Osvaldo Gaitán: “Hice muchos discos y no los quiero contar por las dudas que se corte”
Música agosto 20, 2020El cantautor habló en "Consagrados" sobre su carrera y su presente.
Osvaldo “Corazón” Gaitán es un cantautor argentino. Arrancó en su ciudad natal Laboulaye y sus canciones llegaron a todos los rincones del país. Grabo casi un centenar de discos y compuso más de 1500 canciones.
El artista habló sobre sus inicios en su ciudad natal en la provincia de Córdoba. “Comencé a mis 13 años a estudiar en una pobreza tremenda. A los 14 empecé a andar con distintos conjuntos en Laboulaye, pase por varios grupos. Después pase a un conjunto de tango que hizo mi profesor de bandoneón. En el 75’ hice mi cortejo y salió mi primer disco con canciones propias, de muy abajo, muy despacio, bancándome todo. El primer LP apenas salimos a tocar, lo empezamos a ensayar para grabarlo. En muy poco tiempo hice la primera grabación forzada, porque cuando fui con la idea de mis grabaciones, el sello me dijo que no iba a andar el estilo porque no se conocía. Eso fue en Rosario y no se mamaba el estilo. Me banque la grabación esa. Tenía plata porque me iba bien en la casa de repuestos en la que trabajaba así que pague por todo. Después me volví a Laboulaye porque había que esperar un tiempo largo para el masterizado, la impresión, etc. Me volví a trabajar en la radio de la ciudad, donde hice un programa presentando los temas que iban a salir. Iba mostrando el LP anticipado. Cuando llegó el día que fui a retirar la producción, tenía todo vendido. Me salió redonda la cosa. Fue un boom y al segundo LP el sello me tomó como artista. Ahí comenzó una larga y linda trayectoria”.
En ese sentido, el artista recordó que eligió el bandoneón porque “vivíamos en una casa quinta y había en frente una familia que tocaba el bandoneón. Yo me cruzaba y me hacían cantar, se reían un poco de mi. Después de eso decidí estudiar música, fui al profesor don Luis Rizzo, y estudie eso porque el profesor tocaba el bandoneón. Yo estaba entre el bandoneón y el acordeón, porque mi vieja era italiana. La defraudé un poco en ese momento porque me convenció el maestro y me hizo estudiar el bandoneón. El bandoneón en el cuarteto era importante, no tenía otra cosa para tocar si no sabía tocar más nada. Suplanté el violín por el bandoneón en el cuarteto de Córdoba. Así fue el comienzo de mi cuarteto. La pobreza en aquel tiempo era franciscana. Cuando me vino a buscar el primer conjunto, a mis 14 años, que se llamaba “Los mariscales del ritmo”, les dije que sí, que iba a tocar encantado, pero no tenia bandoneón ni tampoco ninguna posibilidad de comprarlo. Ellos me dijeron que iban a comprar uno y que me lo iban a dar a pagar por bailes. Así lo fui pagando. Fueron como 60 bailes que estuve tocando para pagar el bandoneón”.
Por otro lado, el cantante recordó que “en el año 76’ descubro aquella radio de Junín, donde decían que había bailes los jueves y viernes. En mi zona no existían los bailes. Agarré un LP y me vine con la grabación a la radio de Junín y lancé una promoción. Anuncié la llegada de mi disco y empezó a gustar mi música. Se destapó en la zona y se empezó a escuchar mucho en esa zona: Junín, Pergamino, San Nicolás e incluso en Rosario. Era una zona muy amplia y nos alejábamos bastante de Laboulaye. En Junín empezábamos a tocar los días martes en el 77’, 78’, y terminábamos los domingos. Volvía los lunes a casa y el martes al mediodía tenía que arrancar de nuevo. Así estuve dos años. Primero parábamos en un hotel, pero después conversando con mi señora, veíamos que vivía prácticamente allá. Así que un día decidimos venirnos a vivir a Junín con la negra. Eso fue al final del 79’. Nos vinimos a Junín y nos trajo el trabajo realmente. Llanto de por medio, deje la casa de repuestos. Pero todo fue para bien y espectacular”.
Sobre su extensa trayectoria, Osvaldo Gaitán contó que “más o menos debo andar en las 100 producciones, la cuenta exacta no la tengo porque incluso en la última época estamos haciendo producciones independientes, estuve en un sello de Santa Fe. En fin, hice un montón de discos, no los conté y no los quiero contar por las dudas para que no se corte. Tengo más de 1500 temas y tengo muchos más guardados, que por ahí los miro y los termino. Uno va escribiendo cosas y por ahí los va dejando. Por ahí una idea se queda trabada, de pronto uno vuelve y se destraba la idea. A todos los que somos autores nos debe pasar a casi todos. No es cuestión de escribir una canción así nomas porque no me sale nada. Tengo que esperar a que se me ocurra algo. Algunas veces uno escribe por partes, tiene que esperar a que madure, a que vuelva y con el cuidado de que los temas no sean tan parecidos unos a otros. Hay que esperar a que venga la humedad y se pongan en cortocircuito los cables. Por eso a la mañana me tomo un café de cinta aislante”.
Al finalizar, el artista dijo que “me han grabado en muchos lugares, perdí la cuenta, tengo grabaciones en Centroamérica, de “Chocolate”, de “Asesíname”, de “Eres justo lo que me recomendó el doctor”. A Uruguay lo trabaje muy bien en una época, es gente bárbara, es gente parecida a nosotros en la forma de bailar, es muy buena gente, me han atendido muy bien. Los quiero mucho a los uruguayos, hago mucho esa zona, Entre Ríos, Santa Fe, Corrientes. En aquella cruzaba a Uruguay y terminábamos en otras localidades. Dependía de la forma en que se organizaba. Tocábamos en Paysandú, Salto. Ha sido hermoso el recorrido y estoy esperando que se ponga todo bien, que nos curemos de esta pandemia, que se termine para comenzar nuevamente que tengo unas ganas tremendas”.
Podés escuchar “Consagrados” los jueves de 18:00 a 19:00 horas por Zónica +.