“Esperamos una movilización masiva y esperamos que como ocurrió el 23 de abril, toda esta situación en torno a la defensa de la actividad educativa pública. Que sea también una oportunidad para los distintos sectores de  nuestro pueblo que pretende manifestar el descontento por la situación y las políticas de este gobierno. En primer término ésta movilización tiene que ver con un reclamo que se viene haciendo y que se generó desde la marcha del 23 de abril. En ese momento salimos a aclarar que la crisis universitaria no estaba resuelta en términos presupuestarios. Y hubo un acuerdo con las autoridades de la UBA , y después con el conjunto de rectores y rectoras, en términos de una recomposición parcial de emergencia, de algunos ítems del presupuesto”, señaló la profesora Yamile Socolovsky, en las horas previas a la segunda marcha universitaria del año, en aras de una mejora en los salarios del área educativa.

Además, la secretaria de género de la CTA, precisó: “Sin embargo eso configura menos del 10 por ciento del presupuesto universitario, que nosotros insistimos en señalar en ese momento cuando remarcábamos que la crisis no estaba resuelta. No solo era porque esas partidas eran insuficientes porque además, más del 90 por ciento del presupuesto universitario son salarios docentes y no docentes. Y nuestros salarios han perdido, en términos de poder adquisitivo, alrededor de un 30 por ciento, y en algunos casos, la cifra es superior”.

“Tenemos docentes y no docentes bajo la línea de la pobreza, es algo que no pasaba hace 20 años en el país. Hay algo que tiene que ver con lo que representa la universidad pública en particular y tiene que ver con una de las instituciones de mayor consideración en todo el mundo. Es algo que no nos sorprende porque la característica de la universidad, con la gratuidad, con el ingreso irrestricto, y con la innumerable cantidad de actividades que las universidades realizan en el territorio donde se encuentran incide en la formación de profesionales, con la investigación, y con la relación estrecha que tiene con nuestra gente”, puntualizó Socolovsky.

Por último, reflejó que “la universidad está en temáticas que tienen que ver con la salud, en problemáticas de vivienda, de medio ambiente, de producción. La universidad está imbricada en la trama social en la Argentina de una manera muy fuerte, y eso es lo que se expresa cuando la población se moviliza para defender la universidad, incluso donde no hay sedes universitarias”.

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