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Martín Schorr: “Macri dice que llevamos 70 años de déficit  fiscal y eso es un verso”

Política julio 11, 2019

El sociólogo visitó "Vamos por las Sobras" para hacer un repaso por la política económica en la historia y actualidad argentina.

Martín Schorr es sociólogo, docente, escritor e investigador de la rama de las Ciencias Sociales, especializado en economía. Es una voz autorizada al momento de analizar la estructura y las relaciones entre los actores de la economía y la sociedad argentina.

En primera instancia, el sociólogo habló sobre el proceso que sufrió el país en los últimos años. “Lo primero que hay que marcar objetivamente es que las principales empresas de nuestro país concentran aproximadamente un 25% del PBI, de la riqueza que generamos año a año los argentinos. Además concentran entre el 65% y 70% de los dólares que genera el país y que exportamos, con lo cual son artífices centrales del proceso inflacionario. Todo esto con la consecuencia de la caída del salario y la situación de los trabajadores del campo popular en general. No se miran con disvalor pero hay que entender quiénes son los actores que definen hacia dónde camina la economía. Es un grupo acotado de empresarios y empresas, pocos nacionales la mayoría extranjeros, que definen en buena medida como se ordena y se inserta la economía argentina en el mundo”.

En ese marco, Martín Schorr dijo que “esos actores extranjeros o grupos trasnacionales te generan dólares de exportación pero te sacan plata por todos lados porque remiten utilidades, fugan capitales, esto que está hoy tan de moda. Son actores que te mueven el amperímetro de si se genera empleo o no en la Argentina, si se invierte o no y el tipo de formato que asume esa inversión. En el último tiempo fueron los reyes de la timba financiera que son uno de los orígenes del descalabro económico que tenemos caminando claramente y de modo cada vez más dramático desde 2018. Generan dólares y generan empleo, no son monstruos que hay que sacarlos pero me parece que son mucho más los efectos negativos que los positivos”.

Además, el sociólogo manifestó que “por lo general son capitales que se radican en sectores en donde Argentina es muy competitiva a nivel internacional, donde la eficiencia poco tiene que ver con inversiones e incorporar tecnología. El gran problema, lo que uno viene viendo de Guillermo Moreno hasta hoy, es que el Estado negocia el precio con el actor dominante pero después no hace más nada desde el Estado. No se hizo en el kirchnerismo y ahora mucho menos. La cuestión es ver qué relación establece ese actor concentrado con el resto de los eslabones de la cadena productiva. El Estado tiene que tener una injerencia en eso, no es solamente sentarse a negociar con los diez tipos que manejan los grandes precios de la economía sino también regular el vínculo que ese actor establece con el resto de los actores de la cadena productiva”.

En ese marco, el docente ejemplificó con la situación que vive la industria láctea en el país. “El Estado tuvo que fijarle un precio máximo, que fue una suba de precios inferiores a los que las grandes productoras querían y lo que ellos hicieron fue obtener sistemáticamente esa rentabilidad pagándole menos precio a los tambos. La famosa ley del gallinero. ¿Cómo terminó eso? El más grande se comió al más rico. El kirchnerismo tenía un diagnóstico donde se le echaba la culpa de la suba de precios a los oligopolios y a los grandes formadores concentrados pero después de intervenir ese precio, en la medida que no regulaba el conjunto de la cadena, a la salida ¿qué terminó pasando? Que los grandes productores como Mastellone terminaron compraron a los tambos. Entraste con un nivel de concentración pero tu propia intervención profundizó la concentración. Entonces no es solo regular al eslabón más fuerte sino también ver de qué manera intervenís y regulas las relaciones en la cadena productiva. Antes de los noventa, Argentina tuvo una gran variedad de regulaciones, que durante el menemismo empezaron a desregularse y que todavía se mantienen. Eso no se revirtió y es una asignatura pendiente”.

Por otro lado, el sociólogo habló sobre la política económica del actual gobierno. “No se puede considerar que este sea un modelo desarrollista. Hay declaraciones de Macri en los que destaca el rol de Frondizi, que uno lo puede criticar por un millón de cosas pero tenía una estrategia bien industrialista. Eso no es lo que hay acá. Cuanto mucho nos han ofrecido a la sociedad ser el supermercado del mundo, que es la especialización a la vieja usanza, no exportar carne y trigo pero casi lo mismo, no vincularte con el imperio ingles porque no existe más pero hacerlo con China. El esquema en ese aspecto no es muy distinto. El otro punto es que acá hay un lugar protagónico de los sectores vinculados a la producción primaria y al sector financiero con lo cual claramente es muy fácil demostrar que esto de desarrollista no tiene nada. La poca inversión que generó este esquema fue para el sector hidro carburifero en Vaca Muerta y el resto fueron inversiones en el sector financiero especulativo en un esquema de absoluta liberalización financiera. Esto de desarrollismo no tiene mucho”.

En ese marco, Martin Schurr dijo que “algo de mala praxis hay, desde sus propios marcos teóricos revelaron una inoperancia a la hora de gestionar la política económica que es pavorosa. Hay una clara orientación de la política económica a beneficiar a ciertos sectores del capital económico que se vio desde el primer minuto. Con el tema del endeudamiento es de manual lo que pasó. Los dólares que entraron se fueron, alimentaron fugas de capital por distintas vías. La gran discusión es el tema inflacionario, la mirada del gobierno era la típica mirada obtusa del monetarista que dice que la inflación es por un tema monetario y en esa caracterización la única que te queda es premiar al sector financiero”. El sociólogo agregó que “la mala praxis tiene que ver con el diagnóstico erróneo porque está claro que la inflación no tiene solo que ver con el monetarismo. Si haces una suba del tipo de cambio bestial, eliminas retenciones, haces la política de la llamada recomposición tarifaria, es obvio que ese conjunto se va a trasladar a precios. Ahora el gobierno tiene este auxilio de que el FMI le permite vender 60 palos, pero fíjate lo que les pasa cuando bajan un poco la tasa y no les ingresan esos dólares: sube el dólar y aumentan los precios. Hay gente que hoy discute que el dólar está barato. Es una locura eso. La pregunta es como salís de esto con este esquema”.

Martín Schurr fustigó a la política económica del gobierno de Mauricio Macri al hablar sobre las primeras medidas del gobierno. “Cuando Macri asumió dijo que la primera medida era levantar el cepo y eliminar retenciones porque eso iba a generar un boom exportador. Hoy las exportaciones no paran de caer porque el mundo te compra poco y te paga mal. Se está haciendo una fenomenal transferencia de ingreso a ciertos sectores, desfinanciando al Estado porque está perdiendo una herramienta recaudatoria importante. Ahí el gobierno empieza a jugar con la necesidad del endeudamiento, de la tasa de interés alta con el argumento de que hace setenta años tenemos déficit fiscal. Eso es un verso. Eso pierde de vista cuales son las raíces sociales del déficit fiscal.”

Por otro lado, el sociólogo habló sobre la comunicación del gobierno de Cambiemos. “Creo que con la construcción mediática e ideológica de la gente que conduce el gobierno hay que sacarse el sombrero. Más allá de las críticas que podemos hacer y las discusiones, creo que no importa la validez científica del planteo sino que lo que se está jugando es quién se apropia de la torta. En ese sentido son bastante lúcidos. El tema de los 70 años de déficit, el tema de la inflación explicado por un gasto publico exagerado, el tema del robo del PBI. Son triunfos ideológicos muy grandes que ya forman parte de un sentido común que me parece que es lo que hay que combatir”.

En ese marco, Martín Schurr habló sobre la deuda de los académicos universitarios en la batalla cultural e ideológica. “Creo que en el campo heterodoxo tenemos que aprender mucho de cómo esta gente juega en la disputa ideológica. La verdad es que nos sacan bastante ventaja. En el mundo académico nos miramos el ombligo. Hay poca vocación por salir a la calle y cuando salís, lo hacemos con planteos que son difíciles de procesar por gente que no tiene porque interesarle la economía ni entenderla. Hay un desafío de pensar al mundo intelectual de cómo llegas a la gente común, que es la gente que define los humores sociales y hacia donde van las cosas. La construcción ideológica es muy interesante. Macri como intelectual no está en discusión porque él no juega el juego de validar una hipótesis científica porque él está metido en el juego de la política y en política vale todo. Me parece que en ese vale todo son realmente muy inteligentes. Entonces es la crítica al campo heterodoxo. Estamos muy encerrados en el getto académico y nos cuesta mucho salir. Cuando salís te encontras con estas dificultades”.

Por otro lado, el docente habló sobre los problemas de la industria argentina. “¿Por qué es importante la industria? Porque es hasta ahora el único sector que genera empleo. Argentina no es Noruega, ni Finlandia, ni Australia, que tienen recursos naturales importantes y menos de la mitad de la población que tenemos. Acá tenemos una población grande, con mucha movilización social y política, con peso y tradición sindical, con lo cual la industria es una necesidad desde el punto de vista de generar una dinámica económica que aglutine desde el empleo. Las 13 millones de personas desocupadas o con problemas, son un poder económico en si mismo pero el tema es que respuestas se dan desde la clase política sobre el modelo económico. Sí esa política económica no ofrece una nueva matriz productiva, no te queda otra que incluir con este esquema de los planes sociales a los desfavorecidos.”

Al finalizar, el sociólogo hablo sobre uno de los principales problemas para los próximos gobiernos. “El problema de Argentina es que en los años noventa firmó sesenta tratados bilaterales de inversión. En los 2000 ratificó 55. Hoy si haces cualquier cosa con un criterio de desarrollo nacional, corres el riesgo de que las empresas extranjeras te puedan hacer un juicio en el CIADI. Te aseguro que cualquier medida de regulación, de generar algún vínculo distinto al capital extranjero con los sectores productivos o alguna dinámica distinta, te pueden plantear un juicio. En los 2000, países como Bolivia, Ecuador, Venezuela pero también Australia y Nueva Zelanda, fueron dando de baja los tratados bilaterales. Argentina los mantuvo durante el kirchnerismo, el macrismo firmó un par más de ellos. Con lo cual cualquier gobierno que venga está en un condicionamiento muy severo. Hay un tema de negociación, de poner en discusión esos temas, en temas donde hubo mucho de década perdida”.

Podés escuchar “Vamos por las Sobras” los jueves de 18:00 a 20:00 horas por La RZ.

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