
Luis Tabera: “En los barrios populares hay muchos saberes y hay que aprender a escucharlos”
Sociedad febrero 6, 2020El secretario del club La Cultura del Barrio visitó "La Hora de los Clubes" para hablar sobre el club social y deportivo que lleva adelante.
Luis Tabera es el secretario del club social y deportivo La Cultura del Barrio, ubicado en Villa Crespo. El secretario habló sobre la creación del primer club deportivo de su tipo en Argentina, un espacio para la generación de actividades sociales y deportivas, como el boxeo popular. “La Cultura del Barrio es un club social y deportivo de la Ciudad de Buenos Aires. Es una idea que nace de un grupo de amigos y amigas, que no teníamos idea de cómo formar un club. Esa idea fue creciendo, fuimos avanzando en un tema que es complejo para los clubes que es tener la personería jurídica. Una de las tantas piedras que tiene en su camino un club es la personería jurídica. Incluso, hay clubes centenarios que recién ahora tienen su personería. Entramos en ese camino con muchas cosas en contra pero después de un tiempo conseguimos la personería. La primera sede fue en la calle Velasco, una calle chorizo típica de Villa Crespo: tenía dos piezas, le tiramos la pared a una e hicimos un lugar para estar. Además, entrenábamos en un garaje de 4 metros por 4 metros. Esa fue la primera sede de Cultura del Barrio.”
En ese marco, el secretario contó que el club fue creciendo y que “pasamos a emprender en un momento que no se debía emprender, fuimos por más y nos tiramos a la pileta. Alquilamos un lugar porque debemos ser el único club de Argentina que alquila. Alquilamos una fábrica de dos pisos en la calle Murillo y es la sede actual. Hace cinco años que estamos ahí. Con todos los pronósticos en contra tratamos de profesionalizarnos en boxeo, más sumado a la danza y un montón de actividades dentro de lo social. Eso fue creciendo y hoy en día somos un club que tuvo la suerte, porque fue una suerte, haber atravesado estos cuatro años de macrismo. Seguimos padeciendo a Larreta en la ciudad, seguimos padeciendo lo mismo: clausuras, allanamientos, sumado a las tarifas, el alquiler, a todo. Sería mucho más fácil tener un espacio o lugar propio como los otros clubes pero parece que no estamos dentro de esa lógica, así que es palo, palo, como es la lógica macrista”.
En ese contexto, Luis Tabera habló sobre las diferencias entre el club La Cultura del Barrio y los demás clubes de la ciudad. “Somos el único club de sus características en Argentina y en Latinoamérica. Somos un club que nace desde las personas que la forman, desde una ideología política que es el anti fascismo, con todo lo que eso conlleva llevado a la práctica. Creemos en la organización de base y es lo que hacemos hoy en forma de club, antes fue en forma de cooperativa. Creo que también lo que lo hace distinto a este club es tratar de crear una institución que no existe en Argentina. No creemos mucho en las instituciones cooptadas desde el Estado. Creemos en la vuelta de la ideología de la que gente que vino aquí a principios de siglo, es eso lo distinto. Por ahí es la primera vez, a veces entendemos que no nos entiendan, porque es la primera vez que pasa. Son lógicas que vienen más de Europa, el boxeo popular que es algo clásico en las palestras de Italia, por ejemplo. Los gimnasios anti fascistas en Europa existen hace treinta años. Nosotros hicimos una gira europea en dos oportunidades y entendimos que formamos parte de algo mucho más grande, en una organización internacional que defendemos otra forma de hacer deporte. Nuestro lema es “otra forma de hacer deporte es posible”, y eso es lo que defendemos. No es ni mejor ni peor, es otra forma, alejada de los vicios que tienen los deportes, que lo alejan de lo social y lo popular, para hacer lo que quisieron hacer con las sociedades anónimas. Como la vida, la única persona que puede acceder es la que puede pagarlo. Estamos en contra de eso, del deporte como comercio”.
En ese sentido, el fundador del club aseguró que “todo nace de los barrios bajos. Yo nací en un barrio al oeste de la ciudad, lejos de la estación de tren, en Moreno. Entonces, es volver a los mismos barrios nada más que en otras localidades. Tenemos la suerte de haber trabajado en Avellaneda, con un movimiento de desocupados. Ahora estamos yendo a la Isla Maciel y a Dock Sud. Es una victoria dentro de tanta derrota en estos años. Creemos en el deporte obrero, en la lucha de clases, aunque parezca algo demodé o fuera de tiempo. Creemos que las herramientas no están dadas para las clases bajas, piensan que solo quieren un plan o ya está. Tratamos de romper con esto de la caridad, no hacemos eso. Nosotros nos planteamos desde la solidaridad, desde el apoyo mutuo. Tuvimos la suerte de cruzarnos con una persona que diagramó Boxeo Popular, una compañera nuestra que es trabajadora social, casualmente de Moreno y ella le dio un contenido más allá de lo que nosotros podíamos llegar como deporte. Estamos trabajando con las familias, con las instituciones de Isla Maciel, con el colegio primario, el secundario y usamos el deporte como herramienta de entrada, pero creemos que los cambios se generan desde la base y no de otra manera. Nosotros no vamos como iluminados a decir qué está bien o qué está mal en los barrios. Tratamos de formar gente que a futuro, nuestro sueño es que el mismo barrio dé a los referentes de boxeo popular. Ese es nuestro pensamiento en lo que hacemos. No vamos como iluminados diciéndoles lo que tienen que hacer, escuchamos mucho, creemos que en los barrios hay muchos saberes, hay que aprender a escuchar, a no pasar por encima y en base a eso articular y poder dar una respuesta”.
Por otro lado, Luis Tabera afirmó que “tenemos una parte de cultura callejera, que está muy presente. El club se crea en la calle, en un estilo de música. Eso va cambiando pero es eso, es volver a las raíces de todo. La base del capitalismo es el egoísmo, eso es el sistema y nosotros estamos en contra de eso. Si somos anti capitalistas debemos estar en contra de eso. En un club todo tiene que ver con todo. El club es un lugar donde la gente va a relacionarse, sea de la manera que sea. Tuvimos la suerte de presenciar una charla sobre desaparecidos en la Isla Maciel el año pasado y unas de las personas, ex montonera, decía que ellos fueron a unos de los clubes y formaron parte de la comisión directiva, porque era el lugar donde debían organizarse de forma barrial. Era el lugar donde había que estar. Entonces, nosotros nos dimos cuenta que todo tenía sentido, que estábamos haciendo lo mismo”.
Por otro lado, el fundador del club habló sobre las persecuciones políticas que sufrieron en los últimos años. “Todo es perseguido, todo es cerrado, todo sigue una lógica. La noche es un negocio que es de pocos también, no es de muchos. Así barrieron a los clubes de barrio, o a los carnavales que se hacían de noche o a los bailes. Nuestro enemigo número uno es la Agencia Gubernamental de Control. Ellos hasta nos clausuraron ilegalmente, con todo el poder que ellos tienen. En marzo tenemos otra mediación y ya les ganamos una. Si nosotros perdemos, tenemos que pagar 6000 unidades fijas, la unidad fija es la nafta. Es el precio de la nafta por 6000 por algo que no sabemos que fue. Hay una persecución que es total y clara en contra de nosotros”. Además, el secretario agregó que “la ex Ministra de Seguridad, con sus fantasías de guerras terroristas, nos allanó ilegalmente en el marco del G-20 buscando explosivos y armas. No se entiende. Somos un club de barrio y la puerta está abierta casi las veinticuatro horas del día. Si quisiera hacer algo malo, lo haría en otro lado. Los mismos noteros de los medios de comunicación que vinieron ese día, se dieron cuenta que no teníamos nada que ver y se fueron solos. La computadora que era del club que tiene fotos de mis gatos, con fotos personales, de viajes, la planilla de socios del club, la tienen ellos. Nos robaron plata, la recaudación de la caja que la teníamos para pagar el mes, nos la robaron y nos quedamos sin nada. Cosas que compramos con un montón de esfuerzo como equipos de sonidos, los tiraron al piso. Para dar vuelta algo no es necesario tirarlo al piso desde un metro de altura”.
Por otro lado, Luis Tabera habló sobre la autogestión y las dificultades económicas que atraviesan los clubes de barrio. “Nosotros básicamente no cobramos. Algunas veces sí pero otras no. Tenemos la suerte de que la gente sigue viniendo, la suerte de un montón de cosas pero solo con suerte no se avanza. Lamentablemente, pensamos que en estos años íbamos a ganar pero hemos perdido. Ahora dependemos de la decisión del dueño porque se nos termina el contrato. Es en una cuadra donde hay tres emprendimientos de edificios. Ya sabemos más o menos cuál es la respuesta. Lo peor de todo es que el club es totalmente rentable, tenemos más de 20 profesores, gente que trabaja en la parte social. Pero al año pagamos millones por estar en club. Los balances dan millones. Es increíble. Y hoy no podemos sacar un crédito para comprar el lugar porque no te dan la posibilidad”.
Respecto a la posible ayuda estatal, el secretario manifestó que “nosotros siempre estuvimos en contra. Por el tema de las elecciones quisieron hacer algo, nos mandaron un mail para que Larreta viniera al club a dar una charla con los vecinos. Nosotros estamos en contra porque somos enemigos. Villa Crespo salió elegido como el barrio de la diversidad y a nosotros nos llamaron, se acordaron de nosotros por suerte. Fue nuestra presidenta a la reunión y nos bajamos porque la idea es que todo debía tener el logo de la ciudad pero son cosas que no aceptamos porque nosotros trabajamos en la ciudad pero no trabajamos para el gobierno, trabajamos para la gente. Esto pasa mucho en los clubes de barrio, que se tiran de cabeza por $10.000 o $20.000 que te dan por día pero luego viene la AGC y te sale todo mal”.
En ese sentido, el fundador del club dijo que “mínimamente necesitamos que el Estado no nos joda. Además, no deberían pedirle requisitos a un club centenario para obtener la personería jurídica. Es una locura. Es muy baja la cantidad de clubes que lo tienen, debería ser el 100%. Eso es grave y te das cuenta los palos que te ponen para llegar. Es muy fácil quedarse en el camino. Nosotros fuimos muy cabezas duras y le dimos para adelante. Pero hay gente que tienen 60, 70 años en las comisiones directivas de los clubes y es muy complicado para ellos”.
Al finalizar, Luis Tabera aseguró que “tenemos clases los viernes hasta las 11 de la noche y la gente se queda a comer, pueden poner música y bailar porque son personas, jóvenes que bailan. Si llega a venir una inspección, nos parte al medio porque nos dicen que estamos fuera de horario. Yo trabajo a la hora que quiero, tengo la suerte de trabajar de lo que quiero. Nuestra función es otra. Con los planos de evacuación, cambiaron todo y teníamos que pagar $50.000, para noviembre del año pasado. Los tuve que juntar porque a ellos se les ocurrió cambiar algo, que era básicamente lo mismo pero los únicos que lo podían hacer eran ellos. Es una gran casualidad. Nos encantaría tener a los profesores en blanco y no podemos hacerlo. Es la prueba de que se puede, en este difícil momento económico, nosotros entendemos que el club sirve y lo podemos hacer en cualquier lado y es replicable. Parece que ahora se va a replicar en una población cerca de Santiago de Chile. Hemos estado en Brasil, España, Francia, Alemania, Italia y lo hicimos con dinero de nuestro bolsillo. Nosotros creemos en la auto gestión y si el modelo funciona como no alentar eso, con menos presión tributaria, con créditos y no molestarnos”.
Podés escuchar “La Hora de los Clubes” los jueves de 19:00 a 20:00 horas por Radio Zónica.