Diego Latorre:”Hay muchas cuestiones que se dirimen en un partido, no solo la calidad de un jugador”

Deporte marzo 28, 2022

El ex futbolista conversó con "Gimnasia y Esgrima Radio" sobre sus primeros pasos ingresando a la vida deportiva y lo que significa el fútbol en su vida personal.

Diego Latorre es un exfutbolista y actual comentarista deportivo, que desde el 2020 trabaja en la cadena ESPN.

Su primer acercamiento a la vida deportiva, a través del tenis. Me crié los fines de semana en un entorno lleno de deportes Vivía en Paternal, una familia tradicional de clase media, pero en la época en la que todavía no estaban de auge los countries, mi viejo compró un terreno donde no había muchas casas todavía. Esto es en el año 1976, había canchas de tenis y fútbol, entonces dividía el tiempo entre fútbol y tenis. Aprendí agujas muy bien al tenis a los 6 o 7 años, la edad en donde uno tiene más destreza e incorpora todo más fácilmente. Jugaba mucho y bien, y a eso de los 12 o 13 años, cuando verdaderamente ya tenía una inclinación por el fútbol sobre el tenis, tenía que decidir para tomar un camino y apareció Boca. Uno de los socios de Mapuche había sido jugador de Boca, estaba ligado con las inferiores, era una especie de supervisor, cazatalentos, justo me veía jugar los fines de semana, este hombre se llama Mario Sanabria y me reclutó para hacer una prueba en Boca.

En cuanto al armar un equipo de tenis y de fútbol y sus diferencias, el ex jugador dijo: En el tenis el asunto es que tenes que jugar con alguien más o menos de tu mismo nivel, para no aburrirte, no hablo de bueno o malo sino en el mismo nivel para que sea más divertido. El fútbol es un deporte tan diverso, tan fascinante por eso. A veces un equipo de inferior calidad puede equilibrar a otro que es mejor, y hay un montón de cuestiones que se dirimen en un partido, no solamente la calidad de un jugador sino también el estado de ánimo, la emoción, la capacidad táctica y estratégica. El entrar a la cancha y sentirse superior o inferior a veces te genera un mejor estado de ánimo, los momentos del partido, la respiración individual, millones de cosas que hay en un partido de fútbol que nadie termina de entender.

Respecto a su decisión por dedicarse profesionalmente al fútbol, Latorre afirmó: A esa edad cuando uno se toma más o menos en serio el deporte, tenes que entretener en serio de verdad, es una disciplina más exigente que el fútbol, me parece, en el plano físico y de inversión de horas. En cambio en el fútbol se me fueron abriendo los caminos. En el colegio tenía a un compañero que jugaba en una división mayor que yo en Boca, me llevaba a entrenar y los entrenadores empezaron a ver un tipo de comodidad para entrenar y estudiar, porque mis viejos no querían que abandone el estudio, entonces no fui un chico que se entrenó la cantidad de tiempo que entrenaban mis compañeros. Cuando entré a Boca en la octava, en la semana entrenábamos martes, miércoles y jueves, y yo tenía ciertos privilegios y entrenaba a veces el jueves, a veces miércoles y jueves. Los martes faltaba siempre y al principio era lidiar contra un mundo, porque los jugadores que estaban ahí entrenaban todos los días. Las primeras dos o tres semanas que iba con las zapatillas llenas de polvo de ladrillo, o iba a jugar después del fútbol, o los fines de semana jugaba al tenis, muchas veces me las robaron o me decían cosas. Creo que en el fútbol, mi capacidad dentro de la cancha me ayudó mucho para integrarme con los chicos, el primer año hice 25 goles en octava, y salí segundo goleador nacional casi sin entrenamiento. Eso me ayudó, yo tenía una base de entrenamiento y una condición básica.

Para finalizar, Diego Latorre compartió cómo su estilo de juego se relaciona con su vida personal. Creo que jugar es una manera también de expresarse, es parte de la vida. Uno actúa, juega e inhibe de la misma manera. Me gusta agarrar la pelota en momentos donde verdaderamente me pongo a prueba, porque en el diálogo interior a veces soy mi amigo y a veces mi enemigo. A veces los pensamientos no son tan positivos, pero yo lucho y siempre luché contra eso, contra la frustración y negatividad, no tolerar el error mio o de mis compañeros. Creo que hoy a los 50 años eso ya lo tengo dominado, lo eduqué, pero cuando era joven a veces no era tan así. Me hubiese gustado tener otras actitudes o ser un poco más reflexivo en algunos momentos, lo que pasa es que jugar en Boca es tremendo, te llegan flechas por todos lados y tenes que tener la cabeza muy equilibrada en una edad en la que uno no está lo suficientemente maduro. Si tengo que criticarme algo de mi carrera de jugador, es que estaba más conectado conmigo en los partidos más difíciles, lo que parece a priori una virtud, pero uno juega solamente 4 o 5 partidos por temporada o campeonato, donde está la cancha llena. Los otros son partidos de paso, tan valioso, pero en esos partidos necesitaba el inflador del entrenador o de alguien, porque necesitaba el gran escenario para jugar, había un plus en mi cabeza. 

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