
MARCELO GOBELLO: “Los Beatles (…) lo que hicieron, la evolución, el cambio en la música”
Espectáculos febrero 15, 2025El periodista y escritor Marcelo Gobello pasó por Urbanos (Jueves 20 hs por ZONICA+) y se refirió a la influencia de la banda oriunda de Liverpool.
“Acabo de escribir hace algunas semanas una nota contando un poco la historia, y que a traves de un reportaje que le hice nada más y nada menos a Alan Parsons. Ese gran productor y músico tenía 19 años, reconocido por el Alan Parsons Project y por haber sido el ingeniero de “El lado oscuro de la Luna”, de Pink Floyd. Es decir, pedazos de credenciales tiene el hombre, pero para él lo más emocionante con sus 19/20 años que me contaba cuando le realicé una entrevista, fue haber estado tirando cables en ese show. En el año 1969 antes de una grabación, había mucho viento y le habían puesto al micrófono lo que se denomina el popero, sin embargo el viento que había en ese lugar era realmente muy fuerte. Entonces lo mandan a Alan Parsons a comprar medias de nylon de mujer, las pantis. La realidad es que uno tiene que conocer a Alan Parsons, mide como dos metros, es inmenso, un oso, si bien estaba delgadito era un tipo grandote. La cuestión es que el tipo entra en un mercería y dice ‘por favor, me da 8 pares de medias de pantis’, a lo que le preguntan qué talles quería, je. El tipo siempre recuerda esa anécdota muy graciosa. El tipo cuenta que con todo lo que él hizo, con todos sus logros, no hubo en su vida algo más emocionante en inolvidable que haber estado viendo a esos cuatro monstruos tocando juntos por última vez”, ilustra sobre el productor musical y compositor británico, el ex Director General del Teatro Colón de Mar del Plata, Marcelo Gobello.
A propósito de Los Beatles, revela: “Hubo muchas tensiones, lo que pasa es que era una banda que se estaba de alguna manera desarmando. Habían sido muchos años muy intensos, fueron diez años que parecieron como 50 si te pones a pensar en cuanto a lo que hicieron, la evolución, el cambio en la música, en el tipo de grabación, en los temas… hasta en su pinta, en su física. Y bueno, hubo mucha tensión, muchos problemas. Como durante la grabación del álbum Blanco el que se había ido era Ringo Starr, acá el que se fue, fue George Harrison que había tenido un entredicho con Paul McCartney, quien era un poco el que llevaba las riendas del asunto, sobre todo desde que murió Brian Epstein, el manager original. Hubo ese tipo de problemas pero que la llegada de Billy Preston, y que justamente es traído por George Harrison. Y ellos ya lo conocían a Preston porque era un amigo de ellos, de hecho grabó varios temas, inclusive hasta de los Beattles en sus dos discos para el sello Apple. Aparte de grabar para los Beattles tuvo un muy interesante repertorio de artistas con por ejemplo James Taylor, tuvo una etapa muy cortita pero muy linda. Y Billy Preston fue uno de ellos. La cuestión es que su llegada, primero que le trajo una distensión. Mirá, hay una versión que escuché en Abbey Road, que lamentablemente no la han puesto en la caja de lujo de Let it be, porque pusieron un montón de tomas alternativas. Pero hay una versión de “El Largo y Sinuoso Camino” en versión Blues, con Billy Preston”.
“Lo que sucedió es que, primero es que al tener otro músico y a quien ellos querían, hicieron que las cosas estuvieran mejor y musicalmente también aportó muchísimo, con ese piano eléctrico de Billy Preston y un talento increíble. Además no hay que olvidarse que estuvo en el concierto en Bangladesh con George. De hecho él grabó una de las primeras versiones de la banda, la grabó él en sus discos. O sea, hubo una amistad. Uno de los momentos más emocionantes fue cuando murió George Harrison y Eric Clapton le armó su homenaje en el Royal Albert Hall, fue justamente escucharlo a Billy Preston cantar ‘My Sweet Lord’ en una versión gospel. La realidad es que él era un maestro del gospel. Fue una versión muy sentida, vale la pena recomendarle a los oyentes que busquen esa versión. Es una maravilla”, detalla Gobello, académico de la Academia Nacional de Tango.
En torno a otra de las agrupaciones icónicas de la historia del género, rememora que “se acaba de cumplir un nuevo aniversario de aquel 9 de febrero de 1995, donde los Rolling Stones tocaron por primera vez en la Argentina, en el estadio de River Plate. Fueron 6 veces. Y fue el inicio del romance. Fue interesante ver a los Rolling Stones sorprendidos porque ni ellos se esperaban semejante repercusión, semejante reacción de la gente, tan calida. La importancia de los Rolling Stones fue muy grande porque se piensa que la banda inició su idilio con la Argentina a partir de los 80, con la película “Pasemos la noche juntos”, cuando arrancaron los Ratones Paranoicos. Pero si vos te vas al año 1965, te vas al disco de los Gatos Salvajes, y ya Lito Nebbia cantaba Little Red Rooster, también hacía Congratulations. Bueno, Pappo fue un gran admirador de los Rolling Stones”.
La banda olvidada de los 60 que fue producida por John Lennon y Paul McCartney que nunca tuvo éxito
Un grupo emergente en la escena psicodélica contó con un apoyo musical icónico antes de disolverse.
En 2016, una compilación remasterizada titulada Yesterday’s Sunshine rescató del olvido a Grapefruit, una banda de rock psicodélico que, a pesar de haber contado con el apoyo directo de John Lennon y Paul McCartney, nunca logró consolidarse en la escena musical de los años 60.
Este grupo, que lanzó dos álbumes y varios sencillos entre 1967 y 1969, fue bautizado por Lennon en honor al libro homónimo de Yoko Ono y llegó a ser considerado una de las apuestas más prometedoras de Apple Publishing, la editorial musical fundada por The Beatles. Sin embargo, su historia estuvo marcada por altibajos comerciales y cambios de formación que terminaron por disolver al grupo antes de alcanzar el éxito masivo.
Grapefruit fue una de las primeras bandas en firmar con Apple Publishing, aunque sus discos fueron licenciados a RCA Records en el Reino Unido y a Equinox en Estados Unidos, ya que Apple aún no contaba con su propio sello discográfico, según Far Out Magazine.
El grupo estaba liderado por George Alexander, nombre artístico de Alexander Young, hermano mayor de Malcolm y Angus Young, los fundadores de AC/DC. Alexander decidió quedarse en el Reino Unido mientras su familia emigraba a Australia, y junto a John Perry, Pete Swettenham y Geoff Swettenham, formó Grapefruit en 1967.
El respaldo de los Beatles y los primeros éxitos
La banda debutó con el sencillo “Dear Delilah”, producido por Terry Melcher, fundador de Equinox y conocido por su trabajo con bandas como The Byrds. Esta canción, una pieza de psicodelia ligera con prominentes arreglos de órgano, alcanzó el puesto número 21 en las listas británicas en la primavera de 1968, lo que generó expectativas sobre el futuro del grupo.
Impresionados por el talento de la banda, Lennon y McCartney los llevaron al estudio para grabar su siguiente sencillo, “Lullaby”.
Sin embargo, Grapefruit decidió aprovechar la ausencia de los Beatles, quienes se encontraban en la India, para grabar otros temas como “Elevator” y “Yes”. Esta decisión resultó desafortunada, ya que la doble cara A no logró entrar en las listas de éxitos. A pesar de este revés, su versión de “C’mon Marianne”, un tema original de The Four Seasons, alcanzó el puesto número 35 en el Reino Unido, lo que les permitió mantenerse en el radar de la industria musical por un tiempo más.
El declive comercial
Poco después, Grapefruit fue despedido por RCA y liberado de su contrato editorial con Apple, aunque Alexander mantuvo su vínculo con la editorial. Según publicó Far Out Magazine, la banda firmó directamente con Equinox, donde Melcher continuó produciendo nuevas canciones y remezclando grabaciones anteriores. Sin embargo, la versión de “Lullaby” producida por Lennon y McCartney no fue incluida en estas sesiones.
En diciembre de 1968, Grapefruit experimentó un cambio en su formación y lanzó el sencillo “Someday Soon”, que tampoco logró posicionarse en las listas. Ese mismo año, publicaron su primer álbum, Around Grapefruit, que consolidó su estilo psicodélico. En 1969, lanzaron su segundo EP, Deep Water, que adoptó un sonido más orientado al rock y logró cierto éxito en Alemania, donde alcanzó el puesto número 19 en las listas. A pesar de este logro, la banda decidió separarse a finales de ese año.
El grupo tuvo un breve regreso en 1971, pero no logró recuperar el impulso de sus primeros años. Su legado permaneció en gran medida en la oscuridad hasta 2016, cuando la compilación Yesterday’s Sunshine reunió 20 canciones remasterizadas, incluidas 18 composiciones de Alexander, una de Perry y la versión original de “Lullaby”. Esta colección destacó por su riqueza sonora y permitió redescubrir la creatividad de una banda que, a pesar de su corta trayectoria, dejó una huella en la música psicodélica de los años 60.
La historia detrás de Let It Be: el adiós de The Beatles y el misterio de su origen
La última canción lanzada antes de la separación de la banda sigue rodeada de misterio, con versiones encontradas sobre su inspiración y un mensaje que marcó a generaciones.
El legado de The Beatles está repleto de mitos, anécdotas y relatos cruzados. Entre sus muchas canciones icónicas, “Let It Be” ocupa un lugar especial, debido a que fue el último sencillo lanzado antes de la separación de la banda en 1970. Además, la historia emotiva que inspiró su composición ha generado interés durante décadas. Paul McCartney ha explicado que el tema nació de un sueño con su madre fallecida, aunque existen otras versiones sobre su origen que siguen generando debate entre los seguidores del cuarteto de Liverpool.
El origen de Let It Be: entre la madre de McCartney y Mal Evans
Paul McCartney reveló en el libro The Right Words at the Right Time que la inspiración para “Let It Be” provino de un sueño que tuvo en los años 60, donde su madre, Mary McCartney, quien falleció de cáncer cuando él tenía 14 años, le transmitió un mensaje de consuelo. “Estaba atravesando un momento difícil cuando, en un sueño, vi a mi madre y ella me dijo: ‘Va a estar todo bien. Let it be‘”, recordó el artista en una entrevista con James Corden en 2018.
El verso “Mother Mary comes to me” ha llevado a algunos oyentes a interpretar que la canción tiene una referencia religiosa a la Virgen María, aunque McCartney ha preferido dejar esta interpretación abierta al público.
Existe otra teoría sobre la génesis de la canción. Mal Evans, uno de los asistentes y amigos más cercanos de la banda, afirmó en 1975 que él mismo inspiró la letra.
Durante un especial televisivo llamado A Salute To The Beatles, Evans aseguró que McCartney estaba meditando cuando apareció diciendo “‘let it be, let it be’”. Según su relato, la canción iba a titularse “Brother Malcolm”, pero Paul decidió modificarla para evitar malentendidos.