Luis Cámera: “La vacuna contra el coronavirus debería ser obligatoria”

Sociedad agosto 13, 2020

El doctor dialogó en "El Arranque" sobre el anuncio de la fabricación del antiviral en Argentina y sus consecuencias.

Luis Cámera es un médico argentino que forma parte del equipo de asesores del presidente Alberto Fernández. Es un referente de la Medicina Interna Argentina, de destacadísima actividad y reconocimiento asistencial y académico.

El doctor se refirió a las implicancias del anuncio presidencial acerca del acuerdo para producir antivirales contra el Coronavirus en Argentina. “Es una muy buena noticia la que dio el presidente. Esperemos que todo llegue a un buen puerto. Es una noticia muy buena desde varios puntos de vista. Es importante porque sabemos que vacunas van a venir. Hay entre 150 y 200 emprendimientos en el mundo. Sabemos que vacunas va a haber. El problema es cuándo, cómo y a qué valor. El hecho que nosotros podamos fabricarlas acá, significa un know how importante que queda, economía para la gente que lo hace. Además, el hecho de que esto tenga un emprendimiento con México, que las vacunas se entreguen en varios países latinoamericanos, nos da a nosotros una especie de prioridad en una de las vacunas más probadas en el mundo y que a priori debería tener éxito por todos los trabajos científicos previos y además a precio acotado. Ganamos en tiempo en recibir la vacuna y una economía a precio de costo, que es lo que se calcula con los países que colaboran para las vacunas.”

En ese sentido, el doctor aseguró que también “estamos con la vacuna de Pfizer, que también están empezando los ensayos en voluntarios argentinos y que también es una vacuna que viene muy bien rankeada a nivel científico. Entonces me parecen dos cosas muy importantes: una es la prioridad en conseguir la vacuna y la segunda es el precio. No son detalles menores porque debemos presumir que la población vulnerable, que sería muy similar a la población de la gripe en grandes rasgos, más los agentes sanitarios y agentes de seguridad, estaríamos hablando de 8 a 10 millones de personas para vacunar en Argentina. Es un número aproximado. Imagínate que eso se necesita lo más rápido posible y lo más barato posible, entonces son dos logros muy buenos, con dos vacunas que hoy por hoy están rankeando muy bien. Así que eso es muy bueno pero estoy preocupado por lo que pasa en el día a día. Sé que es una ilusión pero hay que llegar hasta esa ilusión”.

Respecto a las medidas de aislamiento social y obligatorio, el especialista dijo que “estamos de acuerdo con que hay que seguir con las medidas de prevención a rajatabla hoy más que nunca, porque estamos en un momento de máxima expresión viral. Estas dos, tres, cuatro semanas que se vienen son importantes porque el virus tiro con toda la artillería. Entonces en este momento es el momento en el que más nos tenemos que cuidar. Todo el mundo dice que venimos diciendo lo mismo hace cuatro meses pero la realidad es que ahora es cuando más nos tenemos que cuidar. Tiene que quedar claro. Cuando uno se va de viaje, los últimos kilómetros son los más difíciles y esa parte suele ser la más larga. Los accidentes siempre ocurren al final, cuando uno está cansado y mete la pata. Acá pasa lo mismo. Este es el momento más difícil y a esos cuidados los vamos a seguir que tener manteniendo porque el virus no se va a ir. Esa es la noticia más horrible que ocurre en el mundo. El virus no se va. Se va a ir si tenemos algo, un set de vacunas que va a estar disponible a lo largo del 2021 para los países ricos y posiblemente en el 2022 para los países pobres. Lo dice Bill Gates que es el máximo financiador de vacunas. Que nosotros estemos en el primer lote es una gran noticia”.

Sobre una posible flexibilización hacia el interior del país para motivar el turismo interno y el movimiento de las economías regionales, el doctor dijo que “sería bueno el movimiento interno pero veo dos escenarios, siempre en potencial. Ningún pronosticador la ha pegado y sé que también puedo equivocarme yo. Nosotros tenemos la carga viral en el AMBA que es la que está re contagiando en las provincias. Si bajamos la carga viral en uno o dos meses acá y quedamos en 500 casos por mes, estaríamos siempre incómodos en el AMBA pero no en el resto de las provincias, que se volverían a limpiar del virus como estaban hace un mes y un mes y medio atrás. Entonces es posible que todo el movimiento interprovincial esté relativamente liberado. Es una hipótesis, no hay que tomarlo como una realidad. Pero en el AMBA, nosotros vamos a estar con líos y de repente los que se van del AMBA por la Ruta 2 a Mar del Plata, creo que pondrían nerviosos a los marplatenses. Deberíamos hacer un esfuerzo para tratar de generar un movimiento del turismo interno ya que el resto se nos fue a la miércoles. Hay muchas vidas, mucha economía, muchas historias familiares que hay que reactivar porque si no lo hacemos la van a pasar realmente muy mal. Entonces veo dos escenarios: que nosotros todavía estemos con virus en pequeña cantidad y que el resto del Interior esté bien. A lo mejor deberemos hacer circuitos diferenciales para poder mover el turismo interno en Córdoba, Mendoza, Santa Fe, el sur, Mar del Plata. Hay que mover el turismo lo que más se pueda”.

Sobre la posible vuelta de vuelos hacia el exterior, el doctor aseguró que “viajar hoy a Italia no sería problema pero en España están teniendo un rebrote. Lo mismo pasa en Estados Unidos y ellos dicen que no hay que viajar a Argentina. Los viajes al exterior van a estar complicados por un tiempo más pero creo que se deberían empezar a abrir porque si se hacen protocolos en los viajes, la gente se controla y se ponen en cuarentena, no habría mayor problema. Creo que si tenemos el problema acá y es que los casos importados que venían de Europa con el virus, ahora son los porteños que le estamos dando el virus al interior. La posibilidad de que alguien del interior venga al territorio del AMBA y contagie a alguien del Conurbano, será uno de cada diez. La mayoría vuelve embarazado con el virus”.

En ese contexto, Luis Cámera afirmó que “tenemos limitaciones actualmente pero hay mucha movilización que se genera con el tráfico comercial. No podemos parar eso, no podemos parar más la economía de lo que ya se paró. Lo que si digo es que toda persona que viene al AMBA y que cuando regrese a su localidad del Interior, que avise al menor síntoma, que se chequee, que no haya ocultamiento. La mayoría de los brotes que se dan en las provincias tienen que ver con que la gente oculta, porque hay un juicio social de que el que se contagia hizo algo mal, que metió la pata, y todo el mundo lo mira raro. Entonces cuando se lo interroga al paciente infectado no dice toda la verdad, no cuenta todos los contactos y se arma el brote después de que ya hay veinte pacientes. Si al brote lo descubro cuando hay cuatro o cinco infectados, lo controlo en una semana. Cuando tengo veinte, no para. Es lo que paso en Jujuy. Una vez que crece es como poner un pie en un hormiguero. No es una sola hormiga y no te la sacas así nomás”.

Respecto a las críticas sobre la manera en que se manejó la pandemia en el país, el doctor aseveró que “nosotros aplicamos recomendaciones internacionales y es lo que nos quedaba por hacer porque no tenemos drogas virales. Lo único que queda en el mundo es hacer medidas restrictivas y los que no lo han hecho, han pagado un precio muy caro. Nosotros también estamos pagando un precio por esta epidemia pero mucho menos de lo que teníamos proyectado. Se hizo bien y también sabemos que se podía haber hecho algo mejor.  Nosotros en un momento dado estábamos guiados por la Organización Mundial de la Salud y ahora vemos en algunas cosas que la OMS no vio que la epidemia en cada continente es diferente. Nosotros tuvimos que hacer adaptaciones especiales como el plan Detectar, que nosotros tuvimos que ir a buscar el virus a donde estaba. Lo fuimos a buscar a donde había alta concentración de personas, pudimos desinfectar y pudimos controlar los brotes. Si nos hubiésemos quedado en la retaguardia, hubiésemos tenido un incendio de brotes hoy. Eso fue todo conocimiento local”.

Por otro lado, el doctor habló sobre la aplicación de las vacunas y aseguró que “yo lo pondría en un estilo obligatorio. Lo haría en forma obligatoria, habrá que ver como se resolverá eso porque por ejemplo la vacuna para la gripe es optativa. Hay otras vacunas infantiles que son obligatorias y que no entras al colegio sin ellas. Esta vacuna deberá tener una fuerte carga de obligatoriedad porque cuando se disparan los casos, se paraliza la ciudad. No es un detalle menor. Nosotros podemos tolerar engriparnos, hay una tolerancia, pero no hay una tolerancia para el coronavirus porque te internas, te va mal. Los países han colapsado, no hay ningún país del mundo que no haya tenido problemas económicos por el virus. Si alguien dice que no se quiere vacunar y eso genera un problema económico, entonces no lo sé. Va a ser insostenible. Hasta ahora no se trabajó la idea de la obligatoriedad o no pero presumo que tiene que ser una vacuna con poca capacidad optativa por el impacto social que tiene. Hay un rol social. Puedo asumir el riesgo de infectarme, eso es totalmente valido y lógico. Es como el fumador que sigue fumando a pesar de la posibilidad de agarrar cáncer. El problema es que contagio al del lado. Entonces el de al lado me tiene que decir que me cuide porque si me va mal a mí, también le va mal a él”.

Al finalizar, Luis Cámera habló sobre las teorías conspirativas alrededor de la vacuna y de Bill Gates. “Hay gente equivocada. Bill Gates hace cuatro o cinco años dijo que venía una pandemia y no le dimos bola. No le hicimos caso y hoy vemos que hay que hacerle caso porque es un ser superior. Hace cinco años que dijo que íbamos a tener una pandemia y nadie hizo nada. La gente está equivocada, siempre hay teorías conspirativas. Les diría que inventen ellos el antiviral y se soluciona el problema. Es delirante. Bill Gates está poniendo mucho dinero en salud. La gran parte de las vacunas las está financiando él”.

Podés escuchar “El Arranque” de lunes a viernes de 10:30 a 12:00 horas por Radio Zónica.