Rubén Stella:”Una de las definiciones del actor argentino es transitar la mayor cantidad de géneros”
Teatro marzo 10, 2022El actor conversó con "Clú Z" sobre las diferentes aristas de la profesión y cómo ve el desarrollo de la misma en la actualidad.
Rubén Stella es actor y director teatral argentino. Con más de 50 años de trayectoria, llevando en su haber reconocimientos y premiaciones a destacadas interpretaciones, como el Premio Florencio Zánchez y Trinidad Guevara a Mejor Actor Protagónico por Los Desventurados en 2005, y el Premio ACE Mejor Actor Protagónico por La caída de la Casa Usher, 2002.
En cuanto a llevar la profesión de la mano con el rigor que muchas veces viene de la mano, el actor afirmó: En principio, valdría la pena decir que en la Argentina siempre casi todo es muy difícil, pero en esta actividad en particular se empeora con el tiempo, luego se mejora, después se vuelve a empeorara. Pienso que en este momento no hay, por ejemplo en la televisión argentina, y no creo exagerar, un solo programa de ficción. Y eso para los actores es esencial en el sentido de que la televisión, como supo decir algún colega, es la heladera, es el pan cotidiano.
Respecto a la no existencia de programas cómicos desde los últimos años, Stella dijo: No, eso no hay más hace muchos años, creo que el último fue “Rompeportones”.Una vez apareció un programa inmirable en la televisión Pública, que pretendía ser de humor y la verdad es que era inmirable, lo digo con respeto y perdón de los colegas, pero es incomprensible que se acepten esos proyectos, porque son colegas después de todo, y es un esfuerzo que hicieron pero no resultó. Muchos podrán decir que “Rompeportones” es inmirable, muchas veces me encuentro con Ana Acosta y me mira muy seria y me dice “¡Si estuviéramos haciendo ese programa en este momento iríamos en cana!”
Humor inteligente y humor fácil. Cuando accedo a hacer “Rompeportones” lo hago en función de un deseo infantil casi, porque pensá que yo me crié viendo “Operación Ja Ja” y “La Tuerca”, por nombrar dos de los grande programas humorísticos que tuvo la década de los 60s y 70s. En “Operación Ja Ja” sobre todo, si recordamos al staff del elenco, contaba con un elenco de actores a la noche hacían teatro de prosa importante. En “La tuerca” había muchos con actores con grandes nombres también, había nombres que también tenían la posibilidad o alternativa de hacer teatro, no quiero decir serio pero un teatro de otro contenido. Y siempre pensé, y lo pienso aún, que una de las definiciones del actor argentino, y digo argentino, es transitar la mayor cantidad de géneros posibles. Pongamos de ejemplo a uno de los más grandes actores que dio nuestro país, Luis Sandrini, que tenía una enorme condición de hacer reír y hacer llorar al mismo tiempo, o en la misma circunstancia, como decían nuestras madres; Mario Fortuna que que es un actor injustamente olvidado de una enorme condición actoral; o Pepe Arias que tal vez no con tantas condiciones actorales era un hombre que también era capaz de entrar en la emoción y en el humor. El Negro Olmedo tal vez en su caso es otra la condición, era un gran bufo, una persona de una enorme personalidad avaslladora en el escenario, en el mejor sentido de la palabra porque era capaz de conmoverte en cualquier aspecto, en una pantalla o en un escenario. Pero esa es una condición que, de algún modo, quise transitar, lo hice durante un año y después ya no. “Rompeportones” además, también debo decir, que fue un gesto muy generoso de Hugo Sofovich que hacía ya como 15 años que si alguna vez armaba un elenco con actor, que cuente conmigo. Él tuvo una primera aproximación para un ofrecerme un programa, no pude aceptar porque estaba haciendo otras cosas, y cuando volvió a proponerme un programa de estas condiciones acepté. Hugo era un tipo muy exigente, siempre con muy buena disposición, con una sonrisa. Por ahí te cortaban por el aire, no es que venían a hablarte personalmente, y te exige hasta con la letra. Además, a mi modesto entender, no estoy hablando desde ninguna sabiduría sino desde la experiencia, se ha tergiversado el humor que debe ser muy riguroso con la chabacanería. Eso es sólo ruido, como el insulto, pero eso no es hacer humor, hacer humor tiene ritmo, tiempo, pausa, tiene condiciones que son rigurosas, textos. Y yo me doy cuenta de esto cuando alguna vez dirigí, cosa que me gusta mucho, cuando tenes que decirles que hagan una pausa para que la gente entienda, para que se ría.
¿Teatro, televisión o cine? Para Rubén Stella hay un mix. Todo. El teatro tiene el alma mater, es la matriz, es el lugar donde surgió todo lo demás, es el aquí y ahora, es el público presente, es escuchar la respiración del público. Es poder manejar en el mejor de los sentidos la emocionalidad que el público te devuelve, y cuando digo emocionalidad te digo interés, expectativas, todo lo que el público devuelve en el momento de estar en la platea. Tiene la importancia del momento, resolver lo que se presenta, estar atento a cómo deviene el desarrollo de lo que estás haciendo. El cine tiene, digo yo, cuando hice una película con una toma a una, la que salía quedaba porque no teníamos fílmico, solamente logré hacer dos de una escena porque se lo pedí al director, le dije “Esta es una escena muy importante, te pido que hagamos otra”, y él con cara de pocos amigos aceptó. En la época en la que se hacía fílmico era muy caro, y además vos lo hacías y no podías ver cómo quedó como ahora, teníamos que mandar a revelar y recién ver. Entonces el cine tiene esa adrenalina y riesgo emocional que corres al hacer las escenas, ahora ya no porque al ser digital se pueden hacer cantidad de tomas, hasta tomas de más. Yo como director me luzco pero fusilé al tipo que está en la pantalla. La televisión que tiene el cotidiano, está en el entrenamiento cotidiano de actuar. Y no hay que olvidar a la radio, porque el actor perdió la voz, y cuando digo lo digo en forma metafórica y en forma concreta, perdió el decir en forma metafórica, perdió la condición de tener voz, de tener presencia, de estar en tu casa todo el día. Yo adoro el radioteatro.
Podes escuchar “Clú Z” de lunes a viernes de 10 a 12 hs por La RZ