Lenadro Busatto: “Necesitamos discutir una reforma policial en democracia”

Política marzo 13, 2023

El diputado de Santa Fe habló con "Esto No Es Joda" acerca de la situación actual de la provincia.

Para comenzar la conductora le preguntó a Leandro Busatto acerca de su visión sobre la provincia de Santa Fe. Lo primero que tengo que decir es que vivimos en una situación de violencia urbana, creciente, hace más de una década. La ciudad de Rosario, ha tenia un subida exponencial en esta cuestión, persivo que nos hemos acostumbrado a la violencia, a convivir con la violencia extrema y la muerte, y eso es otro gran drama entonces necesitas episodios cada vez más grandes para poder conmocionar la política. La audiencia y los medios te prestan atención cuando balean el supermercado o cuando muere Máximo, yo creo que vivimos en un proceso de violencia urbana, que tiene que ver con la crisis de seguridad profunda, que es la consecuencia del abandono del gobierno de la fuerza de seguridad. Es decir, la conducción política de la fuerza se ha perdido, en una instancia la provincia de Santa Fe creyó en la idea del “Doble pacto”, la política aparta con la policía, y la policía aparta con un sector del delito. Eso te produce algún nivel de normalización y en convivencia pacifica; eso se rompió claramente cuando el delito del narcotráfico y el crimen organizado, levantó los volúmenes económicos, levanto los volúmenes de violencia y claramente puso a la policía cómo parte del problema y no de la solución. Yo creo que eso sumado a la falta de fusión del campo nacional y popular, o de los sectores progresistas de qué hacer con la seguridad en democracia y que hacer con la fuerza de seguridad en democracia, producto probablemente de nuestras experiencias traumáticas en la última dictadura cívico militar y además con el retiro del estado de algunos barrios sensibles ha sido un bombo perfecto.

 Misa en Lujan del padre Pepe para hablar sobre el narcotráfico. Bueno lo veo positivo, lo que también espero es que el estado tenga la capacidad de reaccionar en un tema tan presente cómo lo que es el consumo y las adicciones. Mucho más pos pandemia, en donde la sociedad tiene, claramente, muchas veces, puntos de fuga en esos lugares y donde necesita abordar el tema no de la demagogia punitiva sino de la salida pública. Hay que tener dispositivos desde la salud pública para abordar la problemática de los consumos, me parece que el estado tiene que tener dispositivos para generar futuro; generar futuro es darle a un pibe la idea de puede ser parte de una sociedad que no le fluye y es también decirle a los jóvenes que la educación sirve, que puede conseguir laburo, puede vivir dignamente en un lugar y puede ser parte de un escenario de comunidad que no necesariamente es una bandita narco o simplemente que no es un lugar toxico para él, en términos públicos y tampoco en términos de sus vidas. Hay que recuperar los ambiente públicos, me parece central. Estas bandas generan sentido de pertenencia, ocupan el término violento, disputan la violencia para entrar al barrio pero después es pacifista el lugar donde viven. Hubo casos famosos donde los narcotraficantes han fundado un club de barrio, han dado cable gratis a los vecinos, han pacificado el barrio porque fijan las reglas de juego, inclusive hacen acciones positivas para la comunidad. Es decir, toman un lugar que el estado ha perdido, y desde ese lugar generan que los pibes tengan sentido de pertenencia a esas bandas, sumale que además, simbólicamente pertenecieron a una organización armada también te da unos lugares, la idea de que sos algo importante. En eso hay que trabajar profundamente para recuperar autoestima, para recuperar la idea de que se puede ir por otro lado.

¿Cuál es la respuesta que tiene que dar el arco político y la gestión política del gobierno a nivel nacional y provincial? Yo creo que lo primero que hay que hacer, es empezar a considerar la política de seguridad cómo una política de estado. Cosa muy diferente a lo que ocurre en cada gobierno , cada uno viene con un libreto, viene con una fórmula, y termina de una o otra manera cerrando sus propias problemáticas. Tomar la seguridad cómo un problema de estado es consensuar política con los que piensan parecido a vos y lamentablemente con los que no piensan parecido a vos. Me refiero a que tiene que haber una cuestión política y social con los sectores de la oposición pero también con los sectores sociales, religiosos, instituciones de barrio, hay que hacer una gran mesa de dialogo para trabajar, básicamente, sobre el exceso de niveles de violencia y seguridad. Lo otro que hay que hacer es, vuelvo a decir, discutir una reforma policial en democracia, tenemos todavía dificultades para asimilar que las fuerzas de seguridad son parte de nuestra democracia y tienen que trabajar con la misma impronta que lo han hecho en otros países, las policías y las fuerzas de seguridad, que en democracia han logrado construir conceptos validos para la sociedad. Y por último hay que hacer una gran proceso de inversión social, es imposible que vos pretendas que la gente viva mejor cuando uno no tiene luz, no tiene agua, no tiene cloacas, la ambulancia no entra, el colectivo no pasa, hay que trabajar en todas esas cosas básicas, la verdad, objetivamente cada vez que el gobierno larga un proyecto de ley neo liberal vos sabes que esas situaciones se van a agravar, por lo cual hay que tener en cuenta que indirecta o indirectamente, los gobiernos y las gestiones tienen que ver con la suerte de cómo quedan los lugares más vulnerables.

¿Qué pasa con las cúpulas de la policía de Santa Fe y con la justicia? Con respecto a la policía, vuelvo a repetir, que está la necesidad de tomar el control político de la seguridad y eso se hace básicamente con un gobierno decidido a gobernar la seguridad desde otro lugar. La política tiene la enorme tentación de que la policía administra el delito y por eso te va a traer niveles de pacificación que no te trae nunca, lo único que trae son mayores procesos de corruptelas y en algunos lugares violencia institucional que no tiene absolutamente nada que ver con prevenir la violencia y estar cuidando o dando seguridad. Tenemos que retomar el control y proponer una reforma policial seria, una reforma policial que sea en bienestar de la propia fuerza y en bienestar de la comunidad, es imposible trabajar en un concepto de pacificación cuando la sociedad percibe que la policía es parte del problema y no de la solución. Y cuando tenes una fuerza de seguridad deslegitimizada, para el uso de la fuerza y el uso de la prevención de la seguridad; hay que trabajar profundamente en eso y en una reforma en democracia para la fuerza de seguridad. En Santa Fe, el último intento de reforma policial, fue en el 2005/2006 cuando la gestión de Alejandro Rossi intentó reformar algunas cuestiones básicas que quedaron extintas la ley actual del personal policial es del año 1975, estamos hablando antes de la última dictadura cívico militar. Respecto a la justicia, Santa Fe tiene una escasa presencia de la justicia federal y la verdad que en toda esta novela dramática el gran ausente ha sido el procurador general de la nación interino, el doctor Casal. Yo le he mandado la semana pasada una nota pidiéndole una audiencia para que cree una fiscalía especializada en narcotráfico que lo puede hacer con la ley actual del ministerio público fiscal, necesitamos una justicia comprometida desde otro lugar.

Cómo es la situación actual hoy en la justicia santafesina cuando hay vacancia en los diferentes juzgados. En la provincia tenemos la misma estructura hace unos 40 años, apenas presencia mínima en Rosario, Santa Fe, el penado tuerto, reconquista y Rafaela. Son los cinco lugares donde hay justicia federal con escasa presencia, Santa Fe todavía tiene el sistema escrito, no ha pasado al sistema de oralidad cómo se está haciendo en otros lugares de implementación del código penal federal oral, cómo por ejemplo en Jujuy o Salta. Seria importante avanzar hacia eso, y además tener un fiscal general, la justicia argentina en términos federal, que ha asumido impedida mente,cuando han desplazado a Alejandra Gil Carbó, que no goza de una legitimidad plena y que debería legitimar este tipo de actitudes con una resolución simplemente administrativa, creando por ejemplo una fiscalía especializada en endocriminalidad para Rosario o dotando auxiliares fiscales a la propia justicia, es decir mandar más fiscales sin necesidad de tener una ley que te permita hacerlo. Hay toda una construcción al rededor de esto, que se necesita una ley un acuerdo del senado… Lo que estoy proponiendo, básicamente, es una resolución administrativa del fiscal general sin necesidad de que pase por el senado o por la cámara de diputados. Hace poco estuvo la corte en Rosario, pero tenemos una justicia que le cuesta demasiado conmoverse con los temas más sensibles y se ha dedicado a construir una visión politizada de la justicia.

¿Crees que esta inactividad debería formar parte del juicio político hacia la corte? No sé si es parte de un juicio político pero sin lugar a duda debería ser motivo de debate. La democracia, a 40 años de haber retornado, necesita discutir cómo funciona el estado y sus diferentes poderes. Si vos te pones a pensar desde el ´83 a la fecha, el poder legislativo, el poder ejecutivo han sufrido sucesiones, modificaciones, y el poder judicial siempre se ha negado sistemáticamente a rediscutirse en democracia y a rediscutir cuál es el rol que tienen, cómo se conforma la lectura y cómo se relaciona de otra manera con la sociedad. Yo diría que hay que discutir eso, y hay que discutirlo de una buena vez, cada vez que se intenta de discutir, estamos tocando probablemente el brazo corporativo más fuerte que tiene los poderes fácticos en la Argentina y eso también es motivo de retraso en la administración de justicia y un servicio elemental para cualquier ciudadano.

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