MÓNICA SALVADOR: “Creo que las redes nos están arrebatando los cinco sentidos, nos estamos perdiendo. Solamente desarrollamos el sentido de la vista”.
Espectáculos noviembre 8, 2025La actriz y dramaturga, Mónica Salvador conversó con Marina Torino sobre su trayectoria y la realidad social.
“Me pasa algo que es como si mi personalidad tuviera una forma enigmática, parece el lado b, como la obra que estoy haciendo en el teatro. Está escrita por un psiquiatra, te va encantar, y tiene que ver con un matrimonio que tienen que levantar la libido, éste les da ejercicios, no funcionan y de repente descubren a la vecina de enfrente. Ahí empieza la etapa de voyeur y empiezan a motivarse, pero después se va conocer el lado b de esa vecina y de cada uno de los personajes. Todo lo que cada uno de nosotros nos imaginamos cuando vemos a alguien o vemos en las redes sociales, cuál es la vida real de esa persona que no va tener nada que ver con lo que ésta pareja se motiva. El tema del prejuicio es muy interesante, un lindo elenco. Es una obra para reflexionar, reirse y ver qué nos pasa, la temática de la vida sexual, no solamente acerca del matrimonio sino de gente joven que también los moviliza, qué pasa con la libido, con el deseo cuando empezamos a convivir. Creo que las redes nos están arrebatando los cinco sentidos, nos estamos perdiendo. Nos absorbe o solamente desarrollamos el sentido de la vista, cargando de dopamina, pero de una vista que no es la misma. A mí me proponen hacer una actividad por zoom y yo le digo que quiero presencial. Porque creo que no es lo mismo lo visual a través de las redes que el contacto visual, entonces me parece que está afectando los cinco sentidos”, revela la actriz Mónica Salvador sobre la obra que protagoniza y también acerca de los nuevos hábitos bajo la influencia de la tecnología.
Además, la autora explica que “el deseo sexual tiene que ver con los sentidos, con el tacto, la mirada, el olfato, con todos los sentidos. Con todas las expectativas que se se generan previamente, después ves a la persona y no estás ni media hora. Quiere decir que través de las redes estamos con nosotros mismos, mucho ego que tal vez se infla pero también mucha soledad casi proporcional a ese ego. Es como un ego vacío porque con el ego a través de una profesión, vos decís ‘me siento bien, estoy haciendo cosas lindas’, eso es positivo, pero cuando es la nada misma, que te lo infla después queda el vacío de la soledad, es raro lo que está pasando. Es importante tocar, oler, sentir, el café, es lo que tenemos que resistir con la invasión de las redes sociales, que tienen un montón de cosas positivas. No voy contra la marea, después lo vamos a ir vinculando con el delito. No voy en contra pero digo que hay una consciencia que no hay que perder. Los chicos de 18 o 20 años ni te miran, vos vas a un lugar y observá que no te miran. La otra vez, cuando estaba yendo a una escribanía por un trámite y no abría la puerta, resulta que la chica se acercó re ofendida porque se tuvo que levantar de una silla donde yo pensaba ‘una silla que estaba a 200 metros de la puerta’, no estaba a cinco metros. Se tuvo que levantar y hacer algo manual”.
“No lo digo por ella, lo digo a modo de reflexión, yo capitalizo las cosas como reflexión. La cuestión es que abrió la puerta y sin mirarme a la cara se volvió a sentar. Creo que ellos ya no contactan, yo no era una pantalla. Debe pasar más horas con una pantalla que con una persona. Me gusta observar porque mi faceta de actriz se basa en eso, cuando uno busca personajes una se basa en alguien que conociste. Yo nací actriz, yo actuaba desde cualquier edad, pero no que me ponían en los actos escolares. Se iba la maestra y les hacía teatro a mis amigas en la primaria. Les hacía una obra de teatro que no entendía porqué no se aburrían, porque siempre era de humor. En una familia donde no había ningún actor ni actriz. Cuando entré al secundario ya le pedía permiso al profesor y en épocas de la primavera me dejaba hacer comedias, agarraba otra histriónica como yo u otro histriónico, los ponía en el elenco. Yo nací con una vocación muy fuerte de hacer creer historias, sobre todo desde el humor. Me gusta mucho escribir humor. Si bien las últimas obras que escribí son dramáticas. Entonces en aquel entonces cuando el rector, que era progre, porque hoy cualquiera estudia teatro por todos lados. Tenías el conservatorio o la nada misma, con mucho miedo porque desaparecían actores”, evoca Salvador.
“Recuerdo que mi mamá no me dejó ir al conservatorio, incluso el rector le sugirió a ella que yo haga teatro. No solamente me dio ese placer me dio el rector, sino que después me vino a ver a una comedia que estaba haciendo en el verano hace un tiempo. Me morí de amor cuando me dijeron que estaba él entre el público. Le pude dar la devolución, ahí ya habían pasado más de diez años que había dejado el secundario y una de las cosas que hice fue agradecerle. Él fue la primera persona que me vio profesionalmente, ambos nos caían las lágrimas, yo lo abrazaba. Y yo lo miraba con esos ojos de los 15, 16 años, un tipo que me dio espacio en lugares donde no hacía teatro, un visionario. La primera persona que detectó que yo de ésto podía hacer una profesión. Mi primera profesión fue profesora nacional de educación física, daba clases en los colegios. Mis profesiones siempre estuvieron asociadas a lo físico, luego fui reemplazando lo físico y la movilidad, la plasticidad, porque era histriónica. Cuando fallece mi madre, que fallece jóven, mientras estaba en terapia no tardé ni dos minutos en decir que me hubiera gustado ser actriz. Recuerdo que tenía dos hijos, un marido maravilloso, fui mamá muy jovencita. Tenía 23 años. La cuestión es que confesaba que me hubiera gustado ser actriz”, concluyó.
Mónica Salvador, la actriz, dramaturga y abogada que combina artísticamente las tres profesiones
Con tantos años en el ruedo, Mónica Salvador repasa los mejores momentos de su carrera y revela cómo hace para combinar las tres profesiones.
-Sabemos que tenés tres profesiones diferentes, cuál fue el orden de las mismas y como fuiste llegando a cada una?
Mi primera profesión comenzó cuando me recibí de Profesora Nacional de Educacion Física. Terminé el secundario y en el período del profesorado me casé y nació mi primer hijo, Matías. Recién recibida nos fuimos a vivir a Chaco unos años por trabajo, y ahí transité mis primeros años como docente. Cuando volvimos nació mi segunda hija, Belén. Ya instalados en Buenos Aires con dos chicos y 23 años, empecé a estudiar teatro en la escuela de Irma Roy, asistiendo los sábados que no era día laboral y podía dejar a los chicos con mi suegra.
Comencé con propuestas teatrales y a generar proyectos propios en 1989 tales como “La Valija”, con Julio De Grazia, en el Teatro Píccolo y en giras por la costa que me valió mi primer premio como “Revelación”.
Después, entré en el Teatro Presidente Alvear a hacer Las D’enfrente, con Aída Luz, Tino Pascale, Rubén Estela y Daniel Miglioranza. Luego seguí con dirección de Villanueva Cosse e hice “La Loca de la Colina de Caballito” que protagonizaba Alicia Aller. En el 93 hago “El Enganche” de Julio Mauricio junto a Salo Pasik con dirección de Jorge Hacker en la sala Argentina del teatro Nacional Cervantes, obra que quedó inmortalizada en el libro de Los Cien Años del Cervantes.
Cuando hubo un parate de proyectos teatrales, me puse a estudiar Derecho y durante los cinco años de carrera, surgieron algunas propuestas en televisión tales como Chiquititas, Hermanos y Detectives y Alta Comedia, entre otros. Al recibirme de abogada, comenzaba el camino de mi tercera profesión.
-¿Cómo y cuándo nacieron tus vocaciones?
Mi vocación por el deporte, de muy chica, porque como era muy inquieta, mi mamá me mandaba al club. La vocación de actríz nació conmigo. Ya en la primaria se iba la maestra y yo pasaba al frente y les hacía historias de humor a mi compañeras. Recuerdo que me decían “Salvador hacé teatro” y ahí pasaba y les hacía historias de humor, siempre me gustó hacer reír. El derecho nació de grande. Y mi especialidad en niñez y adolescencia fue después de los 30 años.
Siguiendo con el terreno actoral, ya recibida de abogada y trabajando en la Defensoria del Niño del Colegio de Abogados de San Isidro, surge el pedido “Salvador, hacé teatro”. Esta vez en un ámbito inesperado, me piden que escriba algo para la despedida de soltera de una abogada integrante del equipo. Ahí nacería mi cuarta profesión, de dramaturga.
Había dejado el teatro hacía unos años, la última obra en el 1995 había sido “Batalla de Negro y Perros” de Bernard-Marie Koltès, con dirección de Jorge Hacker, en el Teatro Babilonia y nada menos que junto a Onofre Lovero y Jean Pierre Reguerraz. Y en un ámbito de un contexto jurídico en donde pense que nada tenía que ver el teatro creo y le doy vida a Anette Poshe, una sexóloga francesa, un seminario de humor para juezas asistentes sociales, abogadas, una cátedra de capacitación para saber “Cómo Tener Sexo Siempre con la Misma Persona” después de todo yo era una experta en la temática, desde mis 14 años que estaba en pareja con el padre de mis hijos. Mientras sentía las risas en ese grupo cerrado, me di cuenta que debía volver al teatro. Ese era mi lugar y así publico mi primer éxito.
En 2005 lo estreno en la sala Colette del Paseo La Plaza y ahi cumplí el gran sueño de llenar la sala, la cola de público lllegaba hasta Av. Corrientes. Al verano siguiente lo llevé a una sala de Rottemberg en Mar del Plata en donde fui nominada a los Estrella de Mar en 2007 como Mejor Unipersonal de Humor. Tuve el honor de almorzar con Mirtha Legrand. Estuvo en cartel 15 años en Buenos Aires. Hice temporada en 2014 en Carlos Paz, y fui nominada a los Premios Vos y Los Carlos como Mejor Unipersonal de Humor y Mejor Libro. Fui invitada a Paraguay, logrando que lo vieran 3.000 personas en un fin de semana. Vendí los derechos para Chile y Brasil. Me di el gusto de hacer funciones en Madrid de la mano de Pablo Silva, que lo gestionó. Esa fue mi vuelta al teatro. Esa soy yo. El escenario es mi lugar.
-¿Cómo vinculaste las diversas actividades?
Ya inmersa en los temas de niñez como abogada, nunca dejé de escribir sobre temas que me dolíeran. Hice obras de teatro que no me animé a estrenar, pero que las tengo en máquina. Hasta que llegó por pedido de una colega una obra sobre violencia de género porque se le había ocurrido cerrar un congreso de violencia y abuso con una obra teatral. Esto fue en 2012, busqué y no había nada! Absolutamente nada en textos de teatro sobre el tema y me senté a escribir lo que fue mi segundo éxito. “La Última Vez”. Nació para un congreso y le propuse a Alejandro Fiore, que es quien se sumó a mi locura creativa, enalteciendo con su actuación y su dirección, mi proyecto. La llevamos a Mar del Plata en la temporada y como no tenía auspiciantes y mi vocación siempre es social y educativa, de capacitación sobre los temas, puse en la contracara del programa todos los números de denuncia y asistencia a la victima que había en Mar del Plata que ya contaba con Policía para la Mujer en esa época y los números de consulta en Buenos Aires, por si alguien que estaba en la platea quería consultar algo. Esto era inédito para la sociedad en 2013, no por que no ocurriera sino por que no se hablaba del tema. Era un delito intrafamiliar. Además, invité a todas las asociaciones y fundaciones que trabajaran en la materia y la obra explotó profesionalmente y teatralmente porque nos llevamos 4 nominaciones a los Estrella de Mar como Mejor Obra, Mejor Actor Drama, Mejor Actríz en Drama y Revelación, que ganó Belen Santos. En la siguiente temporada también nominaron “Mejor Música” de Rodrigo Rafetto.
-¿Qué estás haciendo actualmente?
Ahora escribí sobre grooming un tema candente del que se sabe poco y que compromete la seguridad de nuestros adolescentes. Se llama “Mi Primera Vez” y estamos ensayando a ver si logramos estrenar antes de fin de año para que explote en 2024. Están Alejandro Fiore (ya mi compañero de circuito de esto que di en llamar Derecho al Arte), Mora Peretti, Teo Delia y yo. Tengo el acompañamiento en este proyecto del Dr. Hernán Navarro que es el representante de Grooming Argentina. En 2022 estrené la obra sobre Violencia y Acoso Sexual dentro del ámbito laboral “Moobing” sobre el -Convenio 190- que también nos llamaron para capacitaciones, además de cumplir con la atracción como espectáculo teatral.
-También estás de gira, verdad?
Así es, actualente estoy de gira con Des Hechas de Amor con Judith Gabani, Jessica Jultz, Ana Padilla y Cecilia Togñola, una comedia divertida escrita por Walter Guedin que es sexólogo y recreó 5 historias sobre mujeres que se cierran al amor por diferentes razones. Con dirección de Gastón Marioni.
-Te impulsan temáticas variadas, que más tenés previsto hacer?
Recorrer el país y latinoamérica con la obra, para prevenir y capacitar a alumnos, docentes, padres, abuelas, jueces, fiscales, etc. y recorrer el camino aprendido, porque teóricamente se pueden hacer capacitaciones pero el teatro deja una huella imposible de borrar. Porque queda en el registro de las emociones del espectador. Me pregunté siempre, quien está del otro lado cuando chateamos con alguien? Y sería bueno que todos se lo pregunten.
-¿Cómo te ves a futuro?
Recorriendo el mundo con mi valijita de teatro, con obras para hacer reír. Y si son para hacer llorar que nos deje un aprendizaje. También me veo filmando películas, acabo de terminar un personaje soñado. En una película de Pablo Yotich “Antes del Adiós” con libro de Juancito Paya, que se estrenará en enero del 2024. Esto me llenó de ilusión que puedo tener más posibilidades de hacer cine en la próxima década. Y viajar y en un futuro próximo llamarte y decirte, te acordás de la nota? Bueno, lo he logrado.
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