Eduardo Epszteyn: “No hay decisión política de urbanizar las villas”

Política octubre 17, 2015

El auditor general de CABA dijo que se autorizan obras que rompen el tejido urbano

“No hay una decisión política de urbanizar las villas en el gobierno de Mauricio Macri. Es un trabajo muy fuerte que hay que hacer desde el Estado y no se ha hecho”, dijo en “El Arranque”, Eduardo Epszteyn, auditor general de la Ciudad de Buenos Aires.

Para el funcionario, la gestión en CABA tuvo “un fuerte impacto sobre el espacio público”.

“Es un Estado que no tiende a equilibrar, sino a romper. En la ciudad se autorizan emprendimientos que rompen el tejido urbano”, lamentó.

Con respecto al sonado caso Niembro y los negocios de la administración del PRO, opinó que el gobierno de Macri “ha hecho mucho abuso al elegir a los proveedores en forma directa y poco transparente”.

“En el caso de Niembro, se trata de favorecer a un amigo del gobierno”, opinó.

Sobre el estado actual de la ciudad, dijo que la fragmentación es notable y que la diferencia entre los barrios está más marcada que antes.

“Me crié y crecí en un Palermo donde jugaba a la pelota, ahora es una zona de pubs y bares donde prácticamente no vive nadie”, afirmó.

Acerca de sus funciones, remarcó que “uno hace al cargo y no el cargo a uno”, y confesó que le agrada haber llegado a ser auditor después de desempeñar otros trabajos (N de la R: fue secretario de Planeamiento Urbano, por ejemplo) “porque la experiencia me permite ver cosas que otros no ven”.

Epszteyn también dedicó algunos minutos a hablar de su pasado y a la dura experiencia de ser exiliado.

“Habían secuestrado a la hermana de mi compañera. Primero fui a Israel, pero no me gustó, y luego a Madrid. Era una España muy convulsionada, del posfranquismo, donde todo estaba en revisión, todo estaba cuestionado. Era una explosión la sociedad española, había mucha energía”, recordó.

“Es durísimo estar en el exilio. Yo tenía solo 21 años”, agregó.

Esta realidad comenzó a cambiar luego de la Guerra de Malvinas, que “fue muy movilizante para todos los que estábamos en el exilio”.

Una vez finalizada la contienda bélica, “vimos que se podría abrir una brecha para nosotros. En diciembre ya había decidido que volvía al país, aunque aún estaba en dictadura”.