La profesora de artes visuales, artista plástica, bailarina de tango, compositora y sobreviviente de AMIA, fue entrevistada en Sintonía Educar.

“Hacia un tiempo, quizás no mucho que había sido nombrada tesorera, eso implicaba en mi vida un cambio importante porque era una responsabilidad grande así que eso implicó que mi cabeza también haya estado bastante tomada por ese tema. Siempre estuvo en paralelo a mi trabajo el tema del arte con posibilidades cada vez más reducidas justamente por esta trampita, en la cual estaba, del destino. Por un lado yo estaba olfateando lo que se iba a venir porque habíamos estado recibiendo amenazas”, explicó, acerca de haber sido tesorera de la AMIA en el año 1994.

“Estuve a un paso, le llevaba de ventaja un paso a la muerte y podía correr mientras se iba a cayendo el piso, después me encontré con mis otros compañeros, estábamos en un lugar que no sabíamos ya que era  porque ya se veía el corte del edificio, la destrucción, los gritos”, detalló dolorosamente Satz

“Siempre dibujé, siempre compuse, siempre hice teatro, siempre estuvo el arte, el trabajo era un medio para poder vivir. Después de que sucedió esto, me replantee todo, los valores se dieron vuelta todos y ahí sí que encare la vida como debería seguir, gire el timón, trabaje un año más para ayudar con la reconstrucción y planifiqué mi retiro. Ahí entre en la escuela de la Carcova para hacer el profesorado superior y ahí empecé a construir lo que es ahora, junto con mi marido, fundamos el taller de arte Inclan”, declaró la artista en Sintonía Educar.

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