Oriol Alonso Cano: “Los medios de comunicación españoles están corrompidos por el poder político”

Literatura noviembre 18, 2021

El Licenciado en Filosofía conversó con "Aquí no se salva ni Dios" sobre el capitalismo en el 2021 desde España y la realidad de los medios.

Oriol Alonso Cano es Licenciado y Doctor en Filosofía, con un grado en Psicología, se desempeña como profesor en diversas universidades, en la Universidad de Barcelona, en la Universitat Oberta de Catalunya En paralelo ha realizado múltiples estudios y trabajos de investigación, especializadas en filosofía bellas artes, psicología, medicina, antropología y demás. También es escritor y autor de ensayos como “Encarnaciones del Capitalismo”, “Sociedad Débil”. 

Cómo entender la frase “Es más fácil imaginar el fin del mundo que el fin del capitalismo” en el hoy. Esta frase es originalmente de Freddy Jameson, un teórico anticapitalista bastante interesante, y luego M. Fisher también la popularizó. Creo que el capitalismo es un sistema, y ya lo decía Walter Benjamin uno de los grandes maestros de la escuela de Frankfurt, que lleva muriéndose desde el inicio. Desde que surgió, el capitalismo está a un paso de morirse pero siempre continúa ahí. Esto significa que es un sistema económico productivo, pero que tiene la peculiaridad de introducirse en la consciencia y en la fantasía de los sujetos, de tal manera que hace inconcebible un punto de fuga. Dicho de otra manera, el capitalismo y la sociedad de bienestar que presuntamente conlleva, genera en la perfección de la experiencia del sujeto, una imposibilidad de pensar un más allá. Esto no siempre fue así. El sistema capitalista tiene un origen determinado, en el siglo 18 o’19, cuyas bases están sentadas, principal y primordialmente por el liberalismo de Mill y Marx, y sobre todo por la perspectiva de D. Ricardo y Adam Smith, a partir de ahí se ha ido reformulando, y ahora nos encontramos con lo que podemos decir, un capitalismo cognitivo. La cuestión es que el capitalismo ni ha existido siempre, ni ha va a existir siempre. Tarde o temprano, sea por la sobreproducción que decía Marx, sea por una cuestión de ruptura de la esperanza, que creo es uno de los principales problemas que hay, la esperanza. Marcuse, citando a Walter Benjamin, decía que “sólo de aquellos que no tienen esperanza, nos es dada la esperanza”. Esto significa que, con tener la idea de querer vivir como nuestros padres, equis, o ídolos, lo que hacemos es esperar, luego revolucionamos, no hacemos nada, ya vendrá nuestro momento. Cuando en realidad la esperanza mata, no hacer nada mientras te vas muriendo. Sea por la ausencia de la esperanza, aunque estemos con una generación que la ha roto; sea por la sobreproducción, tarde o temprano el capitalismo caerá, obvio. ¿Estaremos vivos para verlo? No lo sé, porque nosotros estamos tan domesticados por el sistema, que cualquier alternativa que queramos pensar siempre va a estar contagiada y contaminada por la lógica del capitalismo. Es difícil fantasear un afuera. 

En cuanto a las diversas fases del capitalismo, y los momentos de buena calidad de vida en occidente, el Licenciado en Filosofía afirmó: Si, calidad de vida para unos y desgracias para otros. En los años 30, para la pobre persona que se está pudriendo en la calle, por el frío o sin comida. Del 45 al 70 y tanto hay pobreza, está ahí. Es un contexto en el cual el capitalismo no está tan desbocado, porque evidentemente todavía seguía estando ahí un régimen comunista que, pese a sus deficiencias y sobre todo a su infidelidad al discurso marxista desde el minuto uno, el comunismo hacía una especie de bisagra que impedía que el capitalismo se extendiese en toda su perifericidad. Fueron años de bienestar para una parte de la sociedad, pero para otra parte fue complicado. El conjunto de la sociedad no se ve beneficiado por las presuntas ventajas que ofrece el capitalismo, se ve beneficiada una clase social determinada, o clases sociales, pero siempre hay un halo de la población por razones estructurales, que no lo era.

Respecto al aumento del boleto del transporte público, tema de gran controversia, aseguró: Las situaciones económico políticas de España, Francia y Alemania, con respecto a las de Argentina, Colombia, Ecuador, Bolivia y demás, son absolutamente distintas, asumiendo la divergencia del contexto. Hay movilizaciones que son lógicas. Aquí desde Europa se ve todo con cierta altivez, con mucha estupidez al mismo tiempo, diciendo “aquí nació la ilustración, la luz, el romanticismo” y en otros continentes la cosa funciona como funciona, incluso muchas veces mejor que en Europa en muchísimos aspectos, uno de ellos es la capacidad de movilización que tiene la ciudadanía. En Europa, en concreto en España las movilizaciones brillan por su ausencia, y lo hacen frente a situaciones verdaderamente importantes. Ahora nos encontramos en una situación donde la luz está subiendo una barbaridad, y productos más o menos básicos empiezan a subir su precio, poco, pero suben. Se está produciendo una especie de situación donde cada vez hay un momento de menor trabajo, o poco regulado, y los productos y elementos básicos vitales están subiendo de precio. Y no pasa nada. La perspectiva de que “ya se bajará” o “ya habrá alguna ayuda que en cierta manera pare esta situación”. Cuando no te querés revelar por miedo, pereza, te lamparas en la autoridad de alguien. Es como decir “yo me amparo en la autoridad de papá Estado, para que papá Estado me satisfaga en lo que no tengo, y cuanto más autoritario sea el Estado, más protegido me voy a sentir”. El asunto está en que, obviamente es un problema de la incapacidad que tiene la ciudadanía para poder ir en contra de determinadas situaciones que, repito, son estructurales, porque no son solamente de España. El surgimiento de movimientos de derechas, ultra derechas o como quieran llamarlos, cercanos al fascismo, es algo general, pero el problema está en que las líneas son muy difusas. Yo soy bastante apolítico en estas cuestiones, la única vez que voté fue para el tema catalán y voté a los independentistas más radicales,  porque para mí el surgimiento de un Estado como Catalunya podría significar un punto diferente.. No estoy defendiendo a ningún régimen, pero lo que digo es que ves que la ciudadanía se encuentra absolutamente desorientada, y al mismo tiempo necesita a una autoridad cada vez más autoritaria porque no quiere asumir su responsabilidad. La responsabilidad no es ir a votar cada cuatro años, sino es que constantemente se someta a un plebiscito o crítica constante a los diferentes partidos políticos que configuran el parlamento. Y si esos partidos, por las razones que sean, no cumplen con las expectativas, el ciudadano es responsable de ir a votar a partidos que estén fuera del parlamento, que como mínimo intenten introducir algo distinto y diferente. En el fondo me resultó interesante que el movimiento podía representar una ruptura con el sistema. Dejando de lado un poco la cuestión más ingenua, representa una ruptura con el sistema, un empezar desde cero. Como mínimo situarte en otro plano del discurso, otra situación. Es decir, hago diferencia que, a lo mejor hubiese sido lo mismo, pero significa o simboliza como una especie de zócalo a algo muy pétreo, y en realidad el problema que hay es que cualquier Estado, país, comunidad, familia, sujeto está configurado por diferentes identidades. El problema es cuando necesitas constantemente sacar a la luz la cuestión de la identidad, es porque tenes un problema con la tuya. El Estado español abusaba de esta cuestión, pero lo mismo pasaba con la cuestión catalana. Para mi lo interesante es que podía significar una diferencia, un punto de quiebra por una dinámica preestablecida. Por eso simpatice, solamente.

Tratamiento del Coronavirus en los medios españoles. Aquí ningún político asumió la responsabilidad de nada, ni con el coronavirus. Aquí en España, ni Cristo ha asumido nada, ni los medios de comunicación. Hubo periodistas que en el inicio del coronavirus decían “Esto no es nada”. Y lo he escuchado personalmente. Gente líder de opinión, que tiene los programas más escuchados en equis comunidad autónoma, equis país y demás. Nadie ha asumido la responsabilidad. Si yo fuera un líder de opinión, y digo algo que es absolutamente demencial, se me cae la cara de la vergüenza. Aquí en España es evidente que todos los medios están financiados por el Estado, no hay prensa libre. Me han preguntado por qué dejé de escribir en prensa. Primero porque me aburre la cotidianeidad, pero también porque ves que el poder está tan introducido en las dinámicas comunicacionales, que es vomitivo. He tenido la suerte de siempre haber escrito lo que he querido, alguna que otra cosa sé que me han censurado, pero siempre tuve el espacio para publicar. El asunto está en que te das cuenta que los medios de comunicación españoles están absolutamente corrompidos por el poder político, por equis partido. Hay poca gente libre. A priori es una cuestión para seguir escribiendo, pero al final acabas cansando. Es un tema muy sonado, pero por más que así sea, se sigue reproduciendo. No hay prensa libre. 

Dentro de su historial literario, Oriol Alonso Cano posee dos poemarios en su haber, el más reciente, “Clinament”. Es un concepto atomistico, del primer atomismo. Aludía en particular a la fuerza que desvía los átomos. Dicho de otra manera, para los atomistas la realidad está constituida, formada, configurada por átomos, que se caracterizan por ser indestructibles, inmortales Los átomos se definen por tener una caída libre. Para que se constituya la realidad y los fenómenos, es necesario que estos átomos se desvíen de esa caída libre, por lo que el clinamen es esa fuerza originaria, movimiento espectral  que hace que los átomos se desvíen, choquen entre ellos y configuren las diferentes cuestiones que presuntamente nosotros vemos. El título del poemario alude un poco a eso. 

Para finalizar, el escritor ha definido su gran influencia para sus trabajos, y qué trata de transmitir. Mi gran influencia está en un autor español catalán, Rafael Argullol a quien le he dedicado un libro. Es un autor brillante, quien ha trabajado en muchas cosas, poesía, ensayos, narrativa, es un tipo absolutamente fascinante. Y si esto alguna vez es visto por él, es una gran influencia mía pero a la vez cada uno tiene que hacer su camino. La escritura de Rafael es maravillosa, preciosa, genuina y es su escritura, desde su fantasma y su síntoma; y yo escribo desde mis fantasmas y síntomas. Al principio, por mi parte, había una especie de intento de tratar de imitar, pero por la admiración. Lo bueno es que con el paso del tiempo te vas separando, lo cual no significa que te separes a nivel personal, pero en la escritura noto que me voy, no estoy tan cercano a él. El objetivo es que lo real te toque. Cuando escribo, lo hago desde mi fantasma para el fantasma del otro. Es una escritura vaporosa donde no se lo que estoy escribiendo, presuntamente creo saber qué es lo estoy escribiendo cuando en realidad no lo sé, y eso tiene que interpelar a un interlocutor que me va a leer o va a leer eso, de una manera diferente a lo que él cree que ha entendido Hay algo completamente perdido del poema que me fascina. Siempre va a estar así, porque no se lo que realmente he escrito, creo saberlo, y el lector cree entender lo que entiende, cuando en realidad siempre es otra cosa. Es algo que se pierde en el éter o que se desvía, y que toca algo de lo real.

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