Enrique Avogadro: “Necesitamos una cultura que permita construir un camino en común”.
Política julio 13, 2023El ministro de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires pasó por "El Arranque" y analizó el desarrollo del área cultural del distrito.
Enrique Avogadro, titular de la cartera de Cultura de la Ciudad puso de relieve la labor de su ministerio y su implicancia social: “Lo que puedo decirte es que es un privilegio gigantesco ser ministro de Cultura de una Ciudad que tiene una agenda infinita. Con un ministerio que tiene un equipo de trabajo de muchísima sapiencia. Es un ministerio que tiene la tarea de poner todos los días una programación de lujo en el Colón, en el San Martín y en el resto de los teatros públicos. En la Usina del Arte, en Recoleta. En nuestras 30 bibliotecas públicas, en los museos. Y más allá de eso, nuestra mirada siempre estuvo puesta en pensar a la cultura como un gran ecosistema. Por eso el gran apoyo a la cultura independiente. Buenos Aires tiene una cultura independiente muy fuerte, con más de 500 espacios culturales independientes, entre salas de teatro, salas de música, centros culturales, galerías”.
“En los primeros tres meses de la gestión aprobamos una ley de espacios culturales independientes que resolvió toda una serie de problemas que había con habilitaciones y clausuras post Cromañón. Había normas que no habían sido adaptadas y hoy por suerte ya es un problema que hace muchos años no tenemos en la Ciudad. Pero además celebramos todos los años el mes de la cultura independiente. Una serie de actividades que promueven al sector, es decir, el gran foco nuestro estuvo en ampliar el acceso a la cultura. Entender a la cultura no como un entretenimiento sino como una herramienta para el desarrollo individual y colectivo. Y como un ejemplo bien concreto, lanzamos con Horacio hace 5 años el pase cultural. Una tarjeta que hoy tienen los chicos y las chicas de la escuela pública secundaria. En esa tarjeta tienen dinero, que solo pueden usar en cultura pero para lo que quieran”, subrayó.
Además, Avogadro explicó que “la agenda de la Ciudad no para nunca, este fin de semana tuvimos una celebración en Plaza de Mayo que realmente fue un momento muy emocionante donde conmemoramos los 40 años de democracia con un evento que duró toda la tarde pero que tuvo como eje central, un show creado donde se destacaron más de 100 artistas de todo el país en escena y una orquesta en vivo con un recorrido por las cuatro décadas de la democracia a través de la cultura. Creo que parte del legado es entender a la cultura como uno de los pocos factores en este país tan tironeado que puede estar por encima de las grietas y las diferencias. La cultura nos une. Nosotros hacemos un esfuerzo muy grande de pensar a la cultura como ese factor de unión. Una imagen que se me viene a la cabeza es una gran fogata donde nos unimos a darnos calor y a sentir el orgullo por nuestra cultura”.
“Y no te hablo solo de la Ciudad, Argentina es un país que culturalmente es diverso, rico y estimulante. El foco también está en la industria cultural creativa. No solo en su valor simbólico sino en su capacidad de generar trabajo, que es algo que el país necesita. Alrededor de un 10% de la economía de nuestra ciudad está vinculada a las actividades culturales y creativas. Cuando vos prendes la tele y ves una serie vas a ver actores y actrices, pero además una enorme cantidad de gente detrás de cámara que no vemos. Yo voy a ver rodajes permanentemente porque me interesa aprender. La música también genera mucho trabajo. Duki acaba de agotar dos estadios de River en pocas horas. Pensa en la enorme cantidad de gente que además de él, se mueve alrededor de la industria de la música”, precisó.
Avogadro dejó en claro su compromiso con el actual jefe de Gobierno porteño: “Yo apoyo a Horacio porque estoy convencido que tiene un proyecto para sacar el país adelante no solo por su capacidad de gestión y por su probado liderazgo de equipos, sino y por sobre todo porque tiene un temperamento justo para esta época. Justamente el país no necesita gente peleandose. No necesita gritos ni promesas de fórmulas mágicas. Lo que necesita es gente que se ponga a trabajar, de pensar en el mediano y largo plazo. Y que tenga el temple y el temperamento suficiente para invitar a quienes quieran esa transformación, a sentarnos a una mesa y empujar todos juntos. La cultura de un eventual gobierno de Horacio será muy federal. Y eso es algo que necesitamos porque Argentina se ha ido centralizando en los últimos años y lo digo con conocimiento de causa, viajando como viajo por todo el país. Es también una cultura que apueste por la innovación. Hoy muchas de nuestras instituciones culturales están pensadas desde mediados del siglo XX”.
“Una cultura que contemple la posibilidad de generar trabajo, no solamente Buenos Aires sino que también los grandes centros urbanos de Argentina, para que puedan tener una industria cultural creativa y muy potente, que genere empleo y que logre que ese empleo se quede allí, porque lo que necesitamos es un país más balanceado en términos federales. Y sobre todo una cultura que en lugar de acentuar las diferencias nos permita construir un camino en común, porque ese es un rasgo del kirchnerismo: buscar un enemigo imaginario para confrontar. Nosotros creemos todo lo contrario”, concluyó.
Enrique Avogadro: “Se puede celebrar los 40 años de democracia sin grietas”
Enrique Avogadro, ministro de Cultura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, dijo que “se puede celebrar los 40 años de democracia sin grietas”.
Avogadro remarcó que “a través de la cultura conmemoramos estas cuatro décadas de democracia” y “va a ser el sábado 8 de julio a las 2 de la tarde, en vísperas del Día de la Independencia en Plaza de Mayo y alrededores”.
Además, expresó que “la cultura es uno de esos valores que está por encima de las diferencias circunstanciales o políticas”.
“Es un festival para toda la familia, con actividades en la calle y artistas invitados”, acotó el funcionario porteño, en tanto que comentó que “a las 6 de la tarde, el número central es un evento que comisionamos a Ricky Pashkus y Pichón Baldinu, un espectáculo realmente impresionante”.
Avogadro añadió que “va a ser un recorrido por algunos de los hitos de estas cuatro décadas, apelando a la memoria colectiva como a la individual”.
En este sentido, aclaró que “nuestra cultura es un espacio de orgullo común” y “tenemos la responsabilidad de hacer un evento donde todos se sientan invitados”.
“Habrá alguna referencia política pero no partidaria, que tiene que ver con la recuperación de la democracia y el primer presidente que fue Raúl Alfonsín”, explicó, y reflexionó: “La democracia tiene luces y tiene sombras, hay asignaturas pendientes”.
“Queda un camino por recorrer, pero sin la democracia no tenemos esa posibilidad de un futuro en común”, indicó.
Según el ministro de Cultura porteño, “las actividades que hacemos jamás han tenido un tono político partidario. La agenda de la Ciudad es la misma todos los años, independientemente si es un año electoral”.
El 30 de octubre de 1983 terminaba una de las etapas más oscuras de nuestra historia y, como sociedad, comenzamos a repensarnos. Nada más potente que una metáfora para reflejar el ánimo colectivo: la “primavera democrática” remite justamente a ese período histórico en el cual la Argentina vio cómo terminaba la dictadura militar y florecían, nuevamente, la libre expresión de la cultura y el respeto a las instituciones.
Del rock nacional, los espectáculos masivos, de las nuevas búsquedas literarias a las películas que exploraban otras maneras de contar, las manifestaciones artísticas se transformaron en una forma de resiliencia colectiva.
Hoy, 40 años más tarde, todos los argentinos celebramos aquella recuperación de la democracia con la firme convicción de no olvidar el pasado, pero con la necesidad de mirar hacia adelante. Nuestro país se convirtió en un faro para la región y el mundo, pionero en la defensa de los derechos humanos y de las libertades civiles. Sin embargo, también es cierto que nuestra sociedad presenta grandes cuentas pendientes; los índices de pobreza, la exclusión y la falta de empleo son alarmantes.
Reconocer que no estamos en el mejor lugar, en el lugar que imaginamos hace 40 años, es el punto de partida para empezar a cambiar nuestro destino. Especialmente el de las futuras generaciones, para las cuales la libertad consagrada es condición necesaria pero insuficiente para su proyecto de vida.
En 1983, el entonces presidente Alfonsín proclamaba que con la democracia “se come, se educa y se cura”. 40 años después recuperar un sueño en común resulta fundamental para que las diferencias, siempre existentes, no afecten el avance colectivo.
La cultura tiene entonces un rol preponderante. En estos años hemos aprendido que permite construir lazos sociales y ciudadanía, y está por encima de cualquier grieta: es donde nos reconocemos y construimos nuestra identidad, tanto individual como colectiva. Ahí donde una obra musical nos envuelve, un libro nos transporta, una película nos hace vibrar, todos somos interpelados. Aunque no necesariamente de la misma forma, las emociones nos igualan de distintas maneras, y nos conducen a la dimensión de la reflexión colectiva.
El campo cultural es un espacio donde la diversidad (de acciones, de estéticas, de pensamientos) resulta enriquecedora. Aceptar esas diferencias con respeto es lo que permite, en definitiva, construir una historia común. Nosotros, los argentinos, celebramos esa tolerancia y diversidad cultural presente a lo largo y ancho de todo el país. Nuestra identidad nacional se construye por la confluencia de distintas geografías, corrientes ideológicas, dinámicas migratorias y civilizaciones nativas.
Por eso, la celebración de los 40 años de democracia nos invita a recordar, reconciliarnos y encontrarnos nuestra democracia, que es la forma que nos representa entendiendo el lugar donde estamos para reflexionar hacia dónde queremos ir.
Desde la Ciudad de Buenos Aires queremos que el espacio público vuelva a ser un lugar de encuentro y respeto entre ciudadanos como anticipo al 9 de Julio de los 40 años de democracia. Para conmemorar la fecha patria, pero también, como una oportunidad para reflexionar sobre nuestra democracia, valorar la libertad y los derechos, encontrar un horizonte en común que nos vuelva a entusiasmar, que nos permita avanzar priorizando todo lo que nos une en tanto argentinos. En ese marco, se realizará Ba Celebra 40 años de democracia.
Queremos que la celebración nos ayude a recordar lo que tuvimos que hacer para conservar la democracia. Hacer memoria es un ejercicio reflexivo que nos permite aprender de lo vivido y valorar lo conseguido. Sin estado de derecho, sin libertad y sin paz, no hay progreso.
También, reconciliarnos con aquello que somos y con lo que aún nos falta. Hacer autocrítica, el sueño democrático no alcanzó a todos. El progreso no llegó de manera equitativa. Pero esto no significa resignarnos, sino inaugurar una nueva etapa y saldar las promesas incumplidas. Nuestra identidad nacional se constituye a partir de la confluencia de diferencias culturales, y esa diversidad que nos enriquece debería ser un ejemplo para superar las antinomias políticas que marcaron estos tiempos.
Vamos a reencontrarnos con una nueva etapa democrática basada en el diálogo, en el bien común, de convivencia pacífica aún en los desacuerdos. Sabemos cómo hacerlo. Somos una sociedad que nunca bajó los brazos. Eso nos trajo a este presente de libertad y nos llevará a un futuro de progreso, desarrollo y trabajo. Que esta celebración nos sirva para pensar este aniversario como un umbral al futuro, en donde los valores que nos unen nos potencien y que, juntos, avancemos defendiendo y mejorando por siempre nuestra democracia.
Ministro de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires