Viernes 22 de Agosto de 2025 - 6:52:55 pm

Liz Mendoza: “Los niños se llevan mucho saber en relación a Tierra del Fuego y a la Antártida”

Educación agosto 19, 2025

La directora Liz Mendoza y el docente Pablo Monzani, de la escuela Raúl Alfonsín de la Base Esperanza contaron como es vivir en la Antártida y cómo es educar a los niños en el colegio más austral del mundo.

 ¿Cómo es un día de ustedes como docentes, primero?

La jornada escolar empieza temprano, a las ocho de la mañana. Una hora antes nos levantamos, preparamos a nuestros hijos, desayunamos, porque, bueno, nuestros hijos también son nuestros estudiantes. Y bueno, hay todo un proceso, digamos, previo para ir a la escuela porque implica también la indumentaria, ¿no? cambiarse con distintas capas de ropa para poder ir a la escuela. Si bien las distancias son cortas, hay días que son bastante complejos, digamos, en términos del tiempo, del clima e implica que tengamos que ponernos antiparras, gorro, guantes, botas y eso es todo un proceso. 

 Después llegamos a la escuela, a las ocho y media, digamos, que inician las clases en sí. Desde las ocho hasta las ocho y media los chicos van arribando a la escuela y tienen todo ese proceso de dejar las botas, dejar la campera, el pantalón de nieve, que lleva, digamos, su tiempo. Entonces, a las ocho y veinticinco estamos guisando la bandera. Y a partir de allí arrancan las clases.

Tenemos los espacios curriculares del diseño curricular de la provincia de Tierra al Fuego. Tanto a la mañana como a la tarde, en el caso del nivel primario. Y en el caso del nivel inicial solamente a la mañana, la jornada es una jornada completa. Y finalizamos las clases a las diecisiete y treinta. En el medio hay un corte para el almuerzo.

Ya luego retornamos a nuestro hogar, digamos, a nuestra casa, a la casa nueve. Y, bueno, ahí, nada, compartimos un rato en familia y nos ponemos a planificarnos. Porque la tarea del docente no termina, digamos, al salir de la escuela, sino que continúa el resto del día.

 

Y, Pablo, ¿cuántas casas hay? Porque recién decía Liz que iban a estar la casa de ustedes. Después, ¿hay más casas? ¿Qué cantidad de casas? ¿Qué cantidad de gente hay en la base?

En 1978 se construye el 14 Sargento Cabral. No se construye la base porque la base se funda en diciembre de 1952. Pero en el 78 se da una ampliación importante de la base y se construyen, en la actualidad, 13 casas. Y somos un total, este año, de 58 personas, haciendo la campaña de invierno. Después, en la campaña de verano va a haber más personal, los investigadores, personal de la Dirección Nacional del Antártico, que, bueno, ocupan también las viviendas. Y tuve un poco el número. Pero ahora, en la campaña de invierno, somos 58 este año.

 

¿Y qué pasa con eso? Siempre nosotros hablamos de comunidad educativa, ¿no? En este caso, esa comunidad educativa, que son 58 personas, ¿en qué momento comparten, en qué momento se juntan a charlar? ¿O todos los días es momento de compartir? ¿O cuáles son las ocasiones que se juntan en algún lugar, como en la misma escuela, ¿no?

Bueno, hay momentos específicos donde nos encontramos, que suelen ser los sábados a la noche, que es un momento de reunión, donde cenamos y después hay otros momentos, como feriados.

Por ejemplo, ahora, por la fecha de San Martín, que generalmente se hace un acto, justamente en la primera foto, donde se izaba la bandera, es el monumento histórico. Es uno de los sitios históricos que tiene la Base Esperanza. Y bueno, se hace el izamiento de la bandera, después se comparte algo en el comedor, un chocolate caliente, con una factura o algo, entre todos.

Y hay algunos momentos de reunión. Y después uno suele estar cada uno en sus tareas, en su puesto de trabajo, digamos. El momento del mediodía es un momento donde uno también socializa un poco, porque se encuentra con otros miembros del personal, cuando vamos a retirar la vianda, la comida, al mediodía.

Así que hay como algunos momentos donde uno convive un poco más. Y, bueno, para nosotros la escuela es el lugar también de pertenencia nuestra, pero también de contacto con los padres, con las familias, con los chicos. Nos da esa cotidianidad de, bueno, la mañana, ¿no? ¿Cómo vienen los chicos? ¿Descansaron? Y charlar un poquito con los papás, ver cómo está todo.

 

Liz, ¿cuántos alumnos tiene la escuela?

Tiene los tres niveles educativos, que es nivel inicial, primario y secundario. Nosotros tenemos, digamos, inferencia en lo que es el nivel inicial y el nivel primario, porque el nivel secundario los estudiantes cursan a través del servicio de educación a distancia del Ejército Argentino. Y nosotros tenemos un total de 10 niños, 4 en nivel inicial y 6 en nivel primario. Bueno, en términos de organización, yo estoy más tiempo con nivel inicial, y Pablo a la mañana con nivel primario, y luego en la jornada completa yo acompaño el nivel primario.

Tenemos, digamos, el tipo de organización es con plurisalas y plurigrado, porque en la salita de nivel inicial tenemos, bueno, a Vicente, que es nuestro hijo, que es el más pequeño, que tiene 3 años, después 2 niños de 4 y una niña de 5. Y después en el nivel primario tenemos 2 niñas en primer grado, Juana, que es nuestra hija, en tercer grado, 2 estudiantes en cuarto grado y un niño en sexto grado que, bueno, que egresa este año. Así que es sumamente interesante.

 

¿Qué los motivó a que la familia completa vaya a Antártida? ¿Es una condición? ¿Es una decisión para poder ir a trabajar allí?

Sí, hay un poco de ambas. Es una condición, es parte del proceso de selección. El proceso de selección es largo también, inicia el año anterior, ya más o menos en junio, con la inscripción y después la presentación de un proyecto de trabajo y una defensa oral de ese proyecto nosotros como pareja. O sea, que ustedes concursan, digamos. Sí, es una instancia de concurso que, bueno, tiene una serie de pasos.

Hay un proceso de acompañamiento psicológico, un proceso de, bueno, de una evaluación de salud completa, un chequeo de salud completo. Y además de, bueno, de esa instancia de escritura, de nuestra propia propuesta de trabajo, poder no solo escribirlo, sino después defenderlo frente a nuestra supervisora. Claro, porque ustedes dependen directamente del Ministerio de la Provincia de Tierra del Fuego.

Así que, bueno, nosotros iniciamos en ese proceso. Era un deseo nuestro como pareja de hace muchos años, así que lo fuimos atesorando, lo fuimos nutriendo un poco con la carrera que fuimos haciendo con los años.

 

¿Y qué los motivó a ustedes? ¿Por qué querían ir a Antártida? 

Bueno, nosotros en el 2011, nosotros nos casamos en el 2010, en el 2011 nos inscribimos por primera vez. Y la verdad que era como un hito, digamos, en la carrera docente, en ese momento lo considerábamos, por más de que éramos jovencitos, teníamos tres años de servicio. Entendíamos que quizás era como una oportunidad única, que no todos los docentes tienen esta posibilidad de poder ser docentes en la Antártida, entonces nosotros consideramos que era una oportunidad que no había que desaprovechar. Obviamente que era con otras condiciones, no teníamos hijos.

Después lo intentamos en el 2015, pero bueno, justo nos surgió una posibilidad laboral a nosotros, un ascenso jerárquico, entonces priorizamos eso. Y bueno, después vinieron los chicos, Juan en el 2017, después pandemia, después Vicente en el 2021, entonces esperamos como la edad justa y el año pasado nos volvimos a inscribir. 

Pero bueno, previo a eso nosotros entendimos que ser docentes en la Antártida era un proceso formativo, por eso es que investigamos, nos juntamos mucho con docentes que han prestado servicios acá años anteriores, entonces hemos asistido a todas las charlas vinculadas con la Antártida, así que entendimos que había que formarse para estar acá, y bueno, el año pasado dijimos, bueno, creemos que estamos como en condiciones, avanzamos en la inscripción, y bueno, por suerte nos eligieron como el matrimonio de esta campaña.

 

 ¿Hay alguna condición física para poder ir a la Antártida? Hay un viejo mito, que no sé si seguirá siendo, que es que hay que operarse de apéndice antes de ir a la Antártida. ¿Es correcto eso?

Sí, nosotros nos operaron el mismo día, el 11 de diciembre del año pasado, estábamos los dos en el quirófano. Las condiciones acá de climática son extremas en distintos momentos. Hay días lindos, la realidad es que también disfrutamos de esos momentos, pero es una zona muy ventosa, hay temporales de viento bastante frecuentes, y el frío, por lo menos en esta época, se siente.

 Hay vientos que, nos decían el personal de meteorología, cuando superan las ráfagas, los 100 km por hora, ya son vientos huracanados. Y bueno, hemos tenido, agosto particularmente ha sido un mes bastante ventoso, y bueno, se prioriza el cuidado de los chicos, sobre todo, porque bueno, uno más o menos va caminando, se pone antiparras, se cuida, se protege y va, pero los chicos, es un poco más complicado para ellos. Así que, para preservarlos, si tocan ese horario, porque muchas veces la intensidad del viento aumenta en la noche y uno escucha toda la noche que está soplando, y a lo mejor, de repente, siete de la mañana paró, cortó, y bueno, uno ya puede salir y hacer actividades.

 

Y con respecto a la comida, ¿cómo se manejan con las comidas en la escuela? ¿Se toma alguna merienda? ¿O los chicos solamente lo hacen en sus casas? ¿Cómo es el manejo? 

Tenemos la organización igual que cualquier escuela, tenemos la copa de leche, nosotros le dimos copa de leche a la mañana, y bueno, acá el comedor nos provee, se hacía mate cocido, té, chocolatada y bueno, alguna producción, algún panificado que ellos realicen, así que en ese sentido tenemos el mismo formato que en cualquier escuela.

 La escuela en ese sentido ofrece como ese espacio que los niños necesitan, así que planteamos distintas actividades en el marco del diseño curricular y también tenemos algunos por ahí espacios en el caso de los actos escolares y convocamos a la base si quieren participar con algún número folclórico, por ahí preparamos alguna canción, entonces también invitamos al personal que se quiera sumar, después los miércoles tenemos un espacio con las mamás que es un espacio de costura donde hacemos distintos productos, digamos, para los chicos, distintos recursos didácticos, así que vamos buscándoles actividades al día a día, digamos, para para ir transitando esta campaña.

 

¿Los chicos juegan afuera, en la nieve, en un recreo? ¿Cómo es el tiempo de descanso?

Ellos tienen un sum, generalmente después del desayuno, que es 10 de la mañana, tenemos un momento de recreo, tenemos un recreo de 20 minutos, 15 minutos, en el Zoom, con algunos juegos, digamos, una dinámica propia ahí que tenemos como algunas estaciones de juegos para jugar al ajedrez, damas, metegol, hay varias propuestas ahí para los chicos.

Y en algunos momentos con la profe de educación física hicimos alguna salida para jugar con trineos. Atrás de la escuela hay un museo, así que también hemos hecho la visita allí, es muy lindo, hay muchas cosas para recorrer y para conocer la historia, no sólo de la base, sino la historia de nuestros héroes antárticos, digamos, una parte que no es tan conocida por las escuelas, pero bastante linda, bastante interesante, y bueno, muchas cosas del área de naturales también.

Y a los nuestros les encanta la nieve, les encanta jugar en la nieve, a veces hay un viento tremendo y quieren salir a jugar igual. Y son chicos, los chicos tienen eso. Tratamos de aprovechar esos momentos de luz, y cuando el día acompaña también, para que vayan, jueguen, porque a veces es necesario también, digamos, contarles un poco.

 

Y si ustedes le tuvieran que dar un mensaje a los docentes del resto del país, ¿qué es lo que más les gusta de su profesión y que la descubrieron estando allí en Antártida?

 Bueno, en realidad por ahí es el ejercicio de la vocación docente, creemos que obviamente que estar acá es algo muy particular, muy singular, los estudiantes vienen de distintos lugares con distintos saberes previos, entonces nosotros lo que intentamos es transmitir por ahí parte de lo que es la educación fueguina, ¿no? Porque en este año los estudiantes, por más de que vienen de distintos lugares, son residentes de Tierra del Fuego, Antártida Isla del Atlántico Sur, entonces el saber que se llevan es vinculado, digamos, a este territorio.

 Por ahí a los docentes, que seguramente hay muchos docentes en distintos rincones del país que tratan de transmitir y de hacer patria, sobre todo en estos lugares tan inhóspitos, poner siempre en primer lugar a los estudiantes y garantizar esos aprendizajes y esos saberes necesarios que se tienen que llevar de esos lugares tan particulares, y creemos que, para los niños de esta campaña, y creemos que se llevan mucho saber en relación a la Antártida y a Tierra del Fuego. 

 

Pablo, vos como jefe de familia, vamos a poner así el título, qué dudas tuviste antes de decir voy o no voy, llevo a mi familia a la Antártida o no, ¿o lo charlaron mucho entre los dos y tomaron la decisión en conjunto?

No, la verdad que tomamos la decisión en conjunto, estábamos bastante convencidos, nosotros ya habíamos tenido algunos acercamientos, habíamos charlado con algunos profes que habían viajado y vinimos bastante convencidos, somos un equipo, somos una pareja que fuimos siempre para adelante y hemos hecho muchas cosas juntos, así que yo me doy un poco de maña con todo, así que traje mi caja de herramientas, trajimos muchas cosas para la escuela también, trajimos una impresora 3D, un láser para cortar madera, algunas maderas, bueno traje muchas cosas, muchos recursos para poner en juego acá y la verdad que nos hicimos los estudios médicos, a los chicos también y vinimos.

Lógicamente uno a veces tiene ciertas inseguridades, sobre todo no por uno sino por los chicos, que tengan todo lo que necesiten, así que bueno, averiguamos, compramos vitaminas, fuimos haciendo todo y tratando de traer lo que creímos que era, pensábamos que era indispensable y hasta un poquito más. 

 

¿Cuáles serían unas palabras de cierre por hoy?

Liz – Bueno, a nivel personal es una experiencia sumamente única, singular a nivel profesional, laboral, familiar, la verdad que habitar la Antártida es un desafío, pero también es una experiencia muy hermosa y muy linda, y tenemos por ahí la ventaja de que con las tecnologías actuales podemos compartir quizás en algún punto lo que se vive, es difícil transmitir todo, pero podemos de a poco ir acercando la experiencia que uno vive todos los días.

Pablo – No, coincido, bueno, agradecerte también por el respeto, por tu conocimiento, me he sentido muy cómodo y uno se emociona también cuando pasan este tipo de diálogos, de charlas, yo siento que uno pone en juego todo acá, a veces uno está acostumbrado a estar en instituciones educativas donde tiene infinidad de recursos, a veces tiene muy pocos recursos, y acá uno tiene que uno está básicamente solo, está con lo que trajo y con su propia capacidad inventiva, y eso también es algo maravilloso porque te empuja a seguir pensando, uno planifica uno por uno, casi es una distancia muy personalizada, uno conoce mucho y se involucra mucho con cada estudiante, así que eso es algo muy significativo, muy lindo para uno como docente, poner en práctica todo lo que uno durante este tiempo fue aprendiendo.

 

Escuchá el programa “Voces de la Escuela” todos los martes a las 19:00 horas por www.radiozonica.com.ar

 

 


 

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