Enrique Muartúa: “Esta cumbre tiene que tratar temas muy importantes para poder destrabar lo que es esta negociación”
Medio Ambiente noviembre 11, 2021El especialista en Negociación Climática de FARN (Fundación Ambiente y Recursos Naturales) conversó con "Estrategia Salud y Ambiente" sobre la situación actual de la cumbre en Escocia, la toma de decisiones y el futuro de las negociaciones.
Enrique Muartúa es un especialista en Negociación Climática parte de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales, cuyos principales objetivos son avanzar hacia la construcción colectiva de una ciudadanía democrática y participativa, con políticas públicas a favor del desarrollo sostenible, a través de la incidencia política, institucional y social en la agenda pública. Actualmente Muartúa se encuentra en la cumbre climática de Glasgow, Escocia.
Estado actual de la cumbre. Escocia en esta época del año es un lugar bastante frío, con mucha lluvia en estos días, no es tan agradable desde ese punto de vista. Pero las negociaciones efectivamente están avanzando, entrando en su recta final. Ya estamos en lo que sería la última parte, los momentos de mayor nivel de tensión, ya que están quedando los temas más coyunturales que vienen sin resolverse desde hace unos cuantos años. Estos temas están sobre la agenda, y justamente lo que está ocurriendo en este momento es que los países están en reuniones, que van a durar unos cuantos días. Recién entrada la noche veremos nuevas versiones de textos y decisiones, nuevas incorporaciones, que en algunos casos generan un montón de problemas y preocupaciones. Esto es una dinámica normal de esta negociación, que si bien están agendadas para el día viernes, es muy probable que se continúe durante el sábado y, en lo personal, espero que no mucho más.
Respecto a la COP 26 y los compromisos de reducción, el especialista dijo: La COP 26 es la reunión anual que tienen todas las partes de la Convención de Naciones Unidas sobre el cambio climático. Este encuentro lo que hace, desde hace unos 26 años aproximadamente, es reunir a todas las partes para negociar acuerdos que vayan en línea con los principios y los objetivos de la Convención de Cambio Climático. En el transcurso, las decisiones importantes han hecho que evolucione la Cooperación Internacional, ha hecho que avancen los procesos de desarrollos de planes estratégicos para avanzar en la lucha contra el cambio climático en todos los países. Lo que se negocia fuertemente son estos acuerdos, que justamente van a habilitar la acción climática en todos los países del mundo, y habilitan sobre todo la cooperación internacional. Es muy importante mencionar que esta cumbre tiene que tratar temas muy importantes para poder destrabar lo que es esta negociación, que viene desde hace mucho tiempo, y que efectivamente en aras de la urgencia que representa el cambio climático y que la ciencia nos viene diciendo desde hace muchos años, pero que este año ha sido muy enfática, poder destrabar esto y que se pueda activar este nivel de acción climática que es necesario.
En relación a lo dicho en la Cumbre de París de 2015, Muartúa agregó: Justamente el acuerdo de París, en su objetivo, dice que los países tienen que alcanzar el objetivo global de temperatura debajo de los 2 grados, con la intención de llegar a 1,5. Este objetivo marca el rango, hay que estar debajo de ese número, pero se reconoce que 1,5 es lo ideal. En ese sentido lo que estamos viendo es que, los compromisos que existen entre todos los países no nos están llevando a ese valor, es decir, estamos por arriba de los 2 grados. En el mejor de los casos, si toda la cooperación internacional se pone a favor, y todos los países aprovechan esa cooperación internacional y mejoran más aún sus compromisos, podemos estar más cerca del rango de esos dos grados. Pero justamente tenemos que destrabar los temas de financiamiento, que es lo que va a dar la confianza para que todos los países puedan avanzar y hacer el mayor nivel de ambición posible.
En cuanto a los 100 mil millones de dólares anuales para financiar la mitigación y adaptación para el resto de los países, aclaró: Si bien ese número está plasmado en el acuerdo de París, a partir del año 2020 y hasta el 2025 y luego negociar nuevas metas más altas, la realidad es que los 100 mil millones de dólares es algo de lo que se habla desde el 2009. Y además, lo que ocurre es que lo que se está negociando ahora, es que lamentablemente la propuesta que viene de los países más desarrollados los que tienen que poner ese dinero es decir “Para el año 2023 van a aparecer los 100 mil millones que tendrían que haber aparecido en 2020, y entre 2023 y 2025 les prometemos que van a aparecer los 500 mil millones de dólares restantes”. Lamentablemente los países más desarrollados están socavando la confianza de todos los países con este tipo de cosas, porque ya estamos hablando de que están en una deuda. Para atender el cambio climático hay que hacer mucho y todo junto. Lo que tienen que hacer los países más desarrollados tienen que hacer un montón de reducción de emisiones, transiciones muy grandes y además proveer de recursos para ayudar a los países en vías de desarrollo a hacer también la transición. Por su parte, algunos países en desarrollo no necesitan la plata para hacer todo, Argentina, China, Brasil, son países que tienen capacidades, responsabilidades y la posibilidad de hacer desde su parte, para la cual también van a necesitar apoyo, pero eso no significa que puedan decir “no hago nada hasta que me paguen”. Eso también es una dinámica que se ve por acá. Es cierto, si los países más desarrollados pusieran este dinero, automáticamente empezarán a fluir las cosas.
¿Qué acuerdos rescata de los que se están firmando? Es importante marcar dos cosas. Por un lado son anuncios auspiciosos, que están buenos desde un punto de vista político, intencional, pero también es importante tener presente que esa no es la agenda de negociación aquí. La agenda de negociaciones es una agenda que depende del acuerdo de París, de lo que es la misma convención del cambio climático. De manera complementaria vienen estos acuerdos, que están buenísimos en cierto punto porque aumenta la relevancia política y le dan un matiz más pragmático, en algunos casos. Entonces, cuando hablamos del anuncio de bosques sobre frenar la deforestación a 2030, aparentemente los países que firmaron potencialmente podrán acceder a cierto financiamiento bilateral que aparecerá por parte de los países firmantes más desarrollados. Terminar con la deforestación para el 2030 quizás es fácil porque nos vamos a quedar sin bosques y no va a haber nada para deforestar. Todas estas cosas tienen que venir acompañadas con metas intermedias, cuestiones que ayuden a dar una intención de por dónde viene esta lógica. Porque sino, estas declaraciones son solamente eso, declaraciones de nivel político. No tiene un mecanismo de revisión de cuentas, simplemente anuncios entre presidentes. Si ocurren o no en el futuro, nadie lo va a recordar. Por eso nosotros hacemos hincapié en la importancia de la agenda de la negociación. El acuerdo de bosques o el acuerdo de metano, se aplica solamente para la parte energética, no para lo que es la ganadería o los bosques. Todo eso está por fuera de la agenda, no va a haber un sistema de rendición de cuentas para eso. Es complementario, está buenísimo que ocurra porque son señales políticas que acompañan esto, pero no creamos que estos tres anuncios son el éxito, o con lo que vamos a rendir con esta cumbre.
Postura de Argentina. Acá el tema por el canje de deuda por acción climática no es un tema que es propio de esta convención, no es necesariamente éste el espacio para trabajar ese concepto. Eso posiblemente sirva para tener buenas discusiones bilaterales en el marco del G20, seguir con la negociación con el FMI. Es algo que es interesante, porque quizás pueda llegar a una manera de generar mecanismos innovadores para aliviar deudas y fomentar la acción climáticos. No vamos a descartar que puede ser una idea innovadora, pero el tema es que no significa “no devolver el dinero”, sino tener una reestructuración de esa deuda, ganar un poco más de tiempo para hacer ese pago. Quedan muchas preguntas alrededor de ese concepto, porque aparte de cuál es la condición para esa reestructuración, también saber quién define cuál es la acción climática, las condiciones de la misma, que pasa si no se cumple con eso, las penalidades. Sin embargo el gobierno argentino lo ha traído aquí, ingresándolo de alguna forma como una de las cuestiones que se van a conversar en el marco de la definición del nuevo compromiso de financiamiento para después del 2025. Es algo que va a llevar un tiempo hasta que madure y se complete.
Para finalizar, Enrique Muartúa aclaró las perspectivas que tiene el borrador de documento final que salió en los medios. En estos momentos es un nivel de incertidumbre enorme pero hay algo muy interesante que aparece. En el marco de esta negociación que es tan grande, hay muchos diferentes grupos de trabajos y temas que se abordan, y en ese sentido lo que es importante es tener presente que hay varios temas con, cada uno, un texto de decisión. Hay uno que es como la decisión general, donde se ingresa a una gran diversidad de temas, y dentro de uno de ellos por primera vez se está hablando de si se incorpora lo que es el sector de los combustibles fósiles, como el problema. Algo que la convención por lo general no menciona, ya que al ser un mecanismo global, que se tendría que aplicar a muchas cosas, nunca pormenoriza lo que son los sectores, esta sería la primera vez que habría una referencia específica a algunos de los sectores. Eso es muy interesante, pero no tienen que sacar la atención de los temas importantes que se vienen negociando desde hace cinco años, uno de ellos, la definición de los mercados de carbono que ha generado preocupación de la sociedad civil.
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