
Silvia Elizalde: “El feminismo no tiene un único sujeto político a representar”
Política octubre 17, 2019La doctora en antropología visitó "Vamos por las Sobras" para hablar sobre la actualidad y el futuro del feminismo en el país.
Silvia Elizalde es comunicadora social, doctora en antropología, investigadora del CONICET y militante feminista. La investigadora habló sobre el feminismo y dijo que “la periodización del feminismo es objeto de discusión porque ahora estaríamos en una suerte de cuarta ola pero hay que ver cómo las contamos y en relación con qué práctica política. Yo investigo la relación entre jóvenes y género desde hace 15 años y fui variando el foco para pensar las mujeres jóvenes, un sujeto que ha sido invisibilizado en la sociología y en los estudios de juventud porque precisamente la ciencia también es androcéntrica. La ciencia pone al sujeto varón como sujeto universal representante del colectivo por lo que siempre me pregunté donde estaban las chicas. Esa pregunta la responde el propio paisaje social porque las chicas están en la calle y constituyen esta marea verde. A mí me interesa analizar en primer lugar cuáles son las motivaciones que traccionan en estas mujeres jóvenes de secundario o universitario, que son de clase media instruida pero también junto a un feminismo popular que impulsa mucho. Mi objetivo es entender cuáles son las motivaciones para volcarse masivamente a militar una agenda feminista e incorporar otros tópicos que son específicos de la generación que habitan. En ese sentido, es interesante analizar cómo esta incorporación no se hace desde los lugares clásicos de la formación de cuadros y no se hace necesariamente con una formación conceptual o teórica, sino más bien desde una cosa visceral, del hartazgo, de la bronca y de la habilitación social que tienen hoy en un contexto epocal inédito, en relación con poder expresar su enorme desacuerdo con el machismo y el patriarcado que se cuela en el conjunto de las instituciones”.
En ese sentido, Silvia Elizalde afirmó que “el feminismo tuvo que legitimarse como movimiento político por lo tanto produjo argumentos muy sólidos en relación con las causas que lo motivaron. Esta masificación o “juvenilizacion” del feminismo ocurre en relación con un permiso social que se viene gestando en nuestro país y que no es único de Argentina, donde hay un permiso a sentir bronca, a decir que estamos hartas de la violencia, términos que tienen que ver con una trama afectiva, que es una de las características junto a la estitizacion de la práctica política que es muy particular de este momento. La agenda de género vino para quedarse ya que todas las instituciones están revisando sus prácticas, sus maneras de pensar los vínculos. Eso es lo más fuerte. Lo que hicieron las jóvenes es instalar en la mesa cotidiana familiar la agenda, poder conversar y poder interpelar a sus padres, madres, hermanos y pares varones en relación con un conjunto de prácticas que entienden que no se pueden seguir permitiendo. La incorporación del término femicidio al Código es muy positivo. Con lo cual, las instituciones se mueven lento pero todo ese movimiento fue habilitando que esa palabra este en una reunión familiar y que pueda ser un tema de discusión de las próximas generaciones. Eso es absolutamente novedoso”.
Así mismo, la investigadora manifestó que “la discusión sobre la representación política es compleja en el feminismo. Es un movimiento horizontal, cuyos desplazamientos e hitos de crecimiento tienen que ver con coyunturas sociales y políticas particulares. No es extrapolable el feminismo anglosajón al feminismo latinoamericano, mucho menos al Cono Sur en relación con la historia de las dictaduras. No se lucha por una representación política como clase política, sino trasversalizar una agenda de género en el conjunto de las instituciones, incluidas las instituciones políticas”.
Por otro lado, Silvia Elizalde habló sobre las reacciones del poder conservador. “Hay que sectores que tienen un argumento patologizador o criminalizador de esas chicas porque tienen un aerosol y escriben algo contra el patriarcado en una pared, que puede volver a pintarse o que muestran las tetas porque quieren mostrar una erótica distinta y politizar eso. De ahí a pensar que esa radicalidad tiene un componente disruptor es bastante complejo porque el feminismo no tiene una única manera de representar el sujeto político de su accionar. De hecho, en el 34º Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disidencias, que este año aparecen como sujetos políticos las personas trans, las no binarias, no se trata de ir a escencializar la lucha sino a ver cómo conviven múltiples maneras de pensar una agenda, una agenda contra la violencia y a favor de la paz. Las chicas están hoy pensando las formas de paridad en la participación, cómo parar a un compañero que se está desubicando, detectar estos micro machismos y prácticas cotidianas súper naturalizadas que tienen que ver con la autorización masculina de hacer comentarios sobre el cuerpo de las mujeres, su capacidad y destrezas. Interrumpirlas cuando habla, opinar al final para tomar decisiones. Las mujeres están viendo eso, son nuestras hijas, alumnas, sobrinas, compañeras de trabajo. No es siempre las otras, que están ahí en la tele y que están señaladas como un grupito de revoltosas”.
Además, la comunicadora social agregó que “la reacción conservadora está creciendo en toda América Latina. En el nuestro, es más a partir del 2015 que se ha manifestado y se ha hecho más evidente. La retorica que sostienen estos grupos, en la que aparece inmediatamente un despojo completo del sujeto joven y de les niñes como un sujeto de derecho. Hay un retroceso importante, donde no está la voz de chicos y chicas respecto de la propia definición de su vida sexual e identidad de género. Hay un miedo a algo que se vive como una amenaza. Justamente, al mismo tiempo es comprensible por donde vienen estas instituciones, la relación entre Estado e Iglesia tiene una historia muy vieja. No es simplemente gente que levanta la mano y protesta. Hay que pensar cómo se fue armando la convivencia entre Estado y la Iglesia, en relación con algunos grupos. Hay grupos que han tomado esto como militancia. Cuando hablamos de militancia anti género también hay que incluir el sector neo conservador, que está generando sus propios argumentos, su propia estética, el pañuelo celeste en relación con la dimensión nacional, el color nacional, el patriotismo. Efectivamente se sostiene a partir de la astucia, que muchos de los argumentos están traccionados de manera tan sesgada que tiene la fortaleza y al mismo tiempo su debilidad. La noción de ideología de género es convertir una perspectiva anclada en los derechos en una suerte de ideología maquiavélica que en nombre de algunos personajes plantea que el Estado quiere corromper a los menores. Es una suerte de fantasma, como que el feminismo viene a traer algo muy oscuro detrás. Básicamente corruptor de la moral de un país”.
Al finalizar, Silvia Elizalde dijo que “el feminismo trae una discusión que es interesante y que todavía está muy verde en nuestro país, que es la política del cuidado. La política de cuidados trabaja sobre la protección de una manera mucho más acorde a los derechos humanos de las mujeres, niños, niñas y adolescentes como sujetos de derecho. Los cuidados están absolutamente mal repartidos en la sociedad actual”.
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