Roxana Bruno: “Pasar naturalmente por la enfermedad genera anticuerpos y funciona”
Sociedad agosto 20, 2020La doctora dialogó en "El Arranque" sobre la vacuna de Oxford y las consecuencias de su uso poblacional.
Roxana Bruno es una médica argentina, integrante del grupo Epidemiólogos Argentinos Metadisciplinarios y especialista en Inmunología. La doctora habló sobre la producción de la vacuna de Oxford en Argentina y dijo que “hay un debate y una discusión tremenda respecto a si el patógeno se aisló o no se aisló. Hay que hacer una diferenciación importante en el lenguaje. Lo que se hace en las muestras respiratorias que se estudian en distintos institutos como el Malbran, es secuenciar el virus en las muestras. Es decir, buscar la secuencia genética del virus. Pero hay un procedimiento que se utiliza en virología, que es aislamiento, que implica hacer una filtración que permite que pase el virus, las partículas virales y que quede arriba del filtrado lo que son células, bacterias y otros componentes. Esa filtración de las partículas virales hace un concentrado, que después se hace una centrifugación y en ese preparado tenemos a los virus aislados. A partir de ahí, se puede sacar material genético para secuenciar, se puede llevar al microscopio o se puede poner en cultivo e infectar cultivos celulares. Entonces, lo primero que hay que hacer con esos virus aislados, es ver si realmente producen la patología en otro animal o en otra persona. Hay que ver si se reproduce y se puede demostrar que es ese agente y que se cumplen todos los postulados para enfermedades virales, en donde uno aísla el patógeno de las personas enfermas pero no de las personas sanas, porque no se puede atribuir una enfermedad a un patógeno si se encuentra tanto en personas sanas como en personas enfermas”.
En ese sentido, Roxana Bruno aseguró que “con la vacuna de Oxford se está usando una secuencia recombinante sintética, una secuencia que codifica un RNA mensajero que codifica a la proteína de la espiga o de las puntas del virus. En cambio, la vacuna china sí está usando virus, porque ya lo están cultivando a gran escala y lo obtienen a partir de los cultivos. Ellos sí están preparando una vacuna a partir de virus muertos o atenuados. La de Oxford es sintética. Los que están a favor de esta vacuna salen a desprestigiar una opinión que es compartida por muchos expertos en vacunas, de muchos inmunólogos y de mucha gente que prefiere la cautela y no confiarse tanto en lo que dicen las farmacéuticas. Esta vacuna es sintética, es distinta en el sentido de que antes no se ha hecho este tipo de vacunas.”
En ese marco, la doctora alertó que “es muy importante tener en cuenta que al introducir un material genético en las células, se pretende que esa célula sintetice la proteína. En eso es distinta esta vacuna. Normalmente, dábamos el patógeno de afuera. Ahora le damos el material genético a la célula para que la célula sintetice el antígeno. Entonces si tu propia célula está produciendo el antígeno para dar la respuesta inmunitaria, termina siendo una proteína de producción endógena, de tu propia célula. Entonces vas a hacer una respuesta inmune contra una proteína producida por tu propia célula. ¿Qué posibilidades hay de que el sistema inmune no se confunda y haga una reacción cruzada con alguna otra proteína tuya de tu propia célula y termine dando una reacción de autoinmunidad, contra tus propias proteínas? No viene de afuera limpia sino que tu propia célula la está procesando. Hay un peligro de generar autoinmunidad a largo plazo. Esa inmunidad se va a ver evidentemente no en un mes o en dos meses sino a largo plazo. Van a pasar uno, dos o tres años donde puede aparecer cáncer o autoinmunidad.”
Además, la doctora dijo que la vacuna que se producirá en el país “hay que tomarla con cautela porque aparte de no ser segura, porque es material genético, es recombinante, es hacer sintetizar una proteína por las propias células. Todos esos peligros se van a ver a largo plazo. Estamos jugando porque es una vacuna que al ser sintética, se sintetiza a gran escala, de manera muy barata, no requiere cadena de frio. Entonces los costos de elaboración y producción bajan muchísimo. No es lo mismo producir una vacuna de virus muertos, vivos o atenuados, donde hay que hacer el proceso de producción, purificación y aislamiento viral. Los costos y los tiempos de la vacuna cambian cuando la vacuna es artificial o es de virus vivos, enteros o inactivados”.
En ese aspecto, Roxana Bruno aseguró que “es muy apresurada esta vacuna. A esta vacuna habría que darle los años que lleva producir una vacuna viral, que son muchos. Hay vacunas que se están buscando desde hace muchos años, como es el caso de la vacuna del Sida, que hay muchas pruebas hace años. Se trata de alertar al gobierno, alertar a las comisiones de salud en diputados y senadores, que se está sometiendo o entregando al pueblo argentino a una prueba con una vacuna que puede salir mal. Tenemos antecedentes de eso. Hay dos casos de vacunas de virus que fueron rápidas y se pasaron directamente a seres humanos sin pasar por las pruebas por animales y sin pasar los años de investigación para saber si la vacuna era efectiva y segura. En 1960, el virus sinsitial respiratorio, un virus respiratorio que provoca bronquiliotis, neumonía, sobre todo en los niños. Estados Unidos hizo una vacuna rápida, hizo una prueba directa en 35 niños. La inocula, los niños hacen anticuerpos, la vacuna es fabulosa, todos muy contentos. Hasta que los niños tomaron contacto con el virus nuevamente de manera natural. Enfermaron muy gravemente, dos niños murieron. Fue un papelón para el FDA y para todos. Se habían saltado todas las pruebas experimentales y esa fue la consecuencia. Además, en el año 2009, por el virus H1N1 había que sacar por la pandemia una vacuna rápida y otra vez se la mandaron. Entonces hubo complicaciones, tuvieron que retirarla en varios países de Europa. Hubieron damnificados, muchas personas enfermas, dañadas. ¿Vamos a repetir la historia otra vez saltando las etapas, por una enfermedad que tiene una sobrevida del 98%?”.
En ese sentido, la especialista en inmunología dijo que la gente “tiene miedo a salir porque se armo toda una campaña de desinformación alarmando a la gente y hablando de que había un virus mortal que iba a arrasar la tierra y de que iba a haber 40 millones de muertos en todo el planeta. Afortunadamente, ni los modelos matemáticos que estaban pronosticando ese tipo de comportamiento se cumplieron ni la mortalidad fue la que predijeron. Afortunadamente los médicos supieron reaccionar, hicieron autopsias en Italia, vieron de qué tipo de neumonía se trataba, vieron que había coagulación intra vascular, que había trombos en los pulmones que tapaban los alveolos y que eso estaba haciendo la dificultad respiratoria. Se dieron cuenta que utilizar respiradores artificiales como se había aconsejado desde organismos internacionales era contraproducente porque en un pulmón tapado por coágulos meter aire por un respirador lo único que hacía era reventar los pulmones”.
Sobre los tratamientos que se realizaron para contrarrestar la infección, la doctora dijo que “con toda la experiencia que llevamos de pandemia, ya se han dado cuenta que el tratamiento es con anticoagulantes, para evitar que se formen los trombos y con anti inflamatorios porque la respuesta es inflamatoria principalmente. Los antiinflamatorios ayudan a contrarrestar. Además están probando un montón de fármacos en distintos ensayos clínicos para los pacientes que llegan a un estado más grave y están respondiendo bien. Han sido recibidos muy mal por ciertos sectores pero están funcionando bien. Los están tratando y los están sacando adelante. Hay distintos protocolos que se están usando. Los médicos en Córdoba por ejemplo, con el doctor Beltramo que está haciendo un protocolo hermoso, con resultados fantásticos, con nebulizaciones con ibuprofenato de sodio, los nebuliza y tiene resultados barbaros. Hay un montón de tratamientos que en este momento están inscriptos en ensayos clínicos que deberán pasar las vías administrativas para que sean aprobados. Pero los médicos, haciendo uso del Acuerdo de Helsinki, para salvar una vida pueden hacer uso de protocolos y fármacos que tengan a la mano para salvar la vida. La sobrevivencia es altísima. La letalidad es del 0,2%. Es una letalidad muy baja, del 2 por 1000. 2 de cada 1000 infectados fallece por las consecuencias de que se le complica por las enfermedades de base”.
Además, la especialista aseguró que “en el país se mueren 2 de cada mil infectados. Quiere decir que 998 sobreviven a la enfermedad. No es tan letal como se pensaba. Además, se ve que la gente va haciendo anticuerpos, una respuesta inmunitaria natural, a medida que va tomando contacto con el virus. Vemos que las curvas exponenciales en donde van aumentando los contagios de una manera escandalosa no se corresponden con la letalidad. En Argentina tenemos 260.000 tests positivos para PCR, no digo que todo es Covid, pero realmente solo un 5% requiere una internación, un 2% puede fallecer o fallece por las complicaciones pero vemos que tenemos alrededor de 5000 fallecidos. O sea que tenemos 250.000 argentinos que fueron positivos pero que sobrevivieron a la enfermedad sin vacuna. Quiere decir que la inmunidad colectiva o la inmunidad de rebaño, pasar naturalmente por la enfermedad y generar anticuerpos de manera natural, funciona”.
Al finalizar, Roxana Bruno dijo que “hay que decirle a la gente preocupada por una vacuna, a los que nos dicen antivacunas y cierran el debate. No somos antivacunas, no soy antivacunas, se lo que es una vacuna. Estoy criticando a esta vacuna que tiene muchos riesgos y es muy apurada. Si llevara el tiempo correcto, no tendría problemas pero eso no se ha hecho. Hay una vacuna que están desarrollando en Córdoba, el grupo del doctor Hugo Lujan, que es muy esperanzadora. Esa vacuna usa partículas virales que no son infecciosas y es una vacuna que se da de forma oral. Es una vacuna que simularía el contagio con el virus de forma natural, por lo tanto la toxicidad seguramente es mucho menor, no hay efectos colaterales tan graves y al ingresar por las mucosas, si hay algo toxico, la misma barrera del sistema digestivo lo eliminaría. Entonces, ¿por qué tantos millones de dólares a los experimentos extranjeros y dejamos que lo prueben en nuestra población, siendo ratones de laboratorios? Es mejor darle apoyo a una vacuna nacional, más segura, 100% argentina, y con los controles y responsabilidad que las farmacéuticas no quieren asumir, porque están pidiendo inmunidad legal para no tener responsabilidad con los daños que produzcan. Hay alternativas, hay vacunas, pero hay que ver qué vacuna es la que puede ayudar”.
Podés escuchar “El Arranque” de lunes a viernes de 10:30 a 12:00 horas por Radio Zónica.