
Silvia Teijeira: “Desde niña mi anhelo fue tocar chamamé en el piano”
Música julio 9, 2019La pianista habló en "Valorando lo Nuestro" sobre su carrera artística.
Silvia Teijeria es una pianista entrerriana que ha grabado cuatro discos en su carrera, todos instrumentales con el chamamé como un gran conector. “Soy oriunda de Federal, cerca del límite con Corrientes. Desde la panza escuché chamamé, porque allá el chamamé correntino estaba muy presente. Siempre quise tocar chamamé y quería tocarlo en piano. Tenía 6 años y quería estudiar y tocar el piano. No me dejaban porque mis hermanos más grandes habían empezado a tocar guitarra y a bailar danza y habían dejado. Mis padres no me dejaban porque creían que iba a dejar. Había una chica llamada Elisa Molina que en ese momento buscaba alumnos porque se había recibido del Conservatorio del pueblo. Yo la charle y la charle hasta que la convencí para que pida en mi casa. Así que ahí empecé.” En ese marco, la pianista contó que “el piano en general se enseña desde la lectura, metodológicamente hablando y desde el lenguaje clásico. Es un instrumento maravilloso que tiene literatura pianística de una belleza tremenda. Después de mi primera maestra, me derivaron a otra maestra y en el Conservatorio ese se escuchaba de todo. Ella leía pero tocaba de todo. Además en mi casa se escuchaba de todo y siempre agradecí eso. Cuando no hay categorías de música no hay limitaciones”.
Por otro lado, la pianista recordó sus primeras experiencias en la adolescencia. “Estudié tres años de derecho porque no me dejaban estudiar música. Cuando dejé derecho me decidí a trabajar y empecé a hacerlo con un músico de allá, Carlos Aguirre. Seguí con él y estudié con su maestra, una pianista muy destacada que se llama Graciela Reca, que agradezco enormemente porque me aceptó como alumna en la escuela. Es una virtuosa del piano clásico, es muy conocida. Ha sido una gran docente y supo respetar mi anhelo. Yo siempre quise componer y tocar folclore. Pero ahí ella me dijo que ahí iba a hacer lo que ella quisiera. Se lo agradezco porque es una mujer con una cabeza fuera de lo común y al día de hoy sigo con ella”.
Sobre el proceso de composición, la artista dijo que “a mí las melodías o las ideas, que no siempre son melodías, siempre se me imponen. No ando persiguiendo la composición, cuando viene me hago la sorda hasta que no me queda otra que sentarme y escribir la música. Me gusta escribir en papel y a lápiz. Disfruto tanto escribiendo con el lápiz y en el pentagrama. Me gusta eso. Si me parece a mí que toda idea musical sea como sea que se presente, adentro de sí misma ya tiene la forma. Hay veces que eso está claro de entrada pero otras no. Entonces a mí me gusta darles el tiempo para que me descubra su forma, para que me diga quién es. A mí me parece eso, que los gérmenes de un tema siempre traen en si la forma y te orientan. Todo nace de la vivencia conmigo, el intelecto viene después. Siempre primero la vivencia, en todo en la vida es así”.
En ese contexto, Silvia Teijeira habló sobre lo complejo del proceso compositivo al tocar folclore en piano. “Indudablemente en los sonidos que guardamos en nuestra cabeza no tiene tanta presencia en la música del folclore lo instrumental, mucho menos el piano. Es como ir dibujando ese espacio para que empiece a ser llenado porque paradójicamente nuestro país tiene una escuela pianística muy importante y muchos pianistas en el folclore. Hay que hacer lugar en la mente de la gente para que empiece a desear escuchar piano en el folclore. Para mí es un instrumento muy bello que brinda muchas posibilidades. Justamente una de estas posibilidades es la de hacer arreglos sin tener que tocar con otros instrumentos, sin tener que cantar, es una maravilla”.
Por otro lado, la pianista manifestó que “la mente humana es maravillosa, no tiene límites. Por ahí puede tenerlos pero si uno no se los pone, sobre todo en el aprender, no hay límites. Me gusta mucho trabajar en el instrumento para que eso después aflore en los arreglos y en la interpretación, que son dos cosas distintas. Ir adquiriendo nuevos recursos, nuevas texturas, porque tenemos diez dedos, no hay más que eso. Es un desafío porque me va permitiendo abordar los arreglos de diferentes maneras. En lo expresivo que es el fin último y primero también”.
Al finalizar, la pianista habló sobre el amor al chamamé. “Desde el punto de vista musical exclusivamente para mi es una de las músicas más complejas de nuestro país. Tiene una belleza, una riqueza de voces interiores y de la cuestión rítmica, tiene una amplitud armónica porque es muy libre en ciertas cosas y permite que armónicamente vaya floreciendo. Es una música que se baila entrelazado. El tango y el chamamé lo son, el resto de las danzas del noroeste son de lejito’ noma’. La música que se baila entrelazado es tan bella y tan fuerte. La zona del litoral en la historia de nuestro país, de la Independencia, ha tenido mucha presencia. Tampoco es una región que ha sido rezagada en la formación institucional de nuestro país así que no entiendo porque no es más popular”.
Podés escuchar “Valorando lo Nuestro” los martes de 19:00 a 20:00 horas por La RZ.