Jimena de la Torre: “Siempre estuve del lado del ciudadano tratando de defendernos”

Política marzo 8, 2022

La Precandidata al Consejo de la Magistratura conversó con "Algo Interesante" sobre la actualidad desarrollada dentro del Consejo y su visión a futuro.

Jimena de la Torre es abogada, fue jefa de Gabinete de la AFIP de Leandro Cuccioli durante el mandato de Mauricio Macri y preside la ONG “Bases Republicanas”. Actualmente es precandidata al Consejo de la Magistratura. 

En cuanto al fallo de la Corte Suprema de Justicia por la modificación hacia un Consejo más equitativo, la abogada afirmó: Nosotros teníamos una ley, la ley 26080 que tiene ya unos 15 años y que fue sancionada en el primer gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, junto con el paquete de la democratización de la justicia. Ese paquete se declara inconstitucional pero el Consejo de la Magistratura continuó vigente, un Consejo que recientemente en diciembre la Corte Suprema de Justicia finalmente decidió que esta conformación era inconstitucional, porque la Constitución Nacional estableció al momento de ser creada, que tenía que ser un organismo cuya confirmación estuviera pensada de manera tal que se respetaran los equilibrios, entendidos en cuanto a que no podría prevalecer un sector sobre el otro. Recordemos que el Consejo de la Magistratura está integrado por abogados, jueces, académicos, por un sector más jurídico técnico, y después tenemos a un representante del Poder Ejecutivo, senadores y diputados. Cuando el sector político prevalece, puede tener quórum propio y tomar ciertas decisión sin tener que consensuar con el sector más técnico, ahí se genera un desequilibrio muy fuerte, que es lo que estuvimos viendo en estos últimos años. De alguna manera lo que vimos fue que se empezaron a nombrar jueces que se llamaban militantes, ese Consejo de la Magistratura que estaba integrado por 13 miembros, y que había excluido al presidente de la Corte Suprema de Justicia como miembro del Consejo, se declaró inconstitucional. La Corte entonces ahí estableció que el Congreso debía sancionar una nueva ley, respetando esa vez los equilibrios, y en el caso de que no lo hiciera en un plazo de 120 días, que se cuplen el 16 de abril, se debería volver a la integración del Consejo de la Magistratura previo a la ley de Cristina Fernandez. Este consejo era de 20 miembros, con el presidente de la Corte Suprema como presidente del Consejo de la Magistratura. En ese contexto hay que incorporar a dos abogados, un juez, un académico, un diputado por la segunda minoría, un senador por la segunda minoría, y al presidente de la Corte Suprema para llegar a esos 20 miembros, que permiten seguir desde el 16 de abril en adelante con la conformación anterior. Esos integrantes, por ley de paridad,  se determinó que debían ser mujeres en su gran mayoría, especialmente la academia, las dos abogadas y la jueza, para empezar ya a respetar la paridad en la integración del Consejo de la Magistratura. 

Haciendo un poco de historia, De La Torre comentó sobre los inicios de los cambios más significativos dentro del Consejo. En el Día de la Mujer es lindo recordar eso, porque nosotros en 2018 tuvimos a nuestra primera representante de abogadas, mujer, que se integró al Consejo de la Magistratura. Fue Marina Sanchez Herrero, ingresó en ese año pero previo a ella, todos los consejeros que representaban al sector de los abogados, habían sido hombres. Nos abrió el camino. Ahora el Consejo decidió que, como ya hay dos hombres en representación de los abogados, se declaró que debían ingresar dos mujeres.

Respecto a su decisión por estudiar la carrera de Abogacía, dijo: Quise no estudiar derecho, y estudié Relaciones Públicas, soy Licenciada primero, porque tengo cinco generaciones de abogados en mi familia. Mi tatarabuelo fue Ministro de Corte Suprema de la Nación, Calixto de la Torre, y de ahí en adelante todos. Mi abuelo fue el suscriptor número uno del Diario La Ley, tengo publicado en el Diario el día de su fallecimiento, en donde justamente le dedican unas palabras y dicen “A nuestro primer suscriptor del diario, Carlos Matis de la Torre”. La realidad es que estudié Relaciones Públicas cuando salí del colegio porque mis dos hermanos mayores estaban estudiando abogacía en ese momento, y yo iba a ser la tercera abogada de la familia, somos cuatro hermanos y  dije “Basta, tengo que romper con esto”. Y tuve el karma que en Relaciones Públicas hay dos materias, derecho privado y derecho público, en las que me saque ́10 en ambas y mientras yo las leía, me corría adrenalina por la sangre. Hay algo ahí que lo tengo en las venas, uno lo tiene. A los 28 años estudié RRPP, me recibí, en el medio me había anotado para hacer las dos carreras al mismo tiempo, pero en ese momento me surge la posibilidad de irme a vivir afuera por un tiempo. Estudie dos años viviendo en Estado Unidos, y cuando vuelvo teniendo 21 años, dije que me enfocaba en una sola carrera así me recibía rápido y tenía un año de RRPP aprobada. A los 28 años mi padre me dice “Al final tu hermano más grande no se recibió, tu otro hermano está trabajando como secretario en una fiscalía y el estudio lo tengo que vender”. Ahí es cuando me puse a estudiar abogacía, a los 32 me recibí y fui abanderada de jura en la UBA, fue un orgullo llevar la bandera en ese salón, y mi papá ni cuento cómo lloraba. 

El Consejo de la Magistratura y su importancia en el país. Institucionalmente, recordemos que antes de 1994, la reforma constitucional, no existía la figura del Consejo de la Magistratura. Los jueves eran designados por el Poder Ejecutivo, y el Senado los refrendaba. Esto se acuerda en la Reforma Constitucional como una forma de darle mayor institucionalidad y, justamente, llegar a que en vez de los famosos jueces de la servilleta tengamos: jueces que se elijan a través de un concurso objetivo y transparente, que un órgano llevará adelante el control de ese concurso, donde se pensó que tenía que ser el Consejo de la Magistratura Y también se le dió al Consejo, que no necesariamente es así en el mundo y tampoco lo es en otros Consejo de la Magistratura a nivel provincial, la administración del Poder Judicial. El problema que se tiene hoy es que, con la ley que establece Cristina, en el Primer Consejo de la Magistratura hasta esa ley, el presidente de la Corte presidía el Consejo de la Magistratura, entonces el presupuesto del Poder Judicial de alguna manera armonizaba y se debía poner de acuerdo con el Presidente de la Corte Suprema que, de alguna manera, es quien organiza el sistema judicial. Cuando se la corre a la corte, también en un momento se establece un 3% de lo que ingresa al tesoro nacional, tanto recurso impositivos como no positivos, que tiene que ir destinado al Poder Judicial. De ese porcentaje, una parte por un DNU que se dicta en fecha posterior, se determina asignado a la corte, entonces termina desdoblado. Entonces, tenes una parte que va a la Corte Suprema y otra que la administra el Consejo de la Magistratura. ¿Qué pasa con ese doble presupuesto? Lo que te dicen es que no saben qué timbre tocar, entonces van y patean dos expedientes y después se patean la pelota. Creo que el que regrese la Corte Suprema a presidir el Consejo de la Magistratura debería traer algo de orden a la cuestión de los números.

¿Por qué Jimena de la Torre se postula para estar en el Consejo de la Magistratura? En realidad tiene que ver un poco con todo lo que he venido haciendo hasta ahora. Primero me formé en estudios jurídicos, trabajé en estudios grandes, me especialicé en impuestos, y de alguna manera siempre desde el área impositiva uno también trata, desde el sector privado, de llevar cierta sensatez a la maraña de impuestos que tenemos como ciudadanos. Siempre estuve del lado del ciudadano tratando de defendernos contra ese Estado que avanza y parece ya voraz, y uno no ve que vuelve en servicios. Tuve una experiencia en el sector público, me tocó el honor de ser convocada para escribir lo que fue la Ley del Blanqueo, el sinceramiento fiscal. Desde un punto de vista técnico fue un desafío lindísimo, porque uno ahí buscaba la mejor ley que no fuera objetaba, es lindo el proceso de redacción de leyes. No lo había vivido nunca y le tomé el gustito. Y desde ahí después pasé unos cuatro meses en AFIP como asesora de Alberto Abad, de ahí me llaman para ir a entregar la UIF como Jefe de Gabinete, y cuando salimos del gobierno, hasta ese momento nunca me había involucrado en política. Si bien había entrado a trabajar para el gobierno, había entrado desde ese lugar del ciudadano que estaba emocionado  porque creía que este gobierno nos iba a transformar finalmente, entonces yo quería aportar mi granito de arena a ese gobierno que nos iba a cambiar la historia. Y la desilusión fue tan grande, también como ciudadana, en donde dije tengo dos opciones: o  me voy al país o me quedo y me involucro. No podía volver de vuelta al privado y mirarla desde afuera, y quejarme como vecina indignada, la verdad es que ya no podía hacer eso. Tengo tres hijos dos ya en la universidad, entonces sentí que irme era imposible, no era el momento de mi vida para irme del país, además tengo 14 generaciones de argentinos, cinco de abogados. Soy muy arraigada y dije me quedo y la peleo. Junto con otros abogados formamos una agrupación “Abogados en acción”. En ese momento fuimos 10, después 20,  hoy somos 450 en todo el país. Esta agrupación tiene unas coordinaciones rotativas, es muy horizontal, tratamos de que todos participen, que todos trabajen y que no haya uno que mande. Sí estuve cuatro meses como coordinadora general, pero soy una de las que lo fundó junto con otros. Por mi forma de ser, siempre sigo empujando. También armamos una ONG “Bases Republicanas”, una asociación civil en la que vimos que necesitábamos de personalidades jurídicas. En estos dos años el recorrido fue enorme, porque nos involucramos en todo momento que tuvimos un avance del gobierno.  

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