
Patricia Sosa: “Yo soy audio, el resto es un vestido”
Música junio 27, 2019La reconocida cantante argentina habló en "Las Venas de la Cultura" sobre su carrera y nuevos proyectos para este año.
Patricia Sosa es una cantante argentina con influencias de rock, soul y blues. Dueña de una extensa carrera con más de diez discos solitas grabados además de participaciones en televisión y teatro, es sin duda una de las cantautoras más reconocidas en nuestro país.
Patricia Sosa habló sobre su reciente disco titulado “Once”, junto al premiado cantautor cubano Chucho Valdés. “Conocer a Chucho y que me invite a grabar un disco con él fue una cosa que uno ni lo piensa. Él es de otra liga, labura con los grandes. Estuve un mes en su casa en Málaga trabajando. Estando ahí, sonaba el teléfono y llamaba Santana, por ejemplo. ` ¡Quiero ser la telefonista de esa casa!’ pensaba. Era una cosa tremenda. La verdad es que nos hicimos familia. Grabamos un disco con tanta naturalidad que evidentemente nos conocíamos de otra vida. Un día me senté en el piano con él, uno al lado del otro en la misma butaca. Él empezó a tocar y yo empecé a cantar, él tocando en un piso armónico tan alto que para subirte ahí tenes que cerrar los ojos y desmaterializarte. Creo que en ese momento me convertí en audio. Cuando abrí los ojos, él me estaba mirando riéndose con esos dientes blancos. Nos quedamos mirando y me dijo “esto es mágico chica ¿no?”. Yo lo amé. Después estar un mes entero imagínate que ya éramos familia. Viajamos a Estados Unidos, después a Cuba y finalmente a Argentina. Es un vínculo maravilloso el que tengo con él. Grabar con Chucho me llevó a mí por otros paisajes”.
La cantautora habló sobre el proceso de composición del disco. “Es la primera vez que grabo en dueto. Es un disco de los dos porque creo que los dos aportamos lo que queríamos. Él me sugirió más el bolero porque yo nunca había cantado boleros. De repente sugería un cha cha cha, que tampoco nunca lo había cantado. Así que fue un desafío importante. Yo tengo una marca con la voz, a veces me jugó en contra porque no me tomaban en ninguna comedia musical, me echaron de todas. Entonces ese audio personal, esa marca, volcarla al bolero o al cha cha cha, yo tenía mis dudas sobre como quedaría. La verdad es que quedó fantástico”.
Por otro lado, la actriz habló sobre la hermandad que existe entre ella y las cantautoras de su generación. “No creo que exista en otros países y en otros ámbitos: nosotras somos realmente muy amigas. Estamos hermanadas. Nos conocemos desde los ochenta, compartimos escenarios y hemos transcurrido todo el camino juntas. Nos juntamos una vez cada veinte días a cenar. Tenemos nuestro grupo de Whatsapp que no deja de parlotear ni un minuto. Podemos reírnos muchísimo pero también podemos llorar. Es un lugar de confesiones, de contención, de mucha sororidad. Discutimos mucho, opinamos. Es un sitio de mujeres que hemos transitado un mismo camino y nos podemos comprender muchísimo. Hay mujeres jóvenes como Elena Roger o Virginia Tola, que es la partenaire de Plácido Domingo en el mundo. Virginia es una de las mejores cantantes argentinas de ópera del mundo. Ellas a la distancia sienten también que nosotras somos su lugar en el mundo en cuanto a la amistad. Elena vive en España y viene 3 veces al año. Cada vez que viene es una fiesta, nos juntamos a charlar como locas. La que más hincha con cantar es Morelo, enseguida saca la guitarra. Nos reímos mucho, cada una tiene su personalidad, hemos estado en momentos lindos y malos, siempre juntas”.
Por otro lado, habló sobre su hija Marta Mediavilla, que viene construyendo una prometedora carrera como actriz. “Dejando de lado las profesiones de cada una, Marta y yo somos como esas almas que estaban destinadas a ser madre e hija, lo debemos haber elegido con mucho placer. Somos de quedarnos mirando y comprendernos. Marta todavía se acurruca conmigo como si fuera un bebé a pesar de que me saca una cabeza de alta. Flaca, hermosa y sensible. Ella fue seis años coro en mi banda y llegó un momento en el que me dijo `mamá, quiero hacer mi camino´. Estudiaba teatro desde los cinco años y siempre quiso ser actriz. Siempre sola, nunca acepto ayuda desde lo profesional. Por supuesto que algún consejo nos recibió pero ella no quería la tomaran en castings por ser la hija de. Yo le decía que sin talento no la iban a tomar, por más que dijera que era hija de Obama. Ella igual se hizo sola, se fue formando. Cuando la fui a ver por primera vez, pensé en cuándo había aprendido todo eso que yo no le enseñe. Me emocionó muchísimo porque es muy grosa. Es muy grosa, demasiado”.
Además, habló sobre la obra que su hija protagoniza en el Teatro Maipo Kabaret. “La obra se llama `Solita y sola´. Están los domingos a las 20:00. La función del domingo pasado fue muy impresionante ver a actrices como Gabriela Acher o Mirta Busnelli gritándole elogios a Marta en la cara. Me emocionó mucho porque digo `loco es muy grosa esta piba´. Se toma tan en serio todo. Para ella viene Dios y después el teatro. Recuerdo que estaban haciendo Bernarda Alba y no sé que blooper hubo en escena que estaban todas tentadas. Cuando termina la función salen todas muertas de risa y Marta salió enojada, furiosa, diciendo `estamos haciendo Lorca y ustedes se matan de risa´. Después se le paso, pero tiene esa responsabilidad con lo que es la actuación. Es una militante del teatro”.
Por otro lado, habló sobre su relación con su esposo Oscar Mediavilla. “Con Oscar estamos perfectos. Seguimos proyectando, grabando, seguimos construyendo, amándonos. Seguimos haciendo cosas y caminando la vida con la simpleza que significa caminar la vida. Bendiciendo todos los días la oportunidad de estar juntos, de poder tener proyectos, de tener una hija que se la banque y que sea feliz. Nosotros nunca aspiramos a otra cosa, todo lo demás vino solo”.
La cantautora habló sobre la escuela de formación en canto que lleva adelante, “El Templo de la Voz”. “Funciona hace varios años, tenemos más de doscientos alumnos. Hacemos muchas cosas lindas, talleres preciosos. Estamos abriendo nuevos talleres y las clases son maravillosas. Yo doy dos Master Class por año, pero tenemos 10 maestros en la escuela. La directora Valeria Stephen, que es mi socia, es maestra de canto y fonoaudióloga, así que todos los meses nos da una clase de capacitación a los maestros, donde vemos diferentes patologías. Hay mucha gente que viene a rehabilitar. Hay otra gente que no quiere ser cantante, que vienen a aprender canto como terapia. Es maravilloso. Tengo un grupo que se llama `Compartí tu voz´, con los que salimos Con a la calle a cantar cada tres meses. Empezamos a ir a escenarios públicos, al Parque Centenario, al Rosedal, a hospitales y geriátricos. Somos un grupo grande de 50 personas. Es impresionante lo que logramos. Repartimos las letras al público y cantamos un repertorio popular. El grupo está conformado por médicos, amas de casa, vendedoras. En definitiva, gente que le gusta cantar pero que no quieren ser cantantes. Es hermoso lo que se logra.”
Por otro lado, habló sobre el proyecto “El Templo Cultural”, una iniciativa familiar junto a Oscar Mediavilla y su hija Marta. “Decidimos poner esto con Oscar y Marta para mostrar arte. Es un emprendimiento familiar. La idea es un espacio para que toque alguna banda, para que venga alguna obra de teatro, un cantante, que lean poemas. Es un lugar precioso con unas tribunas, un espacio escénico hermosísimo. Para las vacaciones de invierno tenemos una programación estupenda. Vamos a estar todos los días a las 17:00 horas, con cuatro compañías, entre ellas `Desenchufados´. El ciclo se llama Vacaciones Re Sueltas. Lo lindo es que vos entras al templo y pareciera que entras a un barrio, a un Disney. Entras y es como una calle en la que te venden pochoclos, reparten chupetines, hay monociclos y gente con zancos. Todas las aulas están pintadas con los colores del arcoíris. Se vive una energía especial. Pinté alas en una pared para que la gente se sienta liviana y pueda sacarse fotos con las alas.”
La cantante habló sobre el episodio místico que vivió en una de sus presentaciones y el impacto en su carrera. “Cuando uno toma conciencia que es portador del único instrumento que no creó el hombre, que lo tenemos adentro del cuerpo, es otra cosa. Evidentemente si te lo dieron con alguna virtud, hay que cuidarlo mucho porque uno es custodio de eso. Un día estaba en un Gran Rex y cerré los ojos mientras cantaba `luz de mi vida´. Cerré los ojos y tuve una sensación que primero me asustó porque sentí como que no tenia tapa en la cabeza, como que no tenía hueso y que salía una luz inmensa que se iba al infinito. Abrí los ojos, me toque la cabeza, porque me dio cosa. Mire a la gente y veía a algunos de ellos iluminados, pero pensé que eran las luces. Cerré los ojos otra vez y tuve una revelación: la luz no salía, la luz entraba. Venia del infinito, pasaba por mis cuerdas vocales e iluminaba a la gente. Entonces abrí los ojos otra vez y me di cuenta que les estaba viendo el aura. Eso fue un antes y un después en mi vida. Me di cuenta que soy solamente un canal de expresión. El resto es de otro. Y que lo tengo que cuidar y mucho. Cuando interpreto las canciones, más allá de la letra o la música, tengo una simbiosis con mis cuerdas vocales. Soy audio, el resto es un vestido”.
Al finalizar, la cantautora adelantó que se encuentra en el proceso de producción de un nuevo disco. “Estoy terminando un disco de folclore, faltan 3 temas. Son canciones populares del folclore, suena muy lindo. Tiene un hit atrás del otro. Calculo que lo tengo que tener en un mes aproximadamente. El folclore me gusta tanto, mi mama es bailarina y cumple 89 años este año. En mi casa se mamó muchísimo el folclore y son canciones que las tengo en mi corazón. Tenía ganas de hacerlo hace mucho tiempo”.
Podés escuchar “Las Venas de la Cultura” los jueves de 18:00 a 19:00 horas por Radio Zónica.