Jorge “Locomotora” Castro: “La grandeza no me tapó nada, yo sigo siendo el Roña Castro del barrio”

Sociedad diciembre 8, 2025

El exboxeador campeón mundial de la categoría peso medio, habló sobre la iniciativa solidaria que está realizando en Temperley y también contó cómo superó los traumas de su infancia adentro del ring.

Jorge, qué es lo que te lleva a vos a tener ese costado de sensibilidad cuando ves los chicos, cuando ves que no tienen para comer, cuando ves las familias que les falta, te estás viendo vos cuando tuviste que pasar lamentablemente por circunstancias similares o peores y decís ´me pasó a mí, no quiero que le pase a la gente´.

Sí, es verdad, yo esto comencé en la pandemia y nada, hoy en día tengo 6.400 personas, chicos, antes tenía 2.100 hace dos años atrás y ahora se sumaron 4.000 personas más. Y esto es todos los días, vos ves todos los días pintas caras, es como decías vos en comentarios que hacías, hoy en día muchos chicos van a comer a un hogar, porque en vez de comer en su casa, salen a comer por ahí porque no les llega el alimento necesario para que puedan alimentarse en su casa. Pero bueno, a mí me encanta, me encanta hacer esto, lo empecé hace unos años y hoy en día no lo puedo largar.

Hoy en día vamos mucha gente grande, primero le damos comer a los pibes, a los niños y después le damos comer a la gente grande, a mucha gente jubilada, a mucha gente que a veces no tienen para comer un plato de comida y bueno, nosotros hacemos para esa gente. Pero no me molesta porque uno sabe cuándo te chifla el estómago y no le podés meter nada adentro, eso es lo más jodido, entonces eso lo pasé yo, entonces prefiero darle lo mejor a esta gente que más necesita, porque la verdad necesita mucho, hoy en día no solamente necesita la contención de comida, sino de remedio, de muchas cosas, que a veces hoy un antibiótico te sale una fortuna y no lo podés comprar y a veces nosotros pues yo tengo muchos amigos visitadores médicos que me dan los antibióticos, los remedios y yo les puedo dar a la gente que no puede comprar eso.

 

Jorge, ¿y cómo te entra en tu mente y en tu cabeza y tu pensamiento que, en este país, Argentina, con toda su naturaleza, granero del mundo, con tantos alimentos que exportamos, con toda la producción, con tantas tierras, justamente haya gente en estas condiciones de carencia, que vos la describís muy bien, ¿cómo se puede explicar lo inexplicable, Jorge? ¿Qué nos está pasando?

Yo no puedo entender, pues es un país tan rico, vos tirás cualquier semilla a la tierra y nace nada, pero viste, yo escucho al presidente que se llena la boca diciendo, saqué 12 millones de personas de la pobreza y a mí cada vez me entra más gente a los comedores. ¿Cómo puede ser eso? Yo hago lo posible para que esta gente tenga un alimento, un platito de comida sobre la mesa que es de nosotros, ¿no?

No están en la mesa de ellos, pero bueno, nosotros hacemos lo posible para que esa gente se vaya a dormir con los estómagos de, ¿no? Esto lo hacemos todos los días de lunes, miércoles y viernes, entregamos mercadería a los comedores, martes y jueves entregamos los merenderos. Ya tengo 1.500 pan dulce, 1.500 budines, parra piñada, turrones, todo para darle a esa gente que tenga para la navidad, ¿no? Porque la verdad que uno quiere tener algo sobre la mesa cuando llegue las 12 del 25, ¿no?

 

Y fíjate vos, Jorge, ¿vos sos católico, crees en Dios, tenés una fe en Dios, en Jesús en este caso?

Sí, yo soy católico, yo creo en mi Dios y bueno, siempre le pido y nada, soy muy de la Virgen del Valle, también le pido y siempre tengo buenas respuestas.

 

 

Y fíjate vos que Jesús, yo también tengo una fe tremenda en él, eligió nacer en un establo, Jorge, se puso una túnica cuando fue creciendo, se ponía las sandalias, caminaba entre los pobres, los trataba de ayudar a los enfermos, estaba atrás de la gente que necesitaba un apoyo real, real, abrazaba a los leprosos que nadie se les quería acercar porque temían contagiarse, es decir, un Jesús que reino desde el lado de los pobres, sino desde el lado de la opulencia, del oro, de todo eso que te implica una distancia para con la gente común. Cuando estamos cerca de celebrar justamente, vos lo dijiste, los alimentos que estás ahora recopilando para que pasen una navidad más digna, ¿con qué nos quedamos en estos tiempos? ¿Por qué el ser humano es tan ambicioso, va atrás de lo material?

Sí, está bien todo lo que dijiste vos, pero toda la riqueza esa que tienen, no se la llevan a la tumba, no se la llevan a un cajón, no le entra todo. Entonces, yo por eso mismo, con muy poco que hice, trato de ayudar al próximo, porque yo vengo de muy, muy abajo y no tenía para poder pasar a una fiesta, a la Navidad, con la vieja, con el viejo, nada, pero bueno, me nació esto y yo dije, la riqueza no me la voy a llevar a ningún lado, así le doy a mis hijos, le doy a mi familia, yo tengo 15 hijos y cada uno de mis hijos tiene su casa, y hoy el día de mañana me voy a ir y seguramente mis hijos me van a agradecer por todo lo que hice por ellos, porque en realidad me cagué a trompadas, supe ganar un dinero y supe saberla administrar bien, y hoy en día mis hijos me agradecen por dejarle un techo.

 

 

En tu hogar, ¿cómo se vivía esa situación en medio, imagino, de la sencillez, la humildad y la carencia? ¿Cómo lo vivías vos con cortos años a eso?

Mira, mi vida fue muy golpeada, ¿no? Porque mi viejo y mi vieja se separaron, yo a los nueve años me fui a Catamarca a vivir con mi viejo, y yo era nene, entonces estaba contento porque me iba de viaje, y pasé los peores años allá en Catamarca porque mi viejo era alcohólico, me cagaba a palos, nada, la pasé muy mal la Navidad, y los papá Noel y los reyes, para mí, nunca existió, pero nada, hoy en día, gracias a Dios, estoy bien, nunca tuve rincón con mi viejo porque yo volví a Catamarca y ya era campeón del mundo, le hice la casa, le hice todo, no fui un hijo rencoroso de que mi viejo me trataba mal, nada, después que fui campeón, supe darle lo mejor a mis hijos, a todos, a todos por igual.

 

Cuando peleabas, cuando peleabas, Jorge, subías al ring, ¿subías contra el adversario que tenías o subías contra lo que la vida te había pegado, te había golpeado y te había dolido tanto? ¿Cómo funcionaba tu mente en ese momento?

En ese momento yo tenía hijo y el que tenía al frente, si me ganaba, me iba a sacar el pan de cada día de mis hijos, entonces siempre peleaba por tratar de ganarle para que él no me gane, para que el día de mañana pueda jugar un poquito más, porque si vos ganabas, después ibas progresando cada vez más, nada, pero no fue rencor de que la pasé mal, hoy en día estoy contento, contento de lo que hice, de lo que fui, de lo que soy, la grandeza no me tapó nada, yo sigo siendo el Roña Castro del barrio.

 

 

Eso no lo perdiste, ¿por qué? Porque siempre suelen decir, los amigos del campeón te marean, te marean, te llevan a lugares y a situaciones no queridas, de pronto todos te ven de ojos claros, de dos metros de altura, que sos un gringo, que sos hermoso, ¿cómo hiciste para bloquear eso y seguir manteniendo tal y cual como sos con tu autenticidad y tu forma de ser?

No, los amigos del campeón los elige uno, yo no tuve muchos amigos del campeón, mis amigos son mi mujer, mis hijos y algunos mis hermanos, la vieja ya no está, pero bueno, esos eran mis verdaderos amigos porque siempre se acordaban de mí, y mis hijos son los que están al lado mío, los que me ayudan, los que me acompañan siempre, ya tan grande mi chico, ya tengo hijos de 40 años, así que nada, yo tengo 58, y hoy en día, eh, si tengo como 14 nietos.

 

 

¿Qué tendrías para decirle a quienes están atravesando situaciones difíciles, como para motivarlos, como para que no se entreguen, como para que no lleguen a ese estadio tan lamentable de un ser humano que es la resignación? ¿Qué palabras, qué motivación, cómo lo alentarías?

No, el aliento mío es decirle a la gente, yo sé que uno cuando ya tiene arriba los 50, ya no encuentra trabajo, ya no tiene de cómo alimentarse, cómo darle algo a la familia, yo creo que la gente tiene que levantar la frente, seguir para adelante y tratar de hacer algo el día de mañana, porque hoy en día, te voy a repetir, los políticos se llenan la boca de que la gente está bien y la gente cada vez está mal, de lo que digo yo, porque yo reparto mercadería todos los viernes a Alimentos No Perecederos y yo entrego mil números y va como 1500 personas, a mí después me duele dejar a mucha gente sin alimento, porque yo entrego mil números y mil alimentos son, yo entrego casi 20.000 kilos de mercadería todos los viernes, pero como soy el “Roña” Castro, locomotora como me quieran llamar, yo vivo en una fábrica y hasta cuando entro a la fábrica hasta café me invitan, pero bueno, es lindo que la gente se acuerde de uno, que yo para ellos fui un ídolo y que hoy en día me den una mano es muy grandioso, y yo les digo a la gente que desde para adelante, que en cualquier momento salimos al flote.

 

 

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