Pepe Soriano: “Tengo 92 años y he hecho todo lo que yo he querido, en la forma en que yo he deseado”

Personalidad Destacada noviembre 17, 2021

El actor conversó con “Sección Ciudad” sobre su participación cinematográfica en “Nocturna” y la realidad de los actores en el último tiempo.

Pepe Soriano es un actor y director argentino que ha desarrollado su carrera profesional tanto en suelo nacional como en diversos puntos del mundo, principalmente en España. En la actualidad, fue homenajeado en el Festival de Mar del Plata por su extensa y respetada trayectoria.

El artista argentino habló de su última participación cinematográfica y cómo el contexto argentino influye. Es una película independiente, como casi todo el cine nacional, puesto que no hay una industria sino que es una tarea artesanal, estrenada con bastante dificultad. Como corresponde, con el apoyo del Instituto de Cine, en El Gomón, con muy buenas críticas, o al menos hasta donde yo leí. Y ahora tiene una segunda instancia, la de haber sido incluida en el Festival de Mar del Plata, que inicia mañana por la noche. Esto para nosotros es muy importante, por supuesto lo es mucho más para el director y los productores, pero creo que es un alto exponente de la capacidad del cine argentino. Con esto no quiero decir que tenga que compararse con una novela turca, que maneja millones de dólares, ni con los tanques de Hollywood, que también maneja millones de dólares. Estamos en Argentina, y tenemos que ubicar el cine en el contexto en el que vivimos. Estamos todos deseando mejorar la situación de la gente, hablamos de la pobreza, hablamos de la ignorancia, hablamos del hambre. Hablar del cine como un hecho aislado me parece un disparate.

Actualidad económica del mundo actoral. Está muy mal, siempre fue malo, pero no es una situación de ahora. Cuando los mentirosos de siempre, no tengo nombres pero sí la tensión histórica me remite a audiciones, charlas de millones de dólares. Ustedes sabrán el esfuerzo enorme que habrá hecho, en primer lugar, la entidad madre de la Asociación Argentina de Actores, pero donde más repercusión he sentido fue en algo donde yo participé, fundamentalmente SAGAI. Teníamos que mandarle comida a nuestros compañeros, no tenían para pagar el alquiler, no tenían para comer. Más allá de que la televisión se venía degradando, hoy es una basura. La televisión argentina, salvando y con todo afecto profundo y respeto a todos mis compañeros, la producción es un tapón, un gomero, algo que le cuenta alguien a otro. 

En cuanto a incentivar el elegir a la actuación como carrera, Soriano afirmó: Hace años que vengo diciendo que, lo que hace falta, es de. Y cuando digo fe no hablo de la religión, hablo de creer en lo increíble. Parece increíble que hoy alguien decidiera ser actor, y sin embargo hay gente que tiene fe para luchar en este increíble mundo, y llegar a ser actor. A mi mañana en el Festival de Cine me entregan el Premio a la Trayectoria, en un festival internacional de Argentina, uno de cinco grandes festivales del mundo. Llevo más de 70 años trabajando, trabajando como todos, no tengo nada, solo el amor profundo de mi laburo. Lo he amado,  he sido feliz con él, he tenido momentos de tener que comer mucha polenta, momentos de disfrutar del mundo porque los festivales me han invitado y conocí lugares que nunca hubiera visto de otra manera. A esta altura del partido digo, tengo lo que amé, mi trabajo, mis compañeros, el aplauso de la gente dedicado a mi vanidad, a mi omnipotencia, y dedicado también a mi búsqueda de afecto, porque el aplauso es todo eso. He sido feliz, y no tengo un mango, por mí pueden revisar los bancos. Estoy feliz en esta historia de mi vida, tengo 92 años y he hecho todo lo que yo he querido en la forma en que yo he deseado, y siempre en favor de la gente, lo cual me ilumina frente a mi mismo.

Todos los inicios profesionales son con esfuerzo y dedicación. En principio yo estudiaba abogacía. Cuando abandoné para dedicarme a estudiar teatro, empecé a trabajar como corredor de frigoríficos, vendiendo salchichas, embutidos, chorizos. También vendí libros, trabajé en la pileta de Gimnasia y Esgrima en el verano. Fui empleado de lo que era. Paralelamente, a la noche casi sin dormir, iba al teatro a hacer mi aventura donde no veía un mango, pero tenía la alegría de la gente que conocí, que quise y que se llevó mi corazón. Siento la necesidad de decir esto, frente a una sociedad que lucha en un gran individualismo por el mejor auto, la mejor casa. Yo digo, sé feliz con tener vida, sé feliz en primer  lugar por tu salud, y en segundo lugar por lo que elegiste, si es que tuviste la suerte y el privilegio de haber elegido un trabajo. Yo elegí, no me equivoqué pero estoy en el tercer acto, muy feliz.

Para finalizar, el director recordó su vida fuera de Argentina y el por qué es una experiencia para incorporar. Viví casi siete años viviendo en España, extrañé mucho y decidí volver. Siento que irse del país es parte de la experiencia de cualquier ser humano, en cualquier cosa que haga. Que hagan la experiencia, afuera es duro, es más, hay lugares donde ni con un taladro entras. Trabajé en España, México, Cuba, Colombia, Uruguay, Chile y Argentina, en Israel. Pero el hecho cierto es que, por ejemplo, fui a Francia por el llamado de una película, la hice pero no me llamaron más. Pensé que era porque era malo actuando, pero era porque “venía del culo del mundo”. Cuando viví en España me iba muy bien, estoy profundamente agradecido al mundo español, a los amigos que hice, al trato que tuve está en mi corazón. Pero un día me levanté y dije “yo me quiero morir en Argentina”, y al quinto día, devolví el departamento, regale muebles, mis dos hijos varones quedaron allá viviendo, tengo una nieta española, y me vine. Y no me arrepiento, porque tuve que remontar acá también, hice una experiencia. Al que quiera ir, le digo que vaya, no va a ser fácil, primero tiene el idioma, después que no te conoce ni Dios. 

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