Sonia Torres: “Solamente quiero conocerlo y reconocer en su cara, la cara de mi hija”
Personalidad Destacada noviembre 15, 2021La máxima referenta de Abuelas de Plaza de Mayo en la provincia de Córdoba habló con "Café con Luber" sobre su historia de dolor, y la esperanza que mantiene por encontrar a su nieto.
Sonia Torres a sus 92 años sigue en la búsqueda por encontrar a su nieto, quien nació tras el secuestro de su hija Silvina, cometido luego del golpe de Estado en marzo de 1976. Es la máxima referente de las Abuelas de Plaza de Mayo en la provincia de Córdoba. En esta oportunidad, fue entrevistada por María José Lubertino, para profundizar sobre su historia.
Compartir su historia para entender su dolor. Para mi es un honor que me hayan llamado para esta nota. Soy una de las tantas madres a las que nos han robado los hijos y nietos. La vida fue terrorífica a partir de la desaparición de Silvina, estaba embarazada de seis meses y medio, y se había casado en diciembre de ese mismo año, 1975. Dos días después del golpe ella se había ido de su casa, nunca voy a saber por qué volvió, porque cuando lo hizo la estaban esperando dos autos con represores de La Perla, y ahí desapareció y nunca más la vi. A la media hora yo ya estaba en el cabildo histórico de la Plaza San Martín, que en esa época ya era propiedad de los militares y policías. A los 30 minutos de haberme enterado del secuestro o la desaparición de Silvina, aunque esa palabra nunca la pude imaginar, estaba allí preguntando por ella. Allí nos dimos cuenta con las abuelas que la lucha individual iba a ser irreconocible, en cambio el trabajar todas juntas nos ha dado la alegría de encontrar 130 nietos. Todavía el mío no está, pero sé que no me voy a ir hasta que no lo encuentre. Él sabrá qué hacer con su pasado, su futuro y su presente, yo no lo voy a presionar, como ninguna de las abuelas, pero solamente quiero conocerlo y reconocer en su cara, la cara de mi hija, de mi yerno, que hace 45 años que no la veo. Mi nieto cumplió 45 años el 14 de junio. Tengo la esperanza de encontrarlo.
Se habla mucho sobre la similitud de personalidades, gustos o intereses, entre nietos, padres y madres. En este sentido, Sonia afirmó: Eran dos chicos excepcionales. Vivían por sus ideales, para construir una Argentina mejor y dejársela a su hijito, que en ese momento se estaba gestando en la pancita de Silvina. Silvina tenía 21 años, ya había recorrido varios países representando al país porque era campeona argentina de natación. Siempre fue una chiquita que destacaba en los lugares donde estaba, no por orgullo sino porque ponía todo su empeño en hacer lo que estaba haciendo en ese momento. No dudo que habrá resistido hasta el final. Por el juicio que hice, sé que tuvo un hijo varón el 14 de junio de 1976, sé que el bebé estaba en óptimas condiciones, a ella la separaron de su hijo a los dos días, y al bebé se lo llevaron a Casa Cuna, donde en ese momento estaban las monjas concepcionistas. Lo entregaron a una familia pero nunca me quiso decir a qué familia. Cuando hice el juicio, el fiscal le pidió al presidente de mesa Dr. Díaz Gabriel, un eminente juez de Córdoba, que citara a la monja que había entregado. Cuando la fueron a buscar, resulta que cuatro días antes se había ido a Barcelona. Nunca pude saber a qué familia dieron a mi nieto. No obstante a eso, tengo la convicción, la seguridad que me da el amor y la búsqueda, de que lo voy a encontrar antes de partir.
Para finalizar, la máxima referente de Abuelas de Plaza de Mayo en Córdoba, agregó: Sobre la búsqueda de la monja que se fue a Barcelona, allí hay una orden concepcionista a donde pertenecía esta monja, por eso pudo irse. La justicia actuó muy bien, tuvimos un juicio muy bueno, justo también, pero no se pudo llegar a encontrarlo. Ella se llama Monserrat Trigo, era monja de Casa Cuna, pero como le avisaron que la iba a citar el juez, la Iglesia la mandó a Barcelona. Estaba todo preparado para huir.
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