
Pablo Alarcón: “Hay que perseguir la vocación”
Interes General marzo 23, 2019El actor habló en "Café con Mazas" sobre "El curioso incidente del perro a medianoche", la obra teatral próxima a estrenarse en el Maipo.
El 13 de abril se estrena “El curioso incidente del perro a medianoche” en el teatro Maipo con funciones los viernes, sábados y domingos a las 20:30 hs. La obra también presenta funciones para escuelas y “funciones distendidas” para personas con capacidades diferentes. Está dirigida por Carla Calabrese, producida por “The Stage Company”, y el protagonista es un actor desconocido en el ambiente teatral: “Cuando me llamaron pregunté quién hace al protagonista y me dijeron que un chico que consiguieron en instagram; es mendocino y escribe siempre a todas las productoras buscando trabajo. La directora me dijo que el chico tenía una cara muy particular y lo llamó”, explicó Pablo.
Iñaki Aldao es el nombre del jóven actor de 19 años que, según Pablo, va a ser una revelación: “Va a ser una revelación, va a ser de lo único que hable la gente cuando sale de la obra. El protagonista es absoluto y él lo hace muy bien; se le abre el pasaporte a la fama”, afirmó Alarcón. Es una obra de Simon Stephens y durante su primera temporada en el 2012 en Londres obtuvo siete Premios Oliver. En 2015 llegò a Broadway y ganó cinco Premios Tony. “Es un thriller, no se vió nunca una obra así. Estamos ensayando entre nueve y diez horas por día”, contó Pablo.
Pablo Alarcón estuvo once años fuera del país, pasando por Roma, Nueva York, Holanda, Puerto Rico y Colombia. El actor recordó un peligroso momento que le tocó vivir junto a su ex esposa: “Me vinieron a casa seis señores muy malos. Yo estaba saliendo con Mónica (Mónica Jouvet) y decidimos entrar porque no sabíamos que hacer, vinieron a llevarnos, a revolver la casa. De pronto uno de ellos, el que mandaba, me preguntó cómo me llamaba, a lo que le respondí Pablo Alarcón”, recordó mientras explicó que se salvó por su nombre artístico, gracias a ser actor de telenovelas. Después de eso un amigo le consiguió dos pasaportes y se fueron rumbo a Roma, donde Alarcón trabajó pintando casas y vendiendo artesanías en la calle.