Pedro Saborido: “El conurbano es el lugar donde la civilización y la barbarie se funden”
Interes General marzo 30, 2021El guionista y escritor dialogó en "No Estoy Solo" sobre su libro "Una historia del Conurbano".
Pedro Saborido es un productor, guionista y director de cine, de radio, teatro y televisión argentino. Con una larga trayectoria, ha adquirido popularidad y reconocimiento trabajando junto al actor, comediante y guionista Diego Capusotto.
Estudió comunicación en la Universidad de Buenos Aires y en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora.
Ingresó a Radio Mitre en una convocatoria de nuevos guionistas realizada por la emisora. Lanzó Saborido & Quiroga, dedicado al humor político. En 1992 recibió el Premio Martín Fierro. En 1991 comenzó a escribir guiones de televisión para Tato Bores.
Conoció a Diego Capusotto en 1992, cuando éste trabajaba en el programa Chachachá y fue convocado para hacer una participación en el programa de Tato Bores.
En 1999, creó junto a Capusotto, Alberti y Néstor Montalbano el programa de televisión “Todo por dos pesos”, que se transformó en un programa de culto y que se emitió hasta 2002.
En 2004 regresó a la televisión con Peter Capusotto y sus videos, un programa que emitía videos de viejas bandas de rock y sketchs humorísticos. El programa, que lleva doce temporadas, recibió múltiples premios y distinciones. Además de escribir y producir el programa, Saborido realiza la locución e interpreta con su voz a Juan Domingo Perón y voces secundarias en off, entre otros.
En 2017 recibió el Diploma al Mérito en la disciplina Humor de los Premio Konex. Escribió los libros “Una historia del fútbol”, “Una historia del peronismo” y “Una historia del conurbano”.
El escritor habló sobre su último libro y conto que “la idea de empezar a ver el conurbano es quizás salir de la habitualidad, pensarlo simplemente como un lugar que apareció ahí y que casi es una molestia, cuando en realidad es una causa de Capital Federal. La mayoría de la gente que hace a la Capital Federal, que la construye, que hace sus edificios, que la atiende, que la empuja vive en el conurbano y va a la Capital a seguir manteniendo con vida esa gran máquina y luego vuelve a su territorio a dormir, a vivir. Entonces este conurbano que se va juntando alrededor de lo que derrama la capital y hay distintas formas de verlo”.
En ese marco, el escritor dijo que “hay como dos formas que se armen los conurbanos. Es un concepto inglés “conurbeshion”, que es aquello que crece alrededor de una urbe que puede ser por el derrame propio de una ciudad o por la unificación de todas las poblaciones satélites. Simplemente una de ellas empieza a crecer más y las otras empiezan a crecer a partir del crecimiento de la otra y en un momento se funden como se funde el conurbano, que es un cuerpo de muchas ciudades que están todas juntas y no se distinguen entre sí, salvo que te avise en alguna avenida tal intendente “bienvenido a Avellaneda” o “buen viaje regresa pronto a Berazategui”. Si no, no notas la diferencia y pasas de una a otra cruzando una calle. Yo de hecho crecí en Gerli, que es un lugar que es bipartito porque es mitad Avellaneda y mitad Lanús, y simplemente el trámite de ir de Avellaneda a Lanús consiste en cruzar el camino de General Belgrano, no mucho más que eso.”
En ese sentido, el productor dijo que “toda esa conformación casi excedida de vida con respecto a los planes, que es un poco lo que dice el libro, está guiado por la idea que el conurbano va más rápido que la vida y que los planes para armar esa vida. Entonces todo parece algo a terminar o en crecimiento, vos no sabes dónde termina el conurbano, el conurbano hacia la capital termina en la General Paz y el Riachuelo, eso está clarísimo porque la Capital Federal se encargó de quede muy claro dónde termina. Donde termina hacia afuera no sabemos y si vos lo ves con Google Maps, ves el momento en donde hay como un degrade del gris del cemento al verde del campo. Es como que la civilización y la barbarie, llamemos barbarie a la naturaleza y a la civilización a la ciudad, se encuentran y se funden”.
Además, Pedro Saborido observó que “es como una mancha gris que de pronto se vuelve verde y de eso se encarga el conurbano, de la transición entre el campo y la ciudad. No hay uniformidad de miradas porque hay gente del conurbano que reafirma su identidad, que valora que no es una ciudad, que tiene otro ritmo y hay gente del conurbano que quiere ser como una ciudad porque va todos los días, siente que es más seguro, que pertenece al mundo a partir de que su ciudad se parece a eso que está legitimada todo el tiempo a partir de la cultura”.
Respecto al libro, el escritor dijo que “al libro no lo pensé nunca como una continuidad. Los editores siempre me decían tiene que ser como una continuidad, tiene que haber algo pero yo no lo vi así. En un momento encontré esa conexión y el funcionamiento del peronismo o del concepto que se llame peronismo. De pronto en Tres de Febrero Valenzuela lo tiene que aplicar, Jorge Macri en Vicente López o Posse en San Isidro. Lo tienen que entender al territorio y para aceptarlo hay que entenderlo. El peronismo lo que entiende es esa tensión y a su vez la convivencia entre la civilización y la barbarie, entre lo que debería ser y lo que es o lo que pugna por ser y lo que debería ser y aparece lo que es. Es un entramado telúrico, latinoamericano y el otro europeísta”.
En ese contexto, Pedro Saborido dijo que “en los conurbanos muchas veces se valora que se parezca a la capital y en alguna parte de la capital que se parezca al conurbano. Incluso la palabra conurbano tiene una especie de adjetivación porque nadie le dice conurbano a la zona de casonas de Beccar o San Isidro. Eso es zona norte y rápidamente no le entra la palabra conurbano a las amarras de San Fernando o a un country porque un country esta en el conurbano pero no lo es. A mí me parece que conurbano es el resultado y entonces tenemos que ver si esos resultados y esas consecuencias nos hacen ver si queremos continuar con esas políticas o esas formas culturales que provocan conurbanos”.
Por otro lado, el guionista aseguró que “hay partes del conurbano que son hermosas, yo fui muy feliz allí en mi infancia y mi adolescencia y hay lugares que son difíciles. La cantidad de horas que una persona tiene para ir y venir, una hora y media yendo en bondi, una hora yendo en auto, zonas que están sin terminar y creo que esa lejanía, esa falencia, no es para andar romantizándola. Vivir mejor es vivir mejor. Ya lo decía Discépolo, el peronismo terminó con una parte del tango cuando termino de hablar de conventillos y barros porque la gente vivía mejor, entonces no había tangos que hablen de eso, que se lamente de la inundación o del barro porque es preferible vivir mejor antes que vivir mal”.
Por otro lado, el escritor contó que “estoy contento y es verdad que la gente lee menos pero no puedo pensar en especular con eso. Me salió la oportunidad de hacer libros, me gustan, me gusta presentarlos, laburo, me dan de morfar y la paso bien. En estos tiempos pensar en televisión, siempre lo hablamos con Diego, es un bolonqui. Lo que está pasando aparte, como se están transformando los medios tecnológicamente y muchas veces para hacer televisión a mi me agarra mal parado, no sé para qué lado correr con la televisión. Más allá que colaboro en algunas cosas que hacen otros pero yo no sé qué pasa entre la radio y la televisión. Me parece más clara la radio que sigue siendo radio, que salga por una antena o por Internet. Hasta los podcats dejan de ser radio enlatada. En la red se cruza todo lo que podes hacer en tu casa, filmando con lo que hace Masterchef. Que sé yo es un embole”.
Podés escuchar “No Estoy Solo” los sábados de 10:00 a 13:00 horas por La RZ.