Raquel Rodrigo: “El Tropezón es un lugar de esos que no se hace de un día para el otro”

Sociedad abril 18, 2024

La emprendedora gastronómica Raquel Rodrigo pasó por "El Arranque" y compartió sus inquietudes culturales acerca de sitios icónicos en la Ciudad de Buenos Aires.

“Tuve mucha gracia de parte de Dios por abrir estos tres lugares que estaban cerrados (El Tropezón, Clásica y Moderna, y el Teatro 35), y que Dios se valió de mí como un instrumento para abrir esos lugares y para que Buenos Aires lo disfrute. Me llena de felicidad cuando veo en El Tropezón, cuando pasaron casi 7 años de la reapertura, que la gente lo aprecie. Lo mismo me pasó en Clásica y Moderna. Cuando estábamos en obras con las persianas bajas, la gente pasaba y decía que no podían creer que se iría a abrir otra vez”, precisa, Raquel Rodrigo, con el entusiasmo propio de quienes experimentan placer y pasión en lo que hacen. La historia de una de sus adopciones es singular: “Al Tropezón lo descubrimos porque fuimos con la familia a comprar el estacionamiento que está contiguo.

Sucede que cuando fuimos a averiguar nos dijeron que se vendía junto con El Tropezón, ambas propiedades. Y nunca nos habían dicho qué había en ese local comercial. Pasó que nos dedicamos a poner en valor el estacionamiento; a hacerle oficinas, a pintarlo, a hacerle baños nuevo, y al mes de haberlo comprado lo abrimos. La tarde del sábado 13 de abril en que abrimos, recuerdo que tras el brindis, fuimos a tomar una merienda a La Continental, leo una mayólica donde dice que allí funcionaba el antiguo restaurante El Tropezón, lugar de encuentro de literatos, historiadores, políticos. Y cuando leo eso lo primero que se me viene a la cabeza es ¡Dios mío! ¿Cómo compramos esto sin saberlo? En ese mismo instante me dije que lo iba reabrir, sin decirle nada a mi familia porque había ciertas actividades que tengo todavía, y era como mucho. Además yo no sabía nada de gastronomía”.

“Esto no es un restaurante cualquiera, esto es una perla en Buenos Aires donde iban tantos y de todos los bandos. Una gran cantidad, más de 170 artistas que nos han visitado. Y todos cuentan las historias de cuando habían ido porque era un lugar que no cerraba, porque estaba las 24 hs abierto. La gente salía de la segunda función del teatro y se juntaba ahí para comer puchero en la madrugada. Era un lugar que no era lujoso pero tenía ambiente. Es un lugar de esos que no se hace de un día para el otro. Es una historia, es una trayectoria de años. El tropezón no tiene relación con el hecho de tropezarse sino que el tropezón, como dicen los españoles, son los garbanzos, los jamones chiquitos, todo lo que hay dentro de un guiso. Hay una amiga española que siempre me decía que le encargue arroz pero que no tenga tropezones”, explica Rodrigo.

“Respecto a Clásica y Moderna, cuando iba a lo de mi hijo por Callao, siempre veía un semáforo y paraba con el auto, de tal forma que veía ese lugar cerrado, con una cortina echada y abollada. Un sitio con 85 años de existencia, con librería, cafetería, restaurante, arte y shows, con los que empezamos el 16 de marzo y los tenemos jueves, viernes y sábados. También estamos llevando adelante talleres como el de fotografía que se llenó. El martes próximo es el día del idioma y el día internacional del libro”, detalla.

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