Luis Campos: “Buenos Aires está orgullosa de todos sus artistas”
Teatro diciembre 11, 2021El actor conversó con "El Gato en la Ventana" sobre su trayectoria teatral y la actualidad de la profesión en el país.
Luis Campos es actor teatral reconocido y premiado, ha desempeñado su carrera en diversos medios de comunicación, pero el principal siempre ha sido en teatro. En la actualidad fue nominado y ganador del Premio Trinidad Guevara a la Trayectoria.
Luego de haber ganado el Premio Trinidad Guevara a la Trayectoria, Campos afirmó: Es una caricia más que me da el teatro, es un premio muy respetado y querido por los actores. La trayectoria siempre es un reconocimiento de una elección de vida. La verdad, y siendo sincero, nunca trabajé para los premios, pero qué bueno es que haya un reconocimiento de parte de la gente del teatro. Estoy muy feliz pero debo decir que desgraciadamente está amenazado ese premio. Hay un proyecto de ley, vamos a ir el martes a la Legislatura para ver qué se puede cambiar. Es principalmente para cambiar que no solamente se reconozca al teatro, sino son premios a la escritura, los plásticos, todos los premios que da la ciudad. Hay un ajuste, porque llegaron quejas de la Asociación de Actores y Plásticos, porque se reducen los premios. Creo que se va a llegar a un entendimiento. Buenos Aires está orgullosa de todos sus artistas.
En cuanto a sus inicios en el teatro y el desarrollo de su profesión, el actor aseguró: Fui un rara avis en el teatro. Empecé desde muy joven a hacer teatro, y cuando se me presentó la posibilidad de trabajar en otros medios como la televisión o cine, en cine hice muy contento siete u ocho películas, pero en televisión la verdad es que hice cosas pero para mi siempre fue un medio hostil. No me encontraba a gusto, salvo en algunos programas donde estuve unos meses, el resto de la oferta siempre era por unos días y, a mi no me daba de comer la televisión. Raramente el teatro, que otra gente diría que es lo más difícil que te dé de comer, a mi me ayudó. Me convertí en un profesional desde hace muchísimos años, y sobreviví. Con años de vacas flacas, con años de vacas gordas, pero tuve la suerte de trabajar mucho en teatros oficiales con contrato, algo de teatro comercial y después generalmente teatro independiente que, a veces no da de comer pero, cuando te da un éxito, uno tiene mucha suerte. Fui obcecado en el teatro porque tuve hijos, en algún momento nos veíamos poco con mi mujer, pero aguante con ella y siempre llegó el trabajo, algunos meses de ocupación.. Nunca volví a otra actividad como teníamos al principio los actores cuando iniciamos, pero puedo decir que hace unos 35 o 40 años que no tuve necesidad de salir a vender libros. Trabajé en librerías como vendedor y hacía algunas cosas para algunas editoriales, pero no mucho, y después también trabajé como cobrador de seguros, porque lo que me daba en esa época era la libertad. Ese trabajo lo podía hacer en cualquier horario. Cuando me decidí me la jugué, todavía no tenía hijos que mantener ni nada y pasó, lo primero que hice fue vender el coche para no tener más ese trabajo u me dedique al teatro. Ojo, hubo un tiempo en el que hacía: de lunes a viernes en teatro infantil en colegios mañana y tarde, de miércoles a domingo alguna obra en el Cervantes o San Martín, y en la trasnoche de los sábados me mandaba algún unipersonal. Me daba el cuero en esa época y así se fue armando esta trayectoria que yo también amo. Soy muy feliz en ese sentido, no me puedo quejar, no tengo arrepentimiento de si hice más de 80 obras. Alguna u otra la acepté porque no tenía más remedio, pero siempre hice buenas obras dentro del teatro cultural. Por eso digo que es rara mi carrera, pero es posible. Cuando me llaman a charlar siempre digo que es posible, se puede, uno tiene que ser obcecado. Siempre destaco que se puede hacer teatro, porque desgraciadamente he visto a mucha gente talentosa alejarse de la profesión, porque no se convertía justamente en una profesión, sino que necesitaban dinero para sobrevivir, y fue una pena. Y otros se dedicaban a esto pero agregando la enseñanza, yo también he dado clases, pero luego lo dejé.
Épocas de radioteatro, otra manera de compartir arte. Hice en Radio Municipal, en esa época, hice dos o tres obras, todas las semanas hacíamos algo distinto. También he realizado algunas novelas en Radio Ciudad, en FM también alguna vez algunos locos me contrataron como psicoanalista alocado. No es que tenga una carrera radial pero siempre fue un medio que me ha agradado hacerlo. La ficción dentro de este medio cuando no existe, no existe. El año pasado se intentó resurgir pero fue medio obligado por la pandemia, creo que hay gente muy capaz que si se lo propone, en algún momento va a resurgir, no a nivel de los que era 40 años atrás pero sí hay espacio. Creo que en algún momento se va a recuperar como medio, no en gran cantidad pero sería estupendo. La radio tiene algo que es cierto misterio, muy interesante si está bien hecho. Da la posibilidad de imaginar como cuando uno lee, podes imaginar situaciones con lo que te dan las voces. Cuando era chico escuchaba muchísima radio, como ahora, era otra cosa. Pasaban películas, hacían adaptaciones, había grandes figuras haciendo radioteatro. También pasaba con la música, cuando era chico se escuchaba muchísimo el tango en la radio, y de adolescente no quería saber nada, era más de los Beatles o los Rolling. Y cuando cumplí los 30 años me di cuenta que era tanguero como cualquier otro, porque lo tengo desde chico sonando en casa todo el día.
Respecto a las obras más destacadas y los directores que quienes ha compartido más de un proyecto, Luis Campos dijo: Una de las obras que estoy más agradecido de haber hecho en mi vida, en el año 78 más o menos, fue la comedia de Shakespeare adaptada por Villanueva Cosse, y ese fue un hito para mi profesionalización. Venía haciendo teatro independiente muy esforzadamente y esa fue una gran vidriera. Fue un éxito importante. Y otra obra fue “Boda Blanca” con muchísimo éxito. El teatro también me regaló viajes al extranjero par hacer giras, festivales, temporadas en otros países. El teatro conmigo ha sido generoso, me ha llevado a lugares que ni siquiera había pensado que iba a pisar. Con “Boda Blanca” empecé a jugar en otras ligas, pero nunca dejé el teatro independiente, siempre hice las dos cosas. Fue un contrato necesario porque calma los nervios durante el año, y el teatro independiente da la pasión y el amor con la que no lo hace. Con Eduardo Rogner he trabajado varias obras de él. Una fue “Sócrates, el encantador de almas”, que gustaba mucho y, cuando se podía, la poníamos en un teatro. También hice “El Hombre Lobo”, y “La Mosca Blanca”, era un encuentro en una plaza entre un carpintero y un artesano, y era una comedia que no derribaba en nada. Con Eduardo he realizado obras estupendas, es uno de los autores con los que más trabajé. En esta trayectoria he repetido muchos directores: Villanueva Cosse, Rubén Pires, Andrés Básalo. Los nombro porque son hitos importantes. Después claro, trabaje con excelentes directores, pero no he realizado cuatro o cinco obras como con ellos.
Teatros independientes, fundamentales en el ayer y hoy en la vida del artista. Ha sido una explosión fantástica que se realizó con el teatro independiente. Hay muchísimos teatros, serán chicos pero se llenan todos, funcionan muy bien y están renaciendo después de estos dos años que hemos tenido.
Para finalizar, el actor argentino compartió su visión sobre el recuerdo de obras y artistas que, a veces, quedan sólo en la memoria. El otro día hablaba con un amigo, quien decía “Al teatro se lo lleva al río”, pero es bueno a veces recordar, principalmente con la trayectoria. Con mi amigo decíamos “que triste que, ahora quedan registros fílmicos, pero el teatro se va. ¿Quién puede decir ahora que Jaime Kogan era un excelente y extraordinario director? Algunos lo podemos decir pero poco a poco va desapareciendo”. Es la ley del teatro, pero por suerte hoy se van quedando los registros de las obras.
Podes escuchar “El Gato en la Ventana” todos los sábados de 15 a 16 hs por Radio Zonica