Esteban Prol: “El vincularse se transformó en algo más virtual y nos pusimos todos más sensibles”

Espectáculos noviembre 20, 2021

El actor conversó con "Mundo Magazine" sobre sus inicios en los medios y el reencuentro con el público en próximos trabajos.

Esteban Prol es actor, conductor, músico, animador de reconocida trayectoria en los medios de comunicación nacionales. Con una gran formación actoral, participó en variados programas de televisión y obras cinematográficas. 

De la Docencia a los medios de comunicación. Hay que poder seguir a los chicos, eso es fundamental. En sala de cinco una vez un nene, Nicolás,  me dijo “vos decis todo el tiempo que aprendés de nosotros”, y yo le respondí “Sí, aprendo a enseñar porque los miro y me ayudan a ser mejor maestro”. Está bueno poder observar, ver la dinámica grupal, sacar el scanner, ver dónde está la dificultad, cómo los vinculas con la tarea, cómo haces que el aprendizaje sea como un  juego. Para mí es fundamental jugar en mi vida para aprender, y que sea de una manera relajada, no desde el sufrimiento, no quiero eso. Siempre me parece que el juego es una herramienta para que uno pueda aprender y adquirir un nuevo conocimiento. Cuando estaba haciendo “El agujerito sin fin” era un programa en vivo conducido por Julián Weich, más allá de que era un programa familiar y se lo recuerda como algo épico y hermoso, fue un momento de mucha inconsciencia para mi, porque mi trabajo formal era el colegio, ir al jardín. En la hora en vivo me iba a divertir, era como ir a jugar con tus amigos a la pelota o a lo que te gusta, no tenía mucha conciencia de televisión tampoco, por más que haya tenido una formación actoral. Con “Agujerito sin fin” yo arranqué detrás de cámara con un montón de personajes, y al día siguiente me pidieron que pase delante. Terminó con que Dios o la vida me puso en un lugar donde dije bueno, si tengo que estar en un medio audiovisual de comunicación y de comunicación, es porque algo tengo que transmitir, así que Dios dame la mano, acompáñame y veremos que es lo que tengo que contar. Hay que dejarse llevar, y a veces me ha costado mucho.

Para poder atravesar el escenario, Prol aseguró: Creo que el escenario, que es como la matriz de cualquier actor, me parece que uno lo aborda como si fuera un inexperto, como si no lo conociera, la primera vez. Cuando uno hace una obra no sabe qué va a pasar con ese personaje y qué herramientas va a necesitar el mismo, entonces para poder vincularme con lo que tengo que hacer, realmente tengo que estar flojo, proponer y ver qué funciona. Es como un boceto de algo que uno va haciendo, y con cada ensayo y con cada función inclusive, uno va delineando. Yo aprendo tanto de la primera función como de la última, y es eso lo que me mantiene presente en ese momento. El teatro es algo vivo, si uno no está vivo jugando ¿Qué le va a dar al compañero? Yo necesito que eso suceda, por eso cada función es única, y ese día es único. Pensa que hay gente que sale de su casa, compra la entrada, y quiere ver un espectáculo, llevarse algo y pasar un buen momento. En esa hora y media o lo que dure la obra, tiene que ir todo, se conjugan todas las áreas para dar lo mejor. Si uno está atento y alerta al minuto o al segundo que está haciendo las cosas, me parece que salimos ganando todos. 

En cuanto al público y la variedad de sus reacciones. La comedia tiene una musicalidad y una rítmica. Quizás ese día te aceleraste, perdiste el beat, y dijiste con otra musicalidad lo que tenias que decir que tenía un remate, y no sucede, y por ahí descubrir algo que tiene que ver con la libertad de juego. Me pasó con la obra “15 días para hablar de amor” que, hasta la última función en el Teatro Regina, iba encontrando cosas nuevas, y eso tiene que ver también con la seguridad que uno tiene al momento de estrenar. Es como cuando te recibís, uno dice “con esto salgo, tengo toda estas herramientas”, pero el trabajo de campo o estar vinculado con la tarea hace que adquiera otras herramientas. En ese sentido las funciones también te nutren, y el público también te devuelve, es algo que se retroalimenta todo el tiempo. 

El arte salva siempre, más en la pandemia. El arte contiene, ayuda a la manera de expresión, a elevar y transformar cualquier sentimiento, más allá de que a veces el sentimiento artístico viene desde esa frustración de no saber si le vas a dar un beso a la persona que te gusta o, si tenes el match con ese deseo y enamoramiento, por ahí no compones la quinta sinfonía de Beethoven, pero si no se lo das podes hacer una canción. A veces también el arte nace de esa frustración. En lo particular tengo mi mundo, mi universo, me encanta la historia del náufrago, me divierto solo y me encanta mi soledad, pero particularmente en la pandemia en un momento dije, me encanta estar solo pero lo vincular el reencuentro con amigos, el abrazo, era lo más malicioso de este virus. La distancia, eso fue difícil de sobrellevar, pero uno se ha refugiado con lo que pudo crear, inventar o disfrutar con lo que tenía a mano. La vincularidad se transformó en algo más virtual y nos pusimos todos más sensibles. En la escolaridad también se vio reflejado. Mi hijo tiene doce años, está terminando séptimo, y perder el estar en la misma geografía, el mismo espacio, y compartir sexto y séptimo grado donde la rockeas divino en la escuela, pero estar haciéndolo por zoom, ¿Cómo haces para bajar ese fuego que te une con los otros? Hay otra data que sucedió en estos dos años, que creo no nos dejó ajenos a ninguno, esto nos ha transformado. He logrado hacer un inside también, me di el tiempo que no sabía que necesitaba y ahora también trato de mantenerlo, y eso nos transformó. De las grandes pérdidas, las pequeñas ganancias son las que valoro.

Por otra parte, el actor confirmó otro proyecto y recordó las experiencias vividas con sus compañeros. “Cenemos en la cama” ya está concretado, estamos por iniciar los ensayos para estrenar en el Teatro Candilejas. Vamos a ver, porque siempre cada temporada es distinta y esperamos que esta temporada realmente sea un reencuentro con la gente, también con cincuenta, cuidados y protocolo, pero disfrutando de algo que no pasó la temporada pasada. Fue muy difícil para todos, para productores, teatros, técnicos, para todos. Con esto me imagino que va a haber una efervescencia muy particular y una energía muy linda, en ese sentido estoy agradecido de que suceda. Lo bueno es que vayan al teatro, no tengan miedo. Me ha pasado de ir en cuarentena, cuando se empezó a abrir tarde, y me sentía más cuidado que en una clínica El protocolo que había en los teatros era recontra seguro. La suerte es que se va abriendo, va sucediendo, la gente tiene muchas ganas de reencontrarse, y ojalá esta temporada nos vaya bien, podamos disfrutar y atesorar recuerdos bonitos, y lindas funciones. Si yo no me divierto donde estoy, es porque no hay plata que me pague pasarla mal o estar incómodo, eso no me interesa. Tengo diez años de docente ganando muy poca plata, no es el dinero es pasarla bien. Esto es mi vida, con toda la plata del mundo no me compro un segundo, no la quiero pasar mal, quiero divertirme y hacer lo que me gusta.

Un momento importante para Esteban Prol, fue el aporte que realizó con el tratamiento de la Ley de Fibrosis Quística. La fibrosis quística no es una enfermedad contagiosa, es hereditaria y está en el adn. Lo que sucede es que hay una mucosidad en los pulmones que se endurece, y eso genera que los niños que padecen esto tengan riesgo de vida, y es difícil si no es bien tratada. Tiene que hacer de todo, nebulizaciones, fisioterapia, todo lo necesario para aflojar esos mocos de los pulmones, por eso es tan delicada y por eso también se lleva tantas vidas de niños. Era muy importante que el Estado ayude a todos los niños del país con esta enfermedad. Lo habrán visto mucho a Gerardo Romando hablando en un montón de medios, y cargándose esta propuesta de  las madres de fibrosis quística; cuando estaba el Secretario de Salud no se le daba bola a las madres que pedían por ayuda para sus hijos, hasta el momento solo había media sanción. Pero gracias a Dios y por esas cosas que suceden, de crear puentes o encontrar gente, habíamos trabajado en un momento con un productor que trajo a Fabiola Yañez para sumarse como actriz, y me anime a decirle “Mira, tengo a estas mamás que se vincularon conmigo, estábamos pensando en hacer un video, ayudar”. Le enviaron mi audio y al otro día apareció un video de ella pidiendo que se apoye que salga la ley, y se empezó a impulsar lo que fue la ley. Hubo muchas contras, el lado B de las madres, todo lo que es la política de la salud era terrible, ya había una decisión tomada sobre qué iba a pasar con esta ley, que obviamente no beneficiaba a nadie. Inclusive querían sacar cinco puntos que eran los fundamentales, que daban el alma y el espíritu. Se peleó mucho, pero finalmente salió la ley, y con ella se salvó la vida de un montón de chicos del país entero, se está monitoreando para que se cumpla en todos lados. Si trabajas con gente, no abandonas, persistís, seguir adelante, hay muchas cosas que pueden salir. Para mí fue un honor y una alegría acompañar a las mamás desde lo que pude, lo que supe, y sumar mi grano de arena. No se si se difundió tanto que con esa ley están amparados todos los niños que tienen fibrosis quística, pero lo que sucedió es agradecer una política de Estado, poder ver y reconocer al otro, que tiene una dificultad y preguntarse cómo se puede ayudar realmente.

Para finalizar, Prol hizo una síntesis sobre las maneras de comunicar en la actualidad. Sí, hay una forma de comunicar que tiene que ver más con la destrucción que con la construcción. Yo sé que me levanto a la misma hora que un tipo donde, yo me levanto para hacer algo, y el otro quiere trabajar para destruir. No hay una consciencia de república, nación o país para todos. Está claro que un grupo económico con poder es el que dice “Si todo bien jugá a la democracia un rato que yo te voy a decir cómo es”, y pone las reglas. Está en nosotros poder mejorar las cosas, cambiarlas, no abandonar la lucha y al menos dejar un lugar más bonito al que encontrarte. 

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