Guillermo Carmona: “Milei le abrió la puerta a EE UU para el control de las operaciones logísticas”
Política septiembre 4, 2024El ex Diputado Nacional por el Frente para la Victoria, Guillermo Carmona, conversó con "El Arranque" y se refirió a las condiciones que se presentan en el ámbito geopolítico con el Gobierno de Javier Milei.
“Estamos ante un gobierno desmalvinizador, cuando nos referimos a la cuestión de soberanía. Sabemos que la cuestión de Malvinas es un hito fundamental para poner en valor la soberanía nacional, y el Gobierno de Milei es demalvinizador en un doble sentido. Ha desmalvinizado la agenda de política exterior, es decir, quitarle el lugar de prioridad que tiene la cuestión Malvinas. Pensemos es que siendo que es un país que tiene ocupado parte de su territorio por una potencia extranjera, se supone que esa ocupación en cualquier lugar del mundo requeriría prioridad en la política exterior y en la política nacional. Ha quitado de los principales aspectos del desempeño diplomático extranjero, los desempeños de los principales funcionarios de la cancillería. Ha corrido la cuestión Malvinas del lugar central que tenía y que debe tener. En segundo lugar es desmalvinizador porque están corriendo a la cuestión Malvinas en relación con el accionar británico, entonces se visualiza que para el actual gobierno es importante cualquier otro tema antes que hablar de la cuestión de soberanía, antes que plantear la exigencia respecto de lo que el Reino Unido debe hacer en función del cumplimiento acerca de las resoluciones de la Asamblea General del Comité de Colonización, del Derecho Internacional en general. Este carácter desmalvinizador está en consonancia con la política que lleva adelante Milei hacia EE UU, hacia los aliados de EE UU, hacia Israel”, relata Guillermo Carmona, abogado y ex Diputado Nacional, sobre la candente causa Malvinas.
En ese punto, se detiene e invita a una mirada global de la problemática: “Tengamos en cuenta que el principal aliado político, económico y militar de EE UU es Gran Bretaña. Alinearnos con EE UU implica asumir toda la agenda de prioridades de ese país, sobre todo con sus socios, como es el caso de Gran Bretaña. Pero además, la sociedad con Israel que promueve Milei, nos pone en una situación sumamente compleja en función de un Israel que está impulsando un proyecto de explotación hidrocarburífera, el más ambicioso que ha tenido el Atlántico Sur. Además es una política rupturista con los países que nos apoyan en la cuestión de Malvinas. Con la mayoría de los países latinoamericanos y caribeños, Argentina tiene o afectadas la mayoría de las relaciones bilaterales por la agresividad de Milei y sus ministros con los países de la región. O congeladas sin ningún grado de prioridad, de hecho Milei no ha participado de ninguna cumbre regional. No ha tenido ningún tipo de protagonismo, tampoco lo ha tenido la canciller. Esto complica las perspectivas a futuro”.
“Es importante el tema de la Antártida porque somos un país bicontinental y esa condición no es una ocurrencia tuya o mía. Esa bicontinentalidad está legislada en el país y es muy importante realzarlo. Yo identifico como mínimo tres factores críticos. El primero tiene que ver con que Milei ha abierto la puerta a EE UU para quedarse con el control de las operaciones logísticas de la Argentina desde y hacia la Antártida. Y esto tiene que ver con el anuncio que realizó Milei con la Jefa del Comando Sur, Laura Richardson, en Usuahia. A propósito de la construcción de una base naval en conjunto. Una base naval que ya existe, que está en proyecto la ampliación de sus capacidades logísticas bajo exclusiva bandera nacional. Este ha sido un tema que fue trabajado por el anterior gobierno, tanto Agustín Rossi como Jorge Taiana, avanzaron en coordinación con la cancillería en los aspectos que la involucran. En la definición de un proyecto de una base naval con ampliadas capacidades logísticas para atender, tanto nuestras campañas antárticas como la cooperación que tenemos con distintos países. Milei le abrió la puerta a EE UU. De ser socio y copartícipe en el control de una base militar en el territorio argentino. Esto como mínimo tendría que dar lugar a un debate en el Congreso”, señaló Carmona.
Por último, destacó: “Es decir, a una autorización en el Congreso que aún no se ha planteado. El segundo aspecto crítico que visualizo es el ataque a la ciencia antártica por la vía que les sucede a las políticas científicas en general. Se ha eliminado el Ministerio de Ciencia y Tecnología, se restringió el presupuesto para el Conicet, para las universidades que aportan los científicos necesarios para el trabajo en la Antártida. Y recordemos que el vector fundamental en el programa antártico argentino, y no es una ocurrencia mía. En la ley que regula las actividades antárticas, el centro de gravitación esencial es la ciencia antártica. Y en tercer lugar hay un ataque a lo que representa la Dirección Nacional de la Antártida y el Instituto Antártico Argentino. Es muy preocupante por las consecuencias no solo en el desarrollo antártico sino que también por el impacto que puede tener en quienes trabajan allí, que lo hacen con un alto nivel que la Argentina perdería”.
Javier Milei se reunió con la general Richardson en Ushuaia para ratificar su alianza estratégica con Estados Unidos
El Presidente y la jefa del Comando Sur protagonizaron un inédito encuentro en Tierra del Fuego, una provincia clave para los intereses geopolíticos de China en la Argentina
Tras seis horas de vuelo por una escala obligada en Río Gallegos, Javier Milei se encontró a la medianoche del jueves con Laura Richardson, jefa del Comando Sur, para fortalecer su alianza estratégica con los Estados Unidos. A su vez, el presidente aprovechó la cita institucional con la general cuatro estrellas para transmitir una clara señal diplomática contra las intenciones de China en Tierra del Fuego y ratificar su posición en defensa de la soberanía nacional en las Islas Malvinas, que el Reino Unido ocupa violando normas internacionales y antecedentes históricos.
“Nosotros estamos convencidos de que la soberanía no se defiende con aislacionismo y discursos rimbombantes, sino con convicción política y construyendo alianzas estratégicas con aquellos con quienes compartimos una visión del mundo en un mundo de escala global, pero de crecientes conflictos como el que vivimos hoy”, sostuvo el presidente.
Y remató: “Por eso hoy el mejor recurso para defender nuestra soberanía y para abordar de forma exitosa estos problemas es precisamente reforzar nuestra alianza estratégica con los Estados Unidos y con todos los países del mundo que defienden la causa de la libertad”.
La alianza estratégica con Estados Unidos atraviesa toda la agenda bilateral. Joseph Biden apoyó a la Argentina en su negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), facilitó la compra de 24 aviones de combate a Dinamarca y concedió un crédito blando por 40 millones de dólares para equipar a esos F16 que incrementarán la capacidad bélica de la Fuerza Aérea.
En simetría con estos importantísimos gestos de la Casa Blanca, Milei decidió congelar todos los emprendimientos que proyectaba China en Argentina para consolidar su fortaleza geopolítica.
El Presidente suspendió las obras de las represas hidroeléctricas en Santa Cruz, descartó que empresas chinas participen en la Hidrovía, canceló la construcción de las centrales nucleares en Buenos Aires y descartó que Beijing acceda a mayores yacimientos de litio y minerales raros, un insumo clave para futuros desarrollos tecnológicos.
En su última comparecencia en el Capitolio, Richardson alertó sobre las intenciones de China de construir un puerto multipropósito en Río Grande destinado a monitorear el paso bioceánico y clavar una pica en la entrada de la Antártida.
Milei no está de acuerdo con la construcción del puerto, y planteó su rechazo con una finta diplomática: hizo referencia a una base naval que Argentina levanta con el respaldo de los Estados Unidos.
“Hoy estamos aquí para ratificar nuestro esfuerzo en el desarrollo de nuestra base naval integrada. Se trata de un gran centro logístico que constituirá el puerto de desarrollo más cercano a la Antártida y convertirá a nuestros países en la puerta de entrada al continente blanco. Esta obra nos permitirá desarrollar la economía local, brindar un servicio logístico que permita las reparaciones y apoyo a los cruceros de buques comerciales que operan en el Atlántico Sur”, señaló el Presidente.
Con la nueva base naval, China ya no tendrá argumentos para financiar un puerto multipropósito en Río Grande que pensaba controlar como actualmente lo hace con la base espacial en Neuquén. El gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, que está a favor del puerto financiado por Xi Jinping, no recibió al Presidente como indica el protocolo de estilo.
Milei aterrizó cerca de la medianoche a Ushuaia junto al jefe de Gabinete, Nicolás Posse, el ministro del Interior, Guillermo Francos, el ministro de Defensa, Luis Petri, y la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei. Hacía frío en la pista -casi cero grados- y la comitiva llegó en caravana a la base militar.
El encuentro bilateral empezó con el Himno Nacional -que Stanley cantó de memoria-, el himno de los Estados Unidos y al final, en un evidente gesto de ratificación política, la Marcha de las Malvinas. Milei defiende la soberanía en las Islas del Atlánticos Sur y cuestiona la ocupación territorial del Reino Unido.
En este contexto, el jefe de Estado conoce la historia del conflicto en Malvinas y afirma que no es posible proyectar en este tiempo la relación política que en esa época tenía Ronald Reagan con Margaret Thatcher. Milei considera que Estados Unidos ahora tiene una mirada diferente respecto a la Argentina y que lo que sucedió en 1982 no tendrá una continuación en el futuro próximo.
“Más allá de los vaivenes políticos y diplomáticos que han tenido los gobiernos de distintos signos políticos, tanto aquí como allá, los argentinos, como pueblo tenemos una afinidad natural con los Estados Unidos. Ambos pertenecemos a la tradición occidental, con una cultura, una historia política y una forma de vivir en sociedad en buena parte compartida”, describió el presidente cuando promediaba su discurso.
Milei cree en la necesidad de aliarse con Washington, y por eso hizo el gesto político de viajar 2350 kilómetros para reunirse dos horas con la general Richardson. Fue un viaje fuera de agenda que sorprendió en el Ala Oeste de la Casa Blanca, el espacio de poder que habitan los principales asesores de Biden.
Escuchá el programa “El Arranque” de lunes a viernes a las 10:30 horas por www.radiozonica.com.ar