Mariana Enríquez: “Los premios te ponen una vara bastante compleja”
Interes General julio 15, 2020La reconocida escritora habló en "En Tres Vistas" sobre su carrera y su presente.
Mariana Enríquez es una periodista y escritora argentina, parte del grupo de escritores conocidos como nueva narrativa argentina. Sus cuentos se enmarcan en el género del terror y se han publicado en revistas internacionales como Granta, Electric Literature y The New Yorker.
Comenzó a escribir atravesada por la lectura de clásicos del terror estadounidense como Stephen King y Lovecraft. A los 19 años escribió su primera novela, que tituló “Bajar es lo peor”. Gracias a la hermana de una amiga, el manuscrito llegó a las manos de Juan Forn, de Editorial Planeta, quien decidió publicar la novela. Aunque el libro no recibió buenas críticas, se convirtió en un éxito de ventas y con el tiempo tornó en un libro de culto.
Varios años después, en 2004, publicó con la editorial Emecé su segunda novela, “Cómo desaparecer completamente”. En 2016 publicó el libro de cuentos de terror “Las cosas que perdimos en el fuego”, por Editorial Anagrama, que se convirtió en un éxito en ventas y fue traducido a más de una decena de idiomas. El libro ganó el Premio Ciutat de Barcelona en la categoría de lengua castellana.
En 2019 ganó el Premio Herralde de novela, que convoca la Editorial Anagrama con la novela “Nuestra parte de noche”.
La escritora habló sobre sus influencias en la escritura. “La narrativa es un género que siempre me gustó en su variante del gótico pero en general me gusta la literatura fantástica, la literatura de la imaginación que por otra parte es la literatura que leí desde mi infancia. Es la literatura de Cortázar, Borges, Stephen King. La literatura argentina se destaca muchísimo en el género a diferencia con otras literaturas más realistas como en otros lugares de Latinoamérica o en España. Stephen King tiene esa característica que es diferente, siempre me gustó el género fantástico, el terror en particular, para metaforizar ciertas realidades de una manera. Como escritora hay algunas dimensiones para pensar ciertas cosas que a mí me sirven más. El género necesita más el elemento del entretenimiento, de poder ir a narrativas que tengan que ver con la imaginación, a leyendas, a mitos, a leyendas urbanas, al lector pagano, a otras narrativas que están como más cercanos de un registro que no es realista y que también está muy presente en la vida cotidiana”.
En ese marco, la escritora dijo que “después el tema del salto del cuento a la novela, eso sí fue bastante deseado. Venía escribiendo mucho cuento y venía escribiendo crónicas pero crónicas breves, también en formato más corto y tenía ganas de la experiencia de la novela mucho más obsesiva, mucho más marcada en los personajes, mucho más larga, más incierta. El cuento tiene algo que se define en poco tiempo. O sea, no solo es breve en el sentido del resultado, que es un texto breve si no que también para mí es breve la concepción. Tengo la idea, la doy vuelta un poco en mi cabeza, lo escribo y ese proceso es bastante corto. Puede ser larga la corrección que también es parte de la escritura pero no es lo mismo que una experiencia muchísimo más arrojada que una novela”.
En ese contexto, Mariana Enríquez habló de “Nuestra parte de noche”, su ultima y destacada novela. “La novela empieza con un viaje, tiene 700 páginas y pasa por diferentes lugares pero empieza con un viaje, que es el que hace el protagonista, que es un niño junto a un hombre joven que se llama Gaspar y retrata su viaje personal de búsqueda de identidad. Por eso me parecía que empezara con un viaje en términos simbólicos, un viaje con su padre en formato, sin pecar de demasiado ambiciosa, pero si con un formato de odisea. Es el viaje al encuentro del padre, lo hace con su padre pero no lo conoce, hay una relación de encuentros y desencuentros con su padre que tenía que ver con eso, que convenía que empezara con un viaje aunque termine con un viaje también y pasen otras cosas”.
Además, la escritora relató que “es una familia que tiene muchísima impunidad, es una familia que práctica magia negra, es una secta. Algunas de las cosas que cometen son atrocidades de un tipo, que lo que se necesita para que puedan hacerlo, es impunidad. Como sabemos la impunidad viene con dinero entonces ese es el motivo principal de la cuestión. Después fue divertido también entrar en ese mundo sobre el que yo no había escrito tanto y creo que tuvo que ver que en el medio escribí una biografía de Silvina Campos. Conocer el mundo de Silvina ahí fue como una introducción a la aristocracia argentina que me dio ganas de llevarlo a la ficción también”.
Por otro lado, la periodista habló sobre la pandemia en el país y el futuro. “Creo que es muy temprano para decir que va a pasar. A decir verdad hay que esperar que termine, creo que estamos en la mitad, estamos procesando el trauma todavía y no estamos produciendo sentido. El impacto es el mismo en todas partes, creo que algunas literaturas nacionales están más impactadas que otras y también como se vive la pandemia ideológicamente. Yo tengo contacto con amigos que viven en Inglaterra y no es un hecho tan traumático para ellos porque hay una cuestión ideológica diferente, en sus maneras. También tienen una confianza económica, ellos tampoco no creen que la consecuencia de la pandemia sea una crisis económica muy importante y probablemente tengan razón”.
Sobre su producción artística en el confinamiento, la escritora contó que “por ahora no estoy escribiendo. Lo que si me pasa es que leo mucho menos y escribo casi nada, cosa que no me preocupa porque es lo que estábamos hablando un poco, el tema de procesar un trauma, creo que cada uno tiene una reacción diferente ante un hecho traumático y a mí lo que me pasó es que no encuentro nada, trabajo mucho y es muy desgastante el trabajo desde casa porque tenés que rápidamente adaptarte a otra manera y en los tiempos que me deja el trabajo no tengo lugar para la cuestión creativa principal mía que es leer y escribir. Para mí es más o menos lo mismo, actualmente no leo nada pero lo que leo, lo hago vorazmente y escribir decididamente no. Ahora escribo trabajos, artículos que me piden, cosas así pero no escribo nada de ficción. Insisto, no me preocupa porque primero vengo de terminar una novela larga que te deja como exhausta en muchos sentidos y que todavía está haciendo su camino la novela. Como todavía me entrevistan para la novela, todavía estoy pensando en la novela y me cuesta desprenderme para empezar otra cosa”.
Respecto a su trabajo como directora de Letras del Fondo Nacional de las Artes, la escritora manifestó que “estamos trabajando bastante porque estamos con las Becas Obtener Cultura, en su segunda tanda. En esta oportunidad los fondos para la beca tiene una contraprestación es un esfuerzo conjunto con el Ministerio de Cultura y el Anses, todavía se está anotando gente pero hubo que diseñarla, hubo que pensar en un jurado ampliado, porque es mucha gente. Así que estamos como en ese momento inusual también en el fondo en cuanto a esta beca, que es totalmente excepcional pero que también exige que institucionalmente haya una respuesta diferente y más concreta. Las becas son muchas así que van a llegar a mucha gente. A mí me gustaría que fueran más pero es lo que se puede hacer en la Argentina, estamos en un momento particular que me parece que es un esfuerzo de todos”
Respecto a su nombramiento como directora, la periodista dijo que “no es algo a lo que haya aspirado ni que me desvele pero me pareció algo bueno en ese momento, que había renunciado la anterior directora por un tema de incompatibilidad, tenía mucho trabajo y me pareció que este era un año que hacía falta, que yo iba a estar mucho tiempo acá en Argentina. Era un año que había que tratar de diseñar alguna política para sostener a toda la gente que por la pandemia no puede trabajar. No estoy hablando solo de artistas si no de un iluminador, el que corta las entradas, todo lo que mueve la cultura y pensé que era el momento. Yo trabajo hace muchos años en esto, es algo que conozco, que manejo y en lo que puedo ser útil, estoy”.
Al finalizar, la escritora habló sobre los premios que recibió por su última novela y dijo que “es raro estar del otro lado, de recibir un premio. También es muy rara la reacción que provoca en los demás. Por supuesto es muy halagador y te pone contenta pero al mismo tiempo es un reconocimiento al trabajo, sobre todo con consideraciones de un jurado que le gustó o por los motivos que le gustó, que son interesantes. Es muy grato pero hay algo también que lo que hace un premio es ponerte una especie de vara. Yo tampoco tengo ganas de que esta novela con dos premios importantes, se convierta de alguna manera en “la novela”, y que todo lo que haga sea comparado. Tiene sus complejidades, te da una gran alegría pero al mismo tiempo decís ¿y ahora qué hago? ¿Ahora qué escribo? ¿De qué me disfrazo? ¿Va a gustar lo próximo?”.
Podés escuchar “En Tres Vistas” los miércoles de 21:00 a 22:00 horas por Radio Zónica.