Martín Lombardero: “El RCP tiene que ser un hábito y no un curso anual”
Salud septiembre 11, 2025El cardiólogo estuvo junto con Marina Torino y contó todos los detalles de su libro “El Corazón es Consciente” y de las enfermedades cardiovasculares.
¿Cómo surge “El corazón es Consciente”?
Hace muchos años que empecé a ver que la cardiología clásica no resuelve todo lo que le pasa al paciente, entonces como yo hago diagnóstico por imágenes de corazón y llegaba a haber hasta 10.000 corazones por año porque manejaba 4 sanatorios a la vez en la misma empresa, entonces todos los casos difíciles y aparte por la enseñanza que daba y demás, veía 10.000 corazones más o menos por año.
Y vos en un momento decís, pero esto por qué le pasó y esto por qué, bueno esto por esto y cuando no tenés una respuesta científica lógica te empezás a preguntar, algo que el médico, que deberíamos hacer más que es filosofía, preguntarte la repregunta y no que te vengan las guías directamente, los protocolos que son muy importantes, los dogmas importantísimos, pero los tenés ahí, pero preguntate vos, ¿por qué le pasa esto a este paciente? ¿Por qué no le pasa otra cosa? ¿Por qué puede ser que un paciente que tenga 280 de colesterol no tiene una sola placa de ateroma, una sola placa de grasa en sus arterias evaluadas enteras en las bifurcaciones donde comienza la enfermedad y de repente una mujer con 220 de colesterol o 185 tiene una placa horrible en la carótida?
¿Por qué pasa esto? No, no nos preguntamos, solamente decimos no, es hipertensión, no, no, para, para, para, para. Hay mucha gente que no tiene un solo hábito y tiene enfermedad y hay gente que tiene muchos hábitos y no tiene enfermedad. Por supuesto, cuantos peores son tus hábitos, más chances tenés de tener enfermedad, pero hay cosas que no se explican.
En este libro tomás tres conceptos que, que, digamos, donde se incluye lo integral, como para arrancar, ¿no?, de la concepción del ser humano, que a mí me llama la atención también, ¿no?, porque sos un médico, digamos, que venís de las ciencias duras, de la medicina tradicional, además. Súper tecnificado. Súper tecnificado, además, imágenes, o sea, ¿qué más que eso para hablar justamente de lo biológico?
Bueno, ese fue uno de los errores que hemos cometido como médicos, que yo he cometido y todos hemos cometido. En esta época de la computación, que son hace 50 años en medicina, cambió muchísimo todo y fue muy, digamos, exponencial el cambio y las mejoras y las cosas, y nos maravillamos y tenemos, estamos fascinados, yo, por ejemplo, manejo un ecógrafo 3D, de tres dimensiones, veo el corazón en tres dimensiones, dices ´ ¡guau! ´, te maravillas y empezás a hacer un error de embelesamiento de lo que estás mirando, ¿no?
¿Por qué decís un error?
Porque no mirás atrás de lo que hay detrás del corazón, porque no mirás la persona, solo mirás el corazón nada más y decís, bueno, lo que le pasa al corazón es del corazón. No, para, para, para, está integrado en todo y ese fue el error que, en lo personal, yo cometí y que muchos hemos cometido de no darle tanta importancia a la parte humana, que es preguntarle qué le pasó a este paciente, en qué estado está, qué estado emocional tiene, se divorció, perdió la casa, perdió el trabajo, tiene un hijo enfermo, un hijo te mata, Marina, un hijo que te sale mal y no mal en el sentido de enfermedad, mal en el sentido de conducta y lo he vivido y seguramente va a estar en el próximo libro, el capítulo tengo, ya te digo, cinco pacientes en mi mente que un hijo los enfermó y algunos los mató. Porque entonces, vos fijate vos, lo que una emoción te puede disparar, por supuesto que tienes que tener un terreno predisponente, este libro se iba a llamar “La Tormenta Perfecta”.
¿Por qué La Tormenta Perfecta?
Porque para que te pase algo tienen que pasar varias cosas, no es solamente una, no es que tenés una mala emoción o una emoción negativa o una emoción instalada, no las emociones primarias, estamos hablando de las instaladas. “La Tormenta Perfecta”, la película, son cuatro frentes de tormenta y el barco se hunde. Esto es lo mismo, tenés que tener la emoción, una emoción instalada por tu mente negativa, una predisposición, un mal hábito y en el momento justo quizás saliste a correr con bronca, te bajó el potasio intracelular más la bronca, todo junto y la predisposición genética, la susceptibilidad de tus genes que pueden cambiar con tu epigenética.
Vos en el libro distinguís la cuestión de las emociones y me gustaría que lo podamos plantear un poco. ¿Por qué impactan de esta forma?
Vos tenés dos tipos de emociones. Las primarias, que es la que tienen todos los animalitos de este planeta, todos los mamíferos. Porque nosotros venimos supuestamente, si creemos en la teoría de la evolución, que científicamente es la más lógica de todas, teníamos primero el sistema límbico como todo.
Tu perro, tu gato, la jirafa, el elefante y nosotros. El sistema límbico es el que rige las emociones. Entonces, las cuatro emociones primarias son las que nos salvaron como especie y pudimos llegar hasta acá. Si tu tatara tatara abuela, hace 500.000 años, hubiera comido algo en descomposición, vos no estabas acá. Entonces el asco nos salvó. La ira nos salvó.
El miedo nos salvó. Es clarísimo. Si no tuvieras miedo, no hubieras escapado de una catástrofe o de un depredador.
Entonces esas son las primarias, que duran muy pocos segundos, minutos, dos, tres minutos. No podés no tener ira, son inbloqueables, fisiológicas, involucran mente, cuerpo y espíritu, todo involucra. Y las tenés, y lo que primero tenés, después razonás.
Esa es la emoción que se instala en tu mente que te hace daño y te genera una inflamación crónica sistémica que te va a gatizar el órgano débil que vos traes genéticamente o la predisposición que traes genéticamente. O sea que la ira, digo, para prestarle especial atención, conozco mucha gente que desata unas cosas de ira, es tremenda.
¿Es peor que otras emociones?
El miedo es la base, es el factor común de casi todas. Porque si vos tenés un ego mal manejado, y tenés ira, y tenés un jefe que te maltrata, que te trata mal, que tiene ira, y, además, vos no tenés miedo. Un tipo que tiene la autoestima alta y la espalda grande, trata bien a las personas. Totalmente. Entonces el miedo es la base de todo.
Mirá, hay un consenso que salió hace muy poquitito de la Sociedad Europea de Cardiología, una de las sociedades, si no es, la más prestigiosa del mundo, un consenso sobre enfermedades mentales y estrés, y enfermedades cardiovasculares. 20 países de Europa, 70 páginas, 670 citas biográficas comprobables, que dicen que ansiedad lleva a la depresión, y el estrés psicológico aumentan 2.5 veces la chance que tengas un infarto, al igual que la hipertensión arterial. Bueno, estamos en el horno como sociedad, porque son los tres males psíquicos de la época.
¿Cuál es el factor de riesgo más común en las enfermedades cardiovasculares?
Bueno, la hipertensión arterial te aumenta entre 2 y 3 veces la chance, si no está controlada, perdón, si está controlada no, ojo, si no está controlada y no la sabes, y no te importa, y no tomás medicación.
Si no, tenés 2 a 3 veces más chance de un infarto, y de 3 a 4 de un ACV. Bueno, el estrés psicológico que viven las ciudades como Buenos Aires, y los que vos conocés, y los que estamos viviendo, con competencia laboral, consumismo, con todo lo que estás viviendo, con el tema de la desocupación por la inteligencia artificial, atentos ahora porque va a haber mucha gente que va a estar afuera del sistema. Bueno, todo eso es un factor de riesgo tan importante como los clásicos. Esto es increíble.
¿Cómo no se enseña el manejo de la emoción?
Si uno se pone a pensar un poquito, la inteligencia emocional de las 11 inteligencias es la más importante. Y si nos ponemos a pensar entre la inteligencia del hombre y la de la mujer, la mujer está a un escalón más alto porque tiene más inteligencia emocional que la que tiene el hombre.
En los colegios tampoco se enseña RCP, o se enseña alguna vez y nada más, y tiene que ser un hábito. La resucitación cardiopulmonar tiene que ser un hábito como andar en bicicleta. Si vos haces un cursito en un año y después no lo hiciste más, en el momento que tenés un paro al lado, no sabés qué hacer, cómo era para ir a ver, y tenés 10% de mortalidad por minuto, o sea que en 10 minutos se murió.
¿Eso puede cambiar que salvaste a un ser querido o a una persona en tu trabajo?
Mirá, otro paciente mío ahora, otro paciente, hace 3 años le dije: ´Mire, usted tiene que hacerse un cateterismo porque está en grave riesgo, real riesgo de muerte´. La verdad que era así. No le dije así, pero rápido. Bueno, se fue, a los dos años, dolor de pecho, mucho, le duele mucho el pecho, le dice a la mujer: ´Llámame a algún lugar´, cuatro de la mañana, va a una sala de espera de un hospital, muerte súbita en la sala de espera. El guardia del hospital se lo pone en el hombro, bien grandote, lo lleva rápido al shock room, lo chocan y vive. Fíjate la historia, ¿no?
Si ese hombre se moría en la casa, se moría en la esquina o 10 metros antes del hospital, se moría. Se moría. Entonces, si vos tenés, si vos vivís en el campo, vivís lejos de la ciudad, o vivís en la ciudad, y vos sabés que la ambulancia llega en 20 minutos, vos tenés que saber RCP para salvar a tu familia, tenés que saber.
Y para esto, RCP tiene que ser un hábito, no una casualidad, no un momento. Además, no es fácil aprender. Yo una vez hice un curso y cuando tuve que hacerlo con el muñeco que te ponen para probar, a mí, yo no resucitaba a nadie.
Yo voy a ser muy feliz el día que vaya a uno de estos lugares, estos locales que se venden electrodomésticos por cuotas, 12 cuotas sin interés, que tenga un cartel gigante y que me digan 12 cuotas sin interés para un cardifilador. Y que, en vez de tener un microondas, también tenga un cardifilador.
Pero esto, ¿por qué no lo sabemos?
Porque culturalmente, es una cuestión cultural. Vos fijate, los cambios son culturales, ¿no? La cultura va en globo, no, perdón, va en un jet supersónico y los genes van en un globo aerostático. Los genes no cambian. La cultura cambió radicalmente lo que cambió en los últimos 50 años.
Hoy estamos hablando de cosas que antes no hablábamos. Yo presenté un trabajo, un trabajo en un proyecto de ley en el año 97, 98, con un senador que era el que pongo: ´Tiene que haber un cardifilador en los shoppings, en los gimnasios, en todos lados, pero ni entró en el Senado.
Por eso hay pocas cosas que quedan después de una charla, te quedan cuatro o cinco cosas. Una que queda, cuando la RSPCA, un hábito, un hábito, y no un curso, sino que los chicos en el colegio, y nosotros y todos, sea como andar en bicicleta, que nunca te olvidás.
Vos hablaste hace un ratito de la importancia de pensar bien, de ser optimista ante la situación de curar la salud, de cuidar la salud o de operarse. Pensar bien. Los estilos de personalidad, vos hablás en el libro de la personalidad tipo A como una personalidad de riesgo, que más allá del estilo de personalidad desde el punto de vista psicológico es un temperamento particular que muchas personalidades podrían tener. ¿Qué características tiene?
La personalidad tipo A es el tipo que enseguida se quiere pelear. Si vos entrenás a tu mente, me pasó a mí, peaje, cola, nervios, traspiro. Empiezo a hacer así, ¡ah! Voy a disfrutar este momento. Lo repito veinte veces. Voy a disfrutar este momento. Por supuesto, no pongo radio, no pongo música, perdón, pongo música tranquila, no escucho noticias, no escucho nada. Voy a disfrutar este momento, me concentro solo en eso y lo repito veinte veces. La décima segunda, la primera décima, ¿qué estoy diciendo? La décima segunda vez empezás a sentir un cambio en tu cuerpo.
Y lo sigo haciendo en el momento que estoy muy estresado y que siento, freno y empiezo a lo que quieras decir, me voy a sentir bien, voy a pasar este momento o voy a disfrutar este momento, lo que sea. El optimismo hoy es mejoría en tu calidad y cantidad de vida y esto está demostrado y lo dice el consejo, el consenso de la Ciudad Europea de Cardiología.
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