
Gabriel Lerner: “Encontramos la Secretaría aplanada y debilitada”
Política febrero 11, 2020El abogado visitó "De esto queremos hablar" para dialogar sobre su trabajo al frente de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia.
Gabriel Lerner es un abogado y político argentino que se desempeñó como Secretario de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (SEDRONAR) entre mayo y diciembre de 2015 durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner.
Antes de ser nombrado titular de la SEDRONAR, se desempeñó como Secretario de Niñez, Adolescencia y Familia del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. También se desempeñó como Director Nacional y Subsecretario de Derechos para la Niñez, Adolescencia y Familia en el mismo ministerio; y fue disertante de la Red Latinoamericana para la Reforma de las Políticas de Drogas.
Actualmente, es el titular de la Secretaria de la Niñez, Adolescencia y Familia desde el 10 de diciembre del año pasado. El abogado habló sobre sus primeros pasos en su carrera y recordó que “mi primera aproximación fue porque yo militaba en una organización de derechos humanos que se dedicaba a los temas de violencia contra los chicos, casos de vejaciones, gatillo fácil o detenciones arbitrarias. Es un organismo que sigue existiendo, que se llama Correpi. Eso fue en la década de los noventa y empecé a intervenir en temas penales de los que eran victimas jóvenes, adolescentes y niños. En el año 94 y 95, fui el abogado del primer equipo de una Defensoría Zonal de la Ciudad de Buenos Aires, en La Boca y Barracas, que sigue existiendo. En aquel tiempo todavía no existía la ley 114, que se dio en el año 98. Empecé con esto cinco años después de aprobada la Convención sobre Derechos del Niño, y todavía no había empezado el proceso de reformas provinciales que luego dieron lugar a otras leyes. Cuando asumió el gobierno de Néstor Kirchner, fui a partir del año 2005, Director Nacional en el viejo Consejo Nacional de Niñez. Luego vino la ley 26.061 y el Consejo tuvo una transformación positiva institucional y así fue pasando hasta llegar a ser una Secretaría. Estos últimos cuatro años durante el macrismo no tuve responsabilidades en ningún gobierno. Trabajé en organizaciones de la sociedad civil, contribuí a crear una red que se llama Asamblea por las Infancias y las Adolescencias de la ciudad de Buenos Aires, y fui durante un tiempo breve representante de la Legislatura por la oposición en la Ciudad en el plenario del Consejo de Derechos de los Niños en la ciudad”.
En ese sentido, el titular de la Secretaría dijo que “me considero un militante del campo de los derechos humanos y me fui especializando en el campo de las infancias. A diferencia de algunas tendencias en el pensamiento pro infancia de los años noventa, que se generaba una especie de ilusión de que era posible generar bienestar y acceso a derechos de los niños y niñas con independencia del proyecto de país, creo que es prácticamente imposible. No hay infancia emancipada en naciones injustas y con pueblos sometidos. Entonces en el contexto de un proyecto nacional, inclusivo y democrático, mi tarea es tratar de jerarquizar la agenda de las infancias, en obtener mayores reconocimientos para los derechos de niños y niñas y además ejercicios efectivos, porque en los años noventa se pensaba que al haber un reconocimiento en la ley eso significaba el disfrute de los derechos de la vida en niños y niñas. El proceso de reformas normativas para dejar atrás la vieja tutela, el concepto autoritario de protección y asistencia de las infancias, estuvo vanguardizado el cambio normativo, la expectativa de los especialistas, los actores sociales y del mundo académico, pensaban que si se reformaba la ley los niños iban a acceder a los derechos. No es tan lineal y la experiencia demostró a 30 años de la Convención, es que la existencia de leyes que reconozcan los derechos de los niños es condición necesaria pero no es suficiente. Entonces, eso se empalma con la necesidad de gobiernos inclusivos, la vigencia de leyes que reconozcan derechos en contextos económicos, sociales y culturales de exclusión terminan haciendo que la ley sea letra muerta y predomine la exclusión”.
En ese sentido, el funcionario habló sobre la tarjeta Alimentar y el desarrollo de las posibilidades de las primeras infancias. “El tema de que la estrategia de resolver una nutrición saludable, adecuada y segura para las infancias en el país, que tiene un capítulo importante en la tarjeta Alimentar, tiene una dimensión que no ha adquirido volumen mediáticamente y por eso la traigo: la determinación de transferir ese crédito en las tarjetas para las compras de alimentos para los mamás y los papás, potencia la posibilidad de que las familias sean las proveedoras de los alimentos. Es una tarea loable la de los comedores, pero hubo una apuesta fuerte en la capacidad de las familias de proveer los alimentos adecuados a los niños. Creo que hay ahí un capítulo importante, porque estamos enfocados en el problema nutricional y volvimos a sufrir con el tema del hambre, con las estadísticas que marcan que hay una determinada cantidad de niños que se van a dormir sin saciar el apetito, y nos enfocamos como unos cirujanos que ven una parte del cuerpo y por ahí no estamos viendo el movimiento que significa en términos de fortalecimiento de las capacidades de crianza de las familias. En la perspectiva de autonomía progresiva, de que los niños van ganando en habilidades y competencias y se va achicando la necesidad de protección de los progenitores, no cabe duda de que en los primeros años una familia amorosa, atenta, presente es importante y la mesa familiar es un momento fundamental. Cuando hay comedor, no hay mesa familiar. Estamos valorando esa dimensión y estamos dejando otra atrás”.
En ese marco, Gabriel Lerner aseguró que “la tarjeta ya fue distribuida. El ministro Arroyo decidió que fuera primero en Concordia, por los altos niveles de pobreza que tiene la ciudad. Después seguimos por los 24 partidos del Conurbano, luego Chaco y ahora estamos trabajando en otras provincias. La Secretaría de la Niñez afortunadamente tiene mucho personal y técnicos en muchas provincias y localidades, así que estamos participando activamente del proceso, no de la organización porque lo organizan otras áreas del ministerio o los municipios y las provincias. También participa el RENAPER y el ANSES. Nuestra labor fue la de ofrecer a las mamás y papás que retiran la tarjeta, talleres vinculados con mejoramiento de las crianzas, de alimentación, de reducción de violencia contra los niños y espacios de juego para los chicos. Me gustaría que hubiera más presencia de cámaras en los operativos porque un rasgo distintivo de los operativos ha sido el buen trato. Muchas veces está la idea de que cuando el Estado atiende a los pobres no debe ser de buena manera ni en buenos lugares pero ha sido una experiencia muy respetuosa, las familias están organizadas, tienen un horario de llegada, están bien atendidos y participan de los talleres y es una experiencia que vale la pena compartir”.
Por otro lado, habló sobre la importancia de que las familias participen en talleres para asegurar nuevos saberes en distintos ámbitos. “La idea de economía del cuidado apunta a mirar el cuidado de calidad y además que esa actividad sea fuente de puestos de trabajo para más argentinos y argentinas. Supone procesos de regulación, capacitación y remuneración. En la Secretaria en particular hay básicamente dos áreas: una es la Dirección de Políticas para Adultos Mayores, que es la formación a través de universidades de cuidadores domiciliarios de adultos mayores. Tenemos un registro y una capacitación que potencia en conjunto con el PAMI y con la Secretaria de Economía Social, una alianza para acelerar la capacitación de gente que pueda trabajar en ese ámbito. Con la Secretaria de Infancia también estamos trabajando mucho apuntando a mejorar la calificación del personal que ahí trabaja. Estamos en esa mesa con el Ministerio de Educación para tender puentes y que tengan una mejor calificación los trabajadores y trabajadoras que están en esos espacios”.
En ese sentido, el funcionario agregó que “por el concepto de visibilidad e integralidad de los derechos humanos de todas las personas, no debieran ponerse en crisis los derechos civiles y políticos, el derecho a participar y a escuchar. Sin embargo, la experiencia histórica señala que cuando hay sociedades con mucha exclusión social, es muy difícil que no repercuta en relaciones sociales, civiles y políticas, que tengan un sesgo violento. No tanto quizás la pobreza como la desigualdad es una generadora fuerte de violencia. El planteo del presidente y del Ministro Arroyo de empezar a ayudar a los que están allí en el pozo y tratar de sacar a las familias de esas situaciones, creo que va a generar mejores condiciones para vivir en una sociedad menos violenta. Los fenómenos culturales, de cómo nos relacionamos, de cuánto nos escuchamos, de cuánto logramos ver en el prójimo a otro que tiene tantos derechos como yo, tiene cierto nivel de autonomía y demanda de prácticas que evidentemente va en contramano de ideas y hábitos hegemónicos que encuentran su expresión más terrible en situaciones como la del chico de Villa Gesell. Hay mucho para hacer, hay un trabajo del Estado y yo coincido con Rita Segato que dice que en los procesos populares de los últimos años en Latinoamérica nos concentramos en las reformas del Estado y desatendimos los procesos de la sociedad civil. Me parece que el rol de las instituciones civiles para cohesionar las comunidades, para fortalecer los espacios de participación, instancias de mediación y superación de conflictos, es también un elemento a considerar. La Secretaria ha establecido lazos fuertes con los curas villeros”.
Al finalizar, el funcionario habló sobre el estado de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia luego de la gestión macrista. “Encontramos la Secretaria de Niñez muy aplanada, no hubo un giro de 180 grados en la orientación de la política pública sino que hubo una des jerarquización de las tareas de la Secretaria. Perdió volumen, capacidad de rectoría y estamos en un proceso de reconstrucción de los trazos gruesos de las políticas. En particular, se debilitó fuertemente la perspectiva de la intervención, en la construcción y el fortalecimiento de los sistemas de protección. Las áreas de prevención y atención de violencia, abuso y maltrato están debilitadas y empobrecidas. Las áreas que abordan la trata, el abuso sexual infantil, el trabajo infantil, están debilitadas. Empezamos el trabajo para revertir esta situación. Tenemos un encuentro pronto con todos los técnicos de las secretarías de todo el país para un proyecto que es el Registro Único Nominal. Ha habido un proceso de creación en todo el país de áreas descentralizadas de atención de la infancia a niveles locales, cada provincia lo ha organizado a su manera y suelen ser precarias en capacidad de generar conocimiento y llevar registros. Entonces, mediante una iniciativa de Unicef que apenas acompañó el gobierno nacional anterior, fue avanzando lentamente en las provincias. Hace poco, llegamos a un acuerdo con Unicef y Faros, una entidad nacional que trabajó mucho en el proyecto, para poner el Estado Nacional a la cabeza. En un tiempo relativamente breve, el Registro Único Nominal estará en todas las oficinas de infancia y niñez, que nos va a permitir tener mayores datos de los procesos por los cuales atraviesan las comunidades y que hace el Estado”.
Podés escuchar “De esto queremos hablar” los martes de 15:00 a 16:00 horas por La RZ.