Ángel Ramallo: “Se han sobrepasado los límites del garantismo en esta causa”

Sociedad febrero 4, 2020

El abogado visitó "Eter Lex" para hablar sobre la causa de Damián Cutrera, asesinado en el peaje en manos de un prefecto. 

Ángel Ramallo es el abogado que representa a la familia de Damián Cutrera, asesinado por el prefecto Acosta en la entrada del peaje de la Autopista Illia en un hecho confuso y contradictorio. A más de un año del trágico hecho, la familia de Damián Cutrera espera justicia. El abogado relató que el hecho “sucedió el 30 de septiembre en la madrugada entre las 2:30 y 3:00 del día domingo. El hecho fue que dos automovilistas iban al peaje de la Autopista Illia de Capital hacia provincia de Buenos Aires. Damián Cutrera iba con su familia después de salir de una fiesta familiar, se dispone a pagar y delante de su auto hay otro vehículo pagando el peaje. De repente, se cruza otro auto, que es el del prefecto Acosta que le raya la puerta y se pone delante de su auto. No obstante el hecho, retrocede dos veces provocándolo. Como cualquier persona, cualquiera de nosotros que le pase algo parecido, va a bajar a pedir explicaciones. La respuesta que encontró Damián a su pregunta fue un tiro en el tórax.”

El letrado siguió relatando que el suceso fue “en unos pocos segundos. Después Damián retrocede 10 metros y cae al suelo. Aparece la familia de la víctima y el muchacho Acosta, según testigos presenciales del hecho, estaba bastante tranquilo y para nada preocupado por lo que había hecho sino que hablaba por su celular de un lado a otro. Esto surge a la luz de testimonios de testigos del hecho, que están en la causa penal en instrucción, que fueron convocados por las partes para el Juicio Oral. La familia se bajó a pedir ayuda pero la ambulancia del SAME tardó más de cuarenta minutos en llegar. Es como todo en el país, que todo tarda y nada llega en su debido tiempo”.

En ese marco, el abogado dijo que “hay distintas versiones que surgieron luego, en las cuales dicen que Acosta se bajó a ayudarlo o que se le resbaló el arma. Uno puede cometer el error pero también hay que comprender que se podría haber acercado a ayudar a la familia o a levantarlo. Pero no, Acosta estaba muy tranquilo. Son las versiones de los testigos que pasaron por ahí, que lo vieron como si no hubiera pasado nada. Los interventores manifestaron en sede judicial que estaba muy tranquilo, conversaba bien, no tenía ningún golpe. Algunos testigos manifestaron que entregó el arma con una funda. Esa funda era fundamental para saber si Damián había tomado el arma o no en un posible forcejeo. No se encontró nunca ni se encontrara alguna prueba en eso”.

Por otro lado, Ángel Ramallo dijo que “una de las irregularidades fue que no participamos de ninguna de las dos reconstrucciones. Solo participó el imputado. Si bien participo el fiscal, no tuvo ninguna participación. Para la fiscal no existíamos nosotros. Estuvo un empleado del peaje, un testigo presencial, que estaba a más de 400 metros del lugar pero aparentemente vio todo con lujo de detalle. Ese testigo está convocado para el juicio oral y público. La jueza lo convocó para el día de la reconstrucción y a nosotros no. Tampoco estuvo presente la mujer del prefecto ni los cuñados: solamente el imputado y sus abogados. A nosotros no nos avisaron, pedimos nulidades y no nos dieron. Para la jueza no existimos. Se sobrepasaron los límites del garantismo. Habíamos pedido expresamente y surge de las constancias de autos que se pidió que se citara a la señora Jennifer Rodríguez y a las otras dos partes. Mónica, la esposa de Cutrera, no podía participar porque estaba con un problema de salud producto del hecho. El médico le había dado unos días de reposo. Los otros dos hermanos y la cuñada  de Acosta podrían haber ido. Son irregularidades que no se pueden corregir y las vamos a tener que re corregir en el juicio oral.”

Por otro lado, el abogado manifestó que “la jueza le cree la versión del imputado que se le había caído la funda, que Cutrera le pegó en la cabeza, en el cuello y en el ojo, cosa que no está bien acreditada. Si bien está dicho por una médica luego de siete horas, los preventores en ningún momento vieron eso. Está en la constancia judicial, que no tenía golpes ni él ni la señora y que estaba muy tranquilo. Acá algo raro pasó. No pudimos aportar pruebas, fue muy limitada la participación de la querella y del fiscal Pablosky que se portó muy bien, hizo su trabajo. El fiscal también se opuso a la excarcelación del prefecto Acosta. Se pidió una tercera reconstrucción con todas las partes que fue denegada por la Jueza. En 25 años de profesión nunca me había tocado una jueza como esta”.

El abogado argumentó que “Damián era una persona musculosa, alto, de más de ochenta kilos que no iba a poder entrar por la ventana a pegarle al sujeto. No se sabe si estaba totalmente abierta o a la mitad. No se puede saber porque no hay testigos presenciales de hecho. El hecho fue en un segundo, que se detona el arma, le pega a Damián y listo. No sabemos si existió la discusión, si Damián se metió dentro del auto. Las cámaras tampoco registraron el hecho. Hay un testigo traído por la defensa que vio todo y escuchó todo desde 300 metros. Con esa declaración más la declaración del imputado en la declaración indagatoria, la jueza le otorgó la excarcelación. En el hecho en sí, el fiscal pudo reconstruir los dos choques que le hace Acosta a Cutrera. Eso se ve bien pero las otras partes no se ve porque no funcionaban las cámaras”.

Por otro lado, Ángel Ramallo criticó a la jueza por haber concedido la excarcelación al imputado. “La señora magistrada consideró que no había riesgo de fuga, que tenía un domicilio fijo acá y que tenía el resguardo de las fuerzas armadas, cosa que se salió de los parámetros del código. La señora jueza se debe actualizar, no tendrá tanto tiempo porque estará con mucho trabajo en su juzgado. No lo sé. La vida de nosotros, de cualquiera de nosotros, ¿vale 80.000 pesos? El imputado no estuvo ni dos días detenido y lo largan por ese dinero. Lo más triste es que la Sala 1º confirmó todo pero no dio ningún argumento. Es muy raro, que una sala no te de argumentos y que confirme todo pero sin ningun argumento. Es la ley de la presión de arriba porque no hablamos de un ciudadano como cualquiera, es de la prefectura, que es una corporación. Por más que no fuera un director o un general, él pertenece a una corporación como lo es la Prefectura Naval.”

Además, el abogado dijo que “sin desmerecer su trabajo, Acosta era mecánico, trabajaba en los talleres de la Prefectura y no tenía la obligación de llevar el arma consigo. No era obligatorio para él. Vino a declarar un prefecto, se le preguntó respecto al reglamento interno de todo el personal en la Prefectura respecto al uso de las armas y declaró que era opcional para él, porque no era un hombre de seguridad que custodiara las fronteras, el mar o las calles. Él la podría haber dejado en su casa o en los boxes de los talleres. Antes de defenderse con el arma podría haberse defendido con los puños. La secuencia dura segundos y no se ve ninguna pelea. Quien lleva un arma, no la lleva para mostrarla, la lleva para matar a alguien en cualquier momento. La llevaba siempre. Él manifiesta en su declaración indagatoria que en los momentos de ocio jugaba con los dos nenes chiquitos con la pistola en la cintura. Estamos en presencia de un tipo muy enfermo. Quien juega con un arma con sus hijos no quiere a nadie. Esto surge de la causa de los propios dichos de él”.

Por otro lado, el letrado habló sobre el proceso de duelo de la familia de la víctima. “Mónica es una luchadora, muy fuerte, vive por sus hijos y por la justicia que ella quiere. Es cerrar una etapa y comenzar otra. No sabíamos si entregaban el cuerpo en un momento, por los vericuetos de la justicia y la burocracia de la administración del cementerio. Había que sacarlo y llevarlo al cementerio de Garín. Ellos lo querían cremar pero la Jueza quería que lo pusieran en nicho o en tierra. Había que romper nuevamente el cajón, ver  el cuerpo. Parecía una película de terror. Damián dependía de la justicia para que lo pudieran enterrar. Casi 6 meses estuvimos peleando para que nos entreguen el cuerpo. Hoy Mónica está descansando más tranquila. Ahora Damián está en su lugar natal, donde él nació, le pueden llevar flores sus hijos. Está cerrando una etapa de dolor. Lo que ella espera es que este muchacho no salga más. Ella quiere justicia, no quiere venganza. Como dijimos, somos todos Damián. Esto sucede en la calle todos los días”.

Al finalizar, el abogado dijo que “Mónica también está cerrando una etapa porque durante un año no pudo traerle una flor y venir a verlo, por la distancia. Damián está descansando en su ciudad natal y Mónica tiene a su marido cerca para que lo puedan ver sus hijos, la madre, su abuela y bisabuela. El asesino sigue suelto. Hacemos la marcha del silencio, pidiendo justicia por Damián. No es una marcha política ni contra el gobierno ni contra la justicia. Sino pidiendo justicia por él, porque todos podemos ser Damián”.

Podés escuchar “Eter Lex” los martes de 12:00 a 13:00 horas por La RZ.