuando estábamos terminando el proceso, vino la pandemia que nos hizo retroceder cinco pasos. Pasamos de 8 millones a 11 millones de personas que reciben asistencia alimentaria. Realmente ha sido un año muy duro, mucha gente angustiada porque se quedó sin ingresos. Los dos temas para mí centrales que organizan la sociedad son la escuela y el trabajo porque la escuela organiza la familia, toda la familia funciona alrededor de la escuela y el trabajo organiza la sociedad. Fue un año muy duro, creo estuvimos a la altura con muchas políticas sociales que hemos logrado sostener la situación, amortiguar la caída en un año muy duro. No me refiero sólo a nosotros al Estado sino a las iglesias y las organizaciones sociales”.

En ese marco, el ministro destacó que “Desarrollo Social es ponerle el cuerpo, es ponerle alma, corazón y vida. Todos quienes trabajan hacen lo mismo. Recién vengo de una reunión con muchas de las personas que trabajan en el Ministerio y es eso porque yo siempre dije, mucho antes de estar acá, que el Ministerio de Desarrollo Social es lo mejor que tiene el Estado en Argentina porque combina vocación, corazón y vida. Alguien que está a las 5 de la mañana en el impenetrable Chaqueño para ir a ayudar con capacitación, siempre hubo una gran vocación de toda la gente que está en este ministerio porque en los últimos años se le agregó capacitación, estudios y eso le ha dado una posibilidad realmente importante. Creo siempre que solo puede estar en el tema social al que le duele el dolor del otro, cuando voy a un comedor y recorro un barrio, salgo realmente contracturado porque la situación es muy crítica.”

En ese sentido, el funcionario agregó que “hay mucha gente que la pasa mal como también hay gente poniéndole el cuerpo. Nosotros vemos y eso para mí es una esperanza. Quizás hace 5 semanas que viene bajando un poquito la cantidad de gente en los comedores porque hay un poco más de changas de construcción y textil, hay muchos programas de trabajo en marcha”.

Sobre las políticas encaradas por el ministerio, el político dijo que “apuntamos primero a mejorar la calidad nutricional, a mayor consumo de leche, carne y después que los comedores sean centros culturales, de apoyo escolar, centros deportivos y que las familias vuelvan a comer a sus casas. Es un proceso largo y complejo este año porque hubo una mayor demanda en los comedores pero va por ese lado. Tengo tres objetivos para el año próximo: generar 3000 puestos de trabajo, urbanizar 400 barrios porque abrir calles y espacios públicos es también la posibilidad de mejorar cocina y baño de la casa, la piecita de atrás pero también es un gran plan de trabajo. Además, poner en marcha 800 jardines porque los mayores niveles de pobreza se da en los más chicos. Tenemos que lograr que todos los chicos vayan a sala de 3,4,5 años para achicar la desigualdad en los más chicos. Es lograr arrancar igual que todos vayan al jardín”.

Por otro lado, el funcionario contó que “se ve claramente que en Argentina tenemos tres generaciones excluidas. Vemos al joven que no vio a su abuelo trabajar, ese joven ya es papá, esos chicos ya nacieron. Ya es una cuarta generación de exclusión. Cuando se habla de jóvenes que no estudian ni trabajan son jóvenes excluidos y además son padres. Sus chicos están en una situación crítica y ahí hay mucho por encarar. Primero, que todos vayan al jardín, el objetivo que nosotros apuntamos es primero extender los jardines maternales de 45 días a 2 años. Está esa idea que todo papá y cada mamá que están trabajando, los chicos puedan estar en un sistema de cuidados en los jardines maternales para que después arranquen igual la sala de 3, 4, 5 años. Estamos extendiendo a los jardines comunitarios porque hay una cuestión con la pobreza infantil. La segunda cuestión tiene que ver con el tema de viviendas porque el presidente nos traspasó a nosotros hace poco más de un mes un área que es el Registro de Barrios Populares, que tiene 4400 barrios donde hay 4 millones de argentinos hacinados sin agua, sin servicios básicos.”

En ese marco, el ministro agregó que “necesitamos urbanización y esa tarea tiene un fuerte componente a resolver que es el hacinamiento porque no solo hay pobreza infantil sino que el hacinamiento es expulsivo: un chico que está hacinado no tiene lugar ni espacio para estar en su casa, para hacer los deberes entonces se va a la esquina y se empieza a complicar. Esto está muy cruzado con el tema de infraestructura, de mejorar las situaciones de las viviendas de los sectores más pobres y después nosotros vamos a encarar el año que viene un programa para adolescentes de 14 a 18 años, porque la deserción en la escuela secundaria pega un salto grande a partir de los 14 años”.

Por otro lado, Daniel Arroyo aseguró que “este año vale por 10 en términos que hemos tenido un despliegue, una tarea, un esfuerzo y no me refiero sólo al Estado, sino también a las iglesias, a las organizaciones sociales y las escuelas muy importante. El año 2021 es el año de reconstrucción: si este fue el año de sostener la situación, vemos la reconstrucción del trabajo en 5 sectores productivos: la construcción, en la producción de alimentos, en la actividad textil, la que cuidan personas y los que hacen reciclados. Esos cinco sectores son el eje central donde va a estar puesto el trabajo. Este año el presupuesto termina con 300% del presupuesto porque teníamos un presupuesto original de 84 mil millones de pesos y terminamos ejecutando 240 mil millones de pesos, lo que marca el compromiso del presidente Alberto Fernández de empezar por los últimos. Este año fue de 80% asistencia alimentaria y el 20% trabajo: el año que viene van a ser 50 y 50 porque queremos que el trabajo sea muy relevante para nosotros”.

Al finalizar, el ministro de Desarrollo Social dijo que “hablo permanentemente con los ministros de desarrollo social y las ministras de América Latina y hay muchos lugares donde hay rebrotes. De hecho, muchos ministros europeos que habían hecho una proyección se les complicaron mucho. Por eso mucho va a tener que ver cómo sea la evolución de la pandemia. Yo aspiro a que el año que viene que la tarea central de la política social sea la de reconstruir la movilidad ascendente, que el que estudia y trabaja le vaya bien, reconstruir las oportunidades de trabajo y de estudio. Es muy difícil proyectar en una situación única de una crisis económica mundial pero sin duda veo que va mejorando la situación y que el gran objetivo es que haya una hoja de ruta en la Argentina, que alguien estudiando y trabajando le vaya bien”.

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