Víctor Colombano: “El Gobierno es peor que esa ola de apoyo a la Derecha en Europa”
Política junio 10, 2024El Secretario Administrativo de ALAF (Asociación Latinoamericana de Ferrocarriles), Víctor Colombano, pasó por El Arranque y evaluó el panorama sociopolítico en el país.
“Tratamos de ser sensatos ante un Gobierno que no lo muestra. Tiene rasgos de insensibilidad con una carencia de empatía que profundizó junto con problemas de Argentina. Lo primero que quiero decir es que nosotros no dejamos un buen número, no fue la peor de la historia como nos lo quieren hacer creer pero tenemos que reconocer que no dejamos una buena situación de la macro economía y en lo social. Pero hasta ahora lo que hizo fue empeorar el cuadro en todos los sentidos. No hay algo que vos mires y digas que está mejor, salvo la inflación. Pero si vos tomas la inflación que tenía Massa, que era del 8 por ciento. Además, siempre te tira cosas que son incomprobables. ‘Vamos a tener un 18 mil por ciento de….´. Qué sé yo qué va a pasar. Lo que sí sé es que vos agarraste hace seis meses y tenemos un 17 por ciento de indigencia. Eso significa que hay una porción de nuestro país que no puede cubrir sus necesidades básicas”, diagnostica Víctor Colombano, desde la mirada peronista.
En esa dirección del análisis, sostiene: “Subiste al 55 por ciento la pobreza, o sea, un 15 por ciento más de lo que había. De los 13 rubros que hay de manufactura, 11 están bajando. Con relación a la automotriz, se venden cada vez menos. Gerardo Martínez, Secretario General de la UOCRA, planteó la difícil situación que vive la Construcción. Cerca de 100 mil empleados menos. Con los comerciantes de mi barrio con los que hablo las ventas cayeron entre un 30 y 40 por ciento menos. Desde la gastronomía, hasta un negocio que vende ropa, el círculo económico, las industrias, el sector ferroviario. Y ese es un sector donde están despidiendo a cientos de empleados. Porque paró la Obra Pública. Y el tema es que retomarla no es como hacer una obra vial, la de una calle o una avenida. Es mucho más complicado”.
“Es un Gobierno que nunca pensó que iba a ser Gobierno. Tampoco se preocupa por gobernar día a día. No sé qué quiere ser (Milei), tal vez un estadista mundial que se dedicó a viajar por el mundo. Bueno, si te gusta eso poné a alguien que gobierne. Busquemos la forma, porque fue electo por el 56 por ciento de la población. Hoy la gente lo sostiene, cada vez menos, pero aún lo sostiene. No quiero que se vaya por anticipado, yo quiero que gobierne para todos y todas. Que estemos mejor y que encontremos la manera. No sirve ni la agresión ni las formas que tiene. Él toma algunos modelos mundiales que son globalizadores que vienen con una fuerte violencia dentro. Vos lo escuchas hablar y siempre hay rasgos de violencia y un nacionalismo muy fuerte tirado mucho a la derecha. El Gobierno que tenemos es peor que esa ola de apoyo a la Derecha en Europa porque Milei se considera un anarco capitalista y además globalizador. Mira el caso de Francia, donde los ferrocarriles son del Estado. Al presidente francés, por más que sea de derecha, no se le ocurre decir que va vender los ferrocarriles como quiere hacer ahora. Y el boleto es subsidiado. En Alemania, los trenes son del Estado y tienen un 85 por ciento en el boleto. Excepto el tren de alta velocidad que es para una clase alta”, puntualiza el dirigente del PJ.
Colombano afirma que “acá hay un nuevo espacio que es violento en su forma de expresarse, en su modo de querer expresar consensos, que es con violencia… salvo que todos se quieran someter a eso. Y la política no es sometimiento. Y la política no es sometimiento, es empatizar, poder dialogar. Poder generar vínculos y llegar a acuerdos. Es el sistema democrático donde todos nos ponemos a convivir y él se puso a disposición para ser presidente. Lo que pasa es que en la composición general de la Cámara, no le fue bien. Tenes que aceptar la realidad, como también la debemos aceptar nosotros a propósito del último balotaje. No es una excusa, pero tuvimos la pandemia, pero son dos cosas distintas. Distinto es gestionar la pandemia, con muchos más aciertos que errores, con el componente de la foto que le costó mucho al gobierno de Alberto Fernández. Para nosotros fue un costo muy grande. Lo que creo es que la pandemia cambió la cabeza de la gente y la de todos nosotros. Hubo un efecto en la forma de elegir. Después, nosotros desde el Peronismo le propusimos a la sociedad determinadas cosas que solemos hacer pero no las pudimos cumplir. Lo que pasó es que hubo un uso político de la palabra libertad, y la pregunta que me hago es qué te da más libertad, ¿poder elegir?”
Por último refleja: “Nosotros como peronistas también tenemos la libertad como un eje de transformación y de modelo de vida, lo que pasa es que no supimos cómo expresarlo, y cometimos errores al hacer promesas que no pudimos cumplir… y creo que la sociedad se cansó”.
¿El peronismo está en condiciones de ser una opción?
Estamos más preocupados por el desencanto de los que votaron a La Libertad Avanza y nos olvidamos de los más de once millones de personas que votaron al peronismo.
Escucho a varios dirigentes políticos de diversos partidos decir la frase “esperemos que la gente se canse, que pierdan las esperanzas, que se desilusionan, cuando le llegue la factura de los servicios ya se van a dar cuenta de lo que votaron”. Mientras tanto algunos dirigentes y medios de comunicación nos quieren convencer que “está cumpliendo lo que dijo y que era necesario”.
Incluso, los propios damnificados por las medidas del gobierno dicen “estamos pagando la fiesta”. Yo me pregunto: ¿de qué fiesta estarán hablando? La de haber eliminado el impuesto a las ganancias a los trabajadores, la de no haber generados tarifazos indiscriminados, o quizás de la fiesta de haber eliminado el impuesto del IVA a los alimentos de la canasta básica, haber pagado a los empresarios los salarios de sus trabajadores en pandemia, entre otras cosas, como ponerle un freno al intento de aumento sostenido de las prepagas. Seguramente están hablando de una fiesta de la cual nosotros no la vivimos. Hoy estamos observando tristemente como la clase media cambia sus ahorros para poder sobrevivir, esos ahorros comprados cuando nos quieren convencer que estábamos mal.
La pregunta que no nos hacemos, y que seguramente vamos a hacer cuando la gente haya perdido las esperanzas y esté desilusionada en ver que todo el esfuerzo no sirvió de nada y que solo generó más pobreza, será: ¿Qué le puede ofrecer el peronismo al pueblo? ¿El peronismo estará en condiciones de ser una opción? ¿Será capaz la política de cambiarle la vida a las personas de una buena vez?
Estamos más preocupados en el desencanto de los que votaron a La Libertad Avanza y nos olvidamos de los más de once millones de personas que votaron al peronismo y confiaron en la propuesta, en el camino para reconstruir al país. Nos olvidamos de la gente que quiere que se genere empleo y se cuide a la industria nacional.
Corremos un riesgo muy grande si no somos capaces de defender el voto de los que confiaron en nosotros. Es posible que se cansen antes de lo que nosotros esperamos. Ellos esperan que nos plantemos ante los intentos de destruir la educación, la salud y el desfinanciamiento de la universidad pública, que le digamos no de alguna manera al intento de limitar las paritarias libres de los trabajadores, que nos paremos de mano cuando le quieren pagar a los jubilados en dos cuotas, que salgamos en defensa de los trabajadores que están despidiendo indiscriminadamente. Los que confiaron en el peronismo esperan que salgamos a ponerle un freno democrático al gobierno despiadado libertario.
Necesitamos organizarnos, salir de nuestros lugares de confort, salir de la especulación política. Planteamos la necesidad de un liderazgo, necesitamos que nazca un líder. Necesitamos a alguien que interprete las frustraciones, las esperanzas y las expectativas del pueblo.
No necesitamos a nadie con el peronómetro en la mano, no es necesario que para realizar una fuerte autocrítica nos pasemos facturas innecesarias, no necesitamos documentos rimbombantes sin un renglón de reconocimientos de equivocaciones y errores que nos llevaron a esta situación.
El peronismo no necesita tirar a nadie por la ventana, solo necesita de sus dirigentes, grandeza para correrse, humildad para asumir errores y realizar autocrítica, generosidad para recibir a todos y todas que en algún momento decidieron irse. Así comienza la reconstrucción del espacio, dejando los egos de lado y retornando a nuestras ideas fundantes, adaptándolas a nuestros tiempos sin perder ninguno de los derechos conquistados.
Lo primero que tenemos que reconocer es que perdimos por el fracaso de nuestra propuesta económica, política y comunicacional durante el tiempo difícil que nos tocó gobernar. También por nuestras internas interminables que no paraban de erosionar al gobierno y de cansar a la gente.
Caímos ante una persona que no tiene partido político. Tenemos un gobierno amateur, poblado de improvisados. Estamos ante un presidente imprudente, que no modera ni sus fantasías, que juega a la guerra, que muestra a ser judío al mediodía y de noche católico. Ante esto, las personas que confiaron en nosotros nos piden que pongamos límites.
Aprendamos de la experiencia para no cometer los mismos errores, actuemos en unidad, teniendo una estrategia para estos tiempos. La unidad solo será fructífera si viene con amplitud y generosidad. Será más de lo mismo si continuamos con el egoísmo y cerrándose ante la sociedad.
No nos preocupemos más por los que se pueden desencantar de este gobierno inhumano. El peronismo tiene que pensar y plantear como se va a preparar para hacerse cargo del desastre que dejará Javier Milei, lo que parece ser el destino inevitable.
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