
Diego Rubinzal: “En el país los bloques populares impiden que la oligarquía consolide su dominio”
Política febrero 13, 2020El escritor habló en "Cómo Ganar Amigues" sobre los problemas de la economía y la política en Argentina.
Diego Rubinzal es un docente de economía política y autor del libro “Historia económica argentina: desde los tiempos de Julio Argentino Roca hasta Cristina Fernández de Kirchner”. El escritor analizó la problemática de la deuda externa argentina y dijo que “el momento en el cual estuvimos más cerca de ser un país con posibilidades fue a fines de la década del 60, principios de la década del 70, en parte porque fueron madurando un montón de proyectos productivos industriales, que se fueron gestando décadas anteriores. En ese periodo, lo que ocurrió fue que Argentina tuvo un periodo de crecimiento fuerte a tasas muy altas y que además el clásico proceso de economías stop and go siguió pero de una manera mucho más suave. Había posibilidades de seguir adelante con el proceso de crecimiento económico sin que genere una crisis. Todo ese proceso que fue resultado de largas décadas de desarrollo industrial se vio truncado a partir de la dictadura del 76’. Ahí se produjo un punto de inflexión en la historia argentina en todo sentido pero fundamentalmente en el sentido económico, porque a partir de ahí se produce una disociación entre el desempeño de la economía argentina con otras que eran comparables. La comparación con Australia, hasta ese momento Argentina venia acompañando un proceso de crecimiento similar al de Australia pero a partir de ese momento la economía argentina se fue para abajo”.
En ese marco, el docente habló sobre los movimientos pendulares de la economía argentina y aclaró que “englobarlo a todo en el mismo conjunto no corresponde. En general cuando se dice que la democracia tiene muchas asignaturas pendientes desde el punto de vista económico y social, creo que es cierto. Aquello que decía Alfonsín que con la democracia se come, se cura y se educa, vemos claramente que no fue así. Tenemos muchas asignaturas pendientes. Eso evidentemente que en todos estos años se aplicaron distintas políticas económicas, los proceso estuvieron ligados a contextos muy particulares. Fundamentalmente a partir de la década de los noventa, todos sabemos que el gobierno de Carlos Saúl Menem lo que hace es llevar adelante una política neoliberal, cumpliendo con el Consenso de Washington, apertura económica, desregulación, privatizaciones y demás. Esa política lo que hace es terminar de desarticular el entramado industrial en Argentina que siempre fue característico de nuestro país. Lo que no terminó de hacer la dictadura en buena parte lo hizo el menemismo y a partir de ahí esa política desembocó en lo que sabemos, un mega endeudamiento que generó severas limitaciones al desempeño económico. Luego vino una etapa de recuperación que estuvo ligada a los gobiernos kirchneristas que rescataron una idea de un programa de desarrollo con eje en la industria y en la inclusión social, para decirlo rápidamente. Eso tuvo muchos elementos virtuosos y también restricciones, cuestiones que no se pudieron saldar, que tienen que ver con la reaparición de la restricción externa como un problema serio, la faltante de dólares que hicieron que la ciudadanía votase a una fuerza electoral que le planteaba un giro de 180 grados en el programa económico. Ese giro nos llevó a retomar, con las diferencias del caso, con la política de los noventa, en algunas cuestiones con la dictadura militar como el programa económico de Martínez de Hoz, y volvimos otra vez a entrar en esa trampa que es el mega endeudamiento y que le quedó como la herencia que tiene que resolver este nuevo gobierno”.
En ese sentido, el escritor dijo que “los movimientos pendulares ver con lo que algún autor argentino llamó hace mucho tiempo el péndulo argentino, que es eso de pasar de un modelo a otro donde no hay diferencias de grado sino diferencias radicales. Me parece que eso tiene que ver con que hay una suerte de lo que se llama un empate hegemónico, que quiere decir que hay dos bloques de poder: uno es el bloque de poder popular, los trabajadores, los empresarios nacionales y demás, y del otro lado el bloque de poder que tiene que ver con los que plantean un modelo que funciona asentado en una teoría económica vieja, que es la teoría de la ventaja comparativa, que Argentina se tiene que dedicar a producir aquello para lo que tiene ventaja comparativa, básicamente el tema agropecuario, industrias extractivas, alguna industria ligada a lo agropecuario y nada más. El problema del modelo es que tiene algo de lógica que te dediques a lo que tenés ventaja pero el tema es que ese modelo deja mucha gente afuera en una población como la nuestra”.
Diego Rubizal habló sobre las ventajas y las desventajas del “péndulo argentino”. “Hay una cuestión positiva que tiene que ver con que en Argentina, a diferencia de otros países del continente, existe esa puja. Hay un bloque popular fuerte que impide que un sector oligárquico logre la hegemonía. ¿Cuál es el sueño de ese sector? Es algo similar al modelo chileno, antes de las protestas: que haya una porción de la población muy grande que esté excluida y que no se queje. En una sociedad como la argentina eso es dificultoso. Que exista el péndulo es una buena noticia. Ese sector en líneas generales piensa que hay gente de la población que no tiene que tener acceso a determinados bienes, que los salarios tienen que ser más bajos, que la participación del salario en el ingreso debe ser más bajo. No es conspirativo. Ellos se plantean que la resolución de la puja distributiva pasa porque cada uno se conforme con el lugar que les tocó. Hay una parte negativa que tiene que ver con que el no resolverse esta disputa hegemónica, termina siendo un país muy inestable, desde el punto de vista económico, y eso no es bueno. ¿Cómo se resuelve esto? Es muy complejo. Si apelamos a la historia, esta puja existió y terminó en una guerra civil en Estados Unidos entre el norte y el sur”.
Al finalizar, el autor habló sobre el contexto latinoamericano y la pobreza estructural. “Hay un retroceso evidente con distintos periodos históricos. Hubo una etapa de grandes avances fundamentalmente de 2003 a 2011. Desde el 2011 hasta el 2015 hubo un estancamiento y luego de 2015 hubo un retroceso fuerte. Forma parte de las idas y vueltas que tienen los tiempos históricos. Creo que a pesar del retroceso, hoy Argentina conserva determinados niveles de bienestar social y puede sonar polémico lo que voy a decir, pero cuando uno lo compara con otro país, por ejemplo, estuve en Bolivia hace un tiempo en un Congreso de Economía organizado por el gobierno boliviano y asistí a una conferencia que la daba García Linera, que nos mostró con números y demás, el inmenso avance que había hecho el país en todos esos años, lo cual es cierto. Después salí a recorrer Bolivia, a ver la Bolivia profunda, la que está más allá del principal centro urbano y lo que uno veía era muy complicado socialmente. El pobre boliviano con todo el avance estaba muy lejos del pobre argentino. Estaba lejos en cuanto a bienestar social. Eso uno lo ve claramente. Lo ve en bolivianos que vienen a trabajar al país a pesar de las condiciones del país”.
Podés escuchar “Cómo Ganar Amigues” los jueves de 18:00 a 20:00 horas por La RZ.